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PANDA BEAR 

SINISTER GRIFT 

Domino 

Nota: 7 

Comentario: 

El músico estadounidense entrega el que es ya su séptimo álbum en solitario, pues tiene y ha tenido diversos proyectos musicales publicados, la mayoría con grupos. Para muchos este supone su mejor disco hasta la fecha, mas, visto lo visto, sería justo darle más tiempo para subir el listón. O, según esa afirmación, cómo serán los seis anteriores. Y es que Sinister grift dista de ser sobresaliente. Aun así, encontramos en él momentos muy interesantes, tanto en lo lírico como en lo musical; sonidos etéreos y letras abstractas.  

Arranca la estafa siniestra con Praise. Un redoble da paso a un ritmo insistente y eficaz, marcado por la batería y el rasgueo de la guitarra. La melodía la llevan dos voces, una grave y otra aguda. En el estribillo oímos unos coros que, junto a la rítmica, suponen lo más destacado del corte. La letra, que versa sobre el amor, no deja de ser algo convencional. Anywhere but here consta de guitarra acústica, percusión y una guitarra eléctrica con chorus y reverb. El resultado es muy agradable, sobre todo por las armonías vocales tan propias de los Beach Boys. El inglés se alterna con versos declamados en portugués (se tenía que notar que el artista reside en Lisboa). La letra es introspectiva, habla sobre la pérdida y la lucha contra la adversidad.  

50mg (esperemos que de algo saludable) se compone de guitarra acústica, guitarra pedal steel y batería. La voz principal establece un juego de pregunta-respuesta con los coros muy simpático. De nuevo destacan las armonías vocales, muy bien conjuntadas. La lírica aborda temas como la lucha interna y la aceptación de la realidad. Ends meet es más austera en lo que a términos musicales se refiere (batería y sintetizador). La voz principal, arropada por coros, podría estar mejor. En adición, la letra trata la mortalidad de manera diestra. 

Just as well es un reggae irritante y vago, al igual que su letra. Ferry lady tiene una introducción de guitarra acústica y guitarra eléctrica con tremolo. La primera permanece durante el resto de la canción. Ya en las estrofas escuchamos la batería, varios arreglos electrónicos y la voz respaldada por coros. Una de las voces que lo conforman ejecuta vibratos al final de cada verso. La letra es una reflexión sobre las emociones.  

Venom’s in es un tema bien elaborado en el que el narrador se ve atrapado en una situación difícil. Vuelven a estar presentes los coros en los estribillos y figuran una guitarra eléctrica con chorus y unos sintetizadores que se encargan de los arreglos. Left in the cold es el perfecto hilo musical de un centro de masajes: coros etéreos, una percusión suave, paquete de sonidos de gotas, trinos de pájaros, una guitarra con chorus y reverb amplio y, por último, un sintetizador ambiental. Elegy for Noah Lou es la pista más contenida del disco. Apenas un piano, un sintetizador y armonías vocales conforman el esqueleto de la canción. El tono es calmado, pero hay sonidos que distraen y, lo peor, una letra que roza la ripia en varios momentos. Finalmente, a Defense sólo le sobran los sonidos electrónicos. Los elementos musicales funcionan muy bien; guitarras eléctricas (rítmica y otra que arpegia), batería, coros psicodélicos y el bajo, más presente que en ningún track. La lírica, por su parte, describe a un personaje vulnerable emocionalmente hablando.  

En definitiva, podemos aseverar que Sinister grift es un álbum irregular, a caballo entre los hallazgos formidables y los errores estrepitosos. Tanto la primera parte como la segunda condensan lo mejor y lo peor del artista, si bien en la segunda lo negativo es más notable. De la solidez rítmica, los sonidos volátiles y las avezadas armonías vocales pasamos a la estulticia, a lo rudimentario, a pasajes poco y mal trabajados. Será que Panda bear gusta de llevar por bandera aquello que cantaba Billy Joel, “I go to extremes”.  

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