Almudena Grandes El Corazon Helado

"Mi corazón estaba helado, y ardía"

De esta antítesis que podemos leer de entre las páginas de esta novela nace para mí la síntesis más concisa del sentimiento que deja la Guerra Civil y la memoria histórica.

Título: El corazón helado

Autora: Almudena Grandes

Editorial: Tusquets

Año de publicación: 2007

Género: Narrativa / novela histórica

Precisamente, hablamos de una novela que recorre un tiempo narrativo bastante amplio, desde la Guerra Civil hasta la época actual, concretamente 2005, donde comienza el relato con un entierro; pero en cualquiera de las franjas temporales, el leit motiv de los personajes es todo aquello que sucedió por culpa de la guerra y que se sufrió desde el exilio. Podemos interpretar que estamos ante una novela histórica que deja ver muchas historias pasadas las cuales hoy podríamos interpretar como inverosímiles, y aunque la propia autora reconoce el dato, también explica (en la nota de la autora) que son lamentablemente historias que sucedieron, con otros nombres y otros apellidos, pero que nada tienen de falsas. Son precisamente estas historias las que engarzan un argumento cuyos personajes pertenecen a dos familias distintas, una encabezada por Julio Carrión Fernández y la otra por Ignacio Fernández Muñoz. De ambas familias conoceremos a cada uno de los miembros poco a poco, sobre todo a los protagonistas principales, Raquel, nieta de Ignacio, y Álvaro, hijo de Julio. Ellos dos son los más empeñados en desenmarañar los entresijos de unas vidas que no fueron del todo sinceras para con ellos.

La novela se divide en tres parte que desmiembran el título hasta cerrarse: El corazón, el hielo y finalmente, el corazón helado. Con cada parte, la historia se va haciendo más intensa, más cercana al sufrimiento de unos personajes que quizá no quisieran conocer la verdad de su pasado ni de sus antecesores pero que acabarán descubriendo, porque el ser humano necesita saber, aunque como bien repetía el abuelo de Raquel "para vivir aquí, hay cosas que es mejor no saber, incluso no entender".

En la primera parte, el entierro de don Julio Carrión González que abre la novela, y la vuelta del exilio de Ignacio Fernández Muñoz nos dan a conocer a los personajes en los que la historia se basará, pero también los personajes por los que la Historia sigue vive aún en el 2005 como son Álvaro y Raquel. Con la presencia de una misteriosa mujer, Raquel, en el entierro del padre de Álvaro, nace, pues, el punto de unión entre estas dos familias. En la segunda parte, el argumento va tomando forma porque es donde reside el peso de la trama ya que la historia se va aclarando con incesantes retrospecciones. Dicha metodología permite que la narración no sea lineal y que la intriga y el desenlace se vayan vislumbrando muy poco a poco debido a esos saltos temporales necesarios para tan amplio periodo temporal. Para ello es necesaria la implicación del lector, cuya capacidad ha de esgrimir los datos que concienzudamente la autora va hilando muy cuidadosamente. Quizá ya en la tercera parte, el interés de la novela reside en la psique de los personajes, porque de ellos nacen innumerables sensaciones, sentimientos, reflexiones que la autora no esconde y que una primera persona cambiante es capaz de dibujarnos; incluso diría que finalmente ellos, los personajes, son capaces de salpicar de hielo el corazón del lector y a su vez, hacer que arda, porque si otra cosa nos ofrece la novela, a parte de la visión histórica española, es la capacidad de conmover.

"Españolito que vienes al mundo, vengas de donde vengas, nunca confíes en que te guarde Dios. Guárdate tú solo de las preguntas, de las respuestas y de sus razones, o una de las dos Españas te helará el corazón"

La verdad, la traición, la venganza, el recuerdo, el dolor y el silencio son algunos de los sentimientos que lamentablemente protagonizaron la Historia de España, todos y cada uno de ellos, inevitablemente nos helarán el corazón.

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