El sábado actuaba Metallica, y era el día grande del festival. Las colas de más de media hora en la entrada presagiaban una jornada de lo más infernal...y no defraudó.
Es aspectos organizativos hay que resaltar la notable mejora del sonido con respecto a todos los conciertos del viernes y como único aspecto negativo, el recinto, que se quedó pequeño para semejante avalancha humana. Con una asistencia de 38313 personas para el viernes y de 54.000, la diferencia iba a ser notable y no era nada fácil ubicarse en una buena posición para ver los conciertos del escenario 1.
Llegamos algo tarde para ver a Mastodon, justo con los primeros acordes de Stargasm, single de su último disco. Los de Seattle, que ya tocaron el pasado año con horario similar. Volvieron a demostrar que son uno de los grandes. Contundencia y perfecta ejecución. El final, con Blood and Thunder fue uno de los momentos de la tarde.
Ghost era uno de los grupos que más me llamaba la atención del cartel. Los suecos, con tan sólo un álbum editado, dieron un espectáculo increíble. Liderados por Papa Emeritus enfundado en un traje de cardenal, ofrecieron un set de Metal en estado puro, con una puesta en escena magistral.
A continuación era el turno de uno de los grandes entre los grandes, Slayer. Con el escenario 1 absolutamente lleno y el sol que ya empezaba a esconderse. Los riffs criminales de World Painted Blood fueron el punto de partida de un viaje que nos llevó directamente a las profundidades el averno. Araya y compañía están en plena forma, en especial Dave Lombardo, sencillamente de otro planeta. Quizás les faltó algo de potencia y entrega, así que por momentos el concierto se hizo hasta algo monótono. No obstante, fue de las pocas bandas en hacer un bis y la despida con War Esemble fue apoteósica. Una de las mejores actuaciones del festival.
Metallica realizó un concierto perfecto de principió a fin. Puesta en escena, actitud, espectáculo...un 10. Incluso Lars Ulrich, por algunos criticado, estuvo muy fino en la ejecución. El sonido fue sospechosamente abrumador, muy por encima del resto de bandas. La única pega fue el el retraso de casi una hora sobre el horario previsto que hizo que los últimos conciertos tuvieran que retrasarse también para evitar solapamientos.
Comenzaron, como viene siendo habitual, con el cover de Ennio Morricone 'The Ecstasy of Gold' y a partir de ahí el setlist que vienen haciendo en la gira del Black Album: 'Hit the Lights', 'Master Of Puppets', 'The Shortest Straw'...hasta llegar al repaso del 'Black Album', que tocaron justamente en orden inverso para acabar con un Enter Sandman portentoso. Se despidieron y volvieron con un bis de tres canciones entre fuegos y pelotas gigantes, y un Seek And Destroy que dejó a las claras quienes son los reyes del metal en hoy día.
Casi sin tiempo de recuperarnos, Gojira empezaban en el escenario 2. Los franceses son muy grandes y ofrecieron un concierto para el recuerdo a pesar de haber tenido la difícil papeleta de tocar después de Metallica. Groove metal progresivo de extrema calidad. Sonido perfecto, setlist muy cañero, sin ningun tipo de respiro, la actitud de la banda increíble. Empezaron con Space Time y terminaron con Vacuity y animaron al público durante la hora aproximada que duró el concierto. Temas como Oroborus o Flying Whales son bombas de destrucción masiva. Mucho mejor que en su anterior visita al Sonisphere. Un diez.
Era el turno de Clutch. Neil Fallon y los suyos lo volvieron a hacer. Posiblemente el mejor concierto del fin de semana después del de Metallica. Para enmarcar. Actitud, guitarreos, blues, hardrock, muchos himnos, como The Mob Goes Wild, Electric Worry, Regulator, 50000 Unstoppables Watts...todo esto, junto al vozarrón que se gasta el amigo Neil y un sonido óptimo, consiguieron hacernos bailar y cantar durante toda su actuación. Muchas ganas de volver a verlos, y si es en una sala mejor.
Para cerrar el festival nada menos que Fear Factory, con Dino Cazares en plena forma, el guitarrista de Chamaira al bajo y Mike Heller, de System Divide y Malignanci, a la bateria. Buen concierto en lineas generales, pero después de lo que acabábamos de ver, quizás nos dejó un poco a medias. Muchos temas míticos como Linchpin, Demanufacture, Replica... Lo mejor, sin duda, la guitarra del señor Cazares, imponente, y como punto negativo, la voz en los pasajes melódicos de Burton C. Bell, que en directo, inexplicablemente, desafina mucho y acaba por destrozarte los temas.
Grandioso fin de semana en Getafe. Si John Lennon levantara la cabeza...
Fotos: Facebook Oficial de Sonisphere Spain
