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JETHRO TULL 

CURIOUS RUMINANT 

Inside Out 

Nota: 8.5 

Comentario: 

Jethro Tull es, sin duda, una banda especial. Los setenta fueron su década de auge y declive. En la década siguiente transicionaron hacia el estilo de música de los ochenta sin renegar del rock progresivo. Sobrevivieron a los noventa y entrado el nuevo milenio se tomaron una pausa para, posteriormente, retomar la actividad allá por 2011. Los de Blackpool, por tanto, no han gozado siempre del favor del público. Han sido puestos en duda. Sin embargo, tras la publicación de este Curious Ruminant espero que las reservas y recelos se hayan disipado. Tras escuchar este disco es imposible dudar de la capacidad inventiva de los de Ian Anderson (único miembro original).   

El tema inicial, Puppet and the puppet master comienza con una calmada introducción de piano que es rápidamente sustituida, en marcado contraste, por una acelerada flauta acompañada de guitarra acústica. Después se suman una guitarra eléctrica que refuerza los acordes, un bajo, un acordeón y una batería. El ambiente es medieval, tono que predomina curiosamente durante todo el álbum. En los compases finales suenan consecutivamente tres solos; uno de guitarra eléctrica, otro de flauta y el último, de teclado. En cuanto a la letra, el narrador está en primera persona y describe una dualidad entre la autonomía individual y las influencias externas que la controlan.  

La canción homónima inicia con el piano y la flauta. Al poco se añaden la guitarra eléctrica saturada, la batería y el teclado. El estribillo, por contra, consta de guitarra acústica y cajón. Hay, además, un solo de guitarra eléctrica con pedal whammy, al igual que en el corte anterior. En la letra se cita a Jung y a Freud, y se reflexiona sobre la existencia y el paso del tiempo mediante varias imágenes muy logradas. Dunsinane hill, en alusión a Macbeth, narra la historia de dos guerreros. Uno de ellos, como el protagonista de la tragedia de Shakespeare, cae en la misma colina. Se menciona también a tres doctores que se pueden asimilar a las tres brujas de la obra. Esta pista, de las más originales del disco, habla de la ambición y la traición (justo como en la creación del bardo de Avon). Se compone, en otro orden, de flauta, teclado y acordeón. 

En The tipu house destaca su intensidad, su ritmo frenético. Abre con la batería, la flauta, que ejecuta trinos, y la guitarra acústica. A continuación, suenan el bajo y la guitarra eléctrica. Aquí se relata la vida de una comunidad, en la que hay una gran variedad de personajes, así como sus ambiciones y relaciones habituales. Savannah of Paddington Green, se constituye por el acordeón y la guitarra acústica y en el estribillo se escucha la flauta. El yo poético medita acerca de la vida urbana o la sociedad y supone, en adición, una defensa y una añoranza del Beatus ille 

Stygian hand es una oscura parábola religiosa compuesta por flauta, guitarra acústica, mandolina y percusión. Over Jerusalem tiene buenas intenciones, aunque pretende ser compleja en lo lírico, con preguntas retóricas, cuando las rimas son fáciles y poco elaboradas. En ella se retrata la identidad y los conflictos de la ciudad. Drink from the same well dura nada menos que dieciséis minutos. La mitad, es decir, los ocho primeros, se destina a la flauta, bien sola, bien arropada con elementos percusivos. Se nota que quien la toca es el líder de la banda. Esta sección hará las delicias de quien guste de este instrumento, y notará todas las ambigüedades sonoras que describía Nicolás Guillén en su poema “Solo de flauta”. Para quienes aboguen por la línea de Wagner, supondrá una tortura. La canción trata de la diversidad cultural, las contradicciones humanas y critica la ignorancia de la gente en cuanto a los cambios históricos.  

Interim sleep se narra en segunda persona. La muerte, tema del último corte, se percibe como una transición natural. También versa sobre la vida, la vida como viaje, como ya lo hiciera Cavafis en su día. La letra se declama, acompañada de teclados, guitarra acústica (que ejecuta fraseos breves) y flauta.  

Curious Ruminant es un triunfo de la banda británica. Puede desconcertar su empeño por evocar el medievo en lo musical, pero que esto no desincentive su escucha. No decepcionará a nadie, ni a los devotos, ni a los neófitos, ni a los nostálgicos de aquellos Aqualung y Thick as a brick. Por otra parte, la voz de Ian Anderson se mantiene muy bien a pesar de su septuagenaria edad. El líder de Jethro Tull sigue en forma, tanto en lo que se refiere a ejecutar instrumentos (flauta y guitarra) como en el terreno lírico. El álbum tiene sus flaquezas, no obstante, son mínimas, pesan más sus originales virtudes y en ningún caso es un intento de rizar el rizo.  

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