La segunda jornada del Dcode Fest fue la más multitudinaria, 20,000 personas, según fuentes oficiales, se acudieron al Complejo Deportivo Cantarranas respondiendo al reclamo de The Killers y The Kooks mayoritariamente.
Sobre las cinco y media de la tarde, Syberia, los encargados de abrir el escenario Dcode Fest, nos presentaban los temas de su LP Drawing a Future. Los catalanes ejecutaron su post-rock con todo el sol de cara, pero eso no les hizo flaquear, eso sí, el público se resguardaba en las sombras para no morir derretido, a excepción de algunos que ya estaban guardando el sitio para los platos fuertes de la noche.
Los siguientes en pasar por el escenario principal fueron Fira Fem, los madrileños con un reciente Aedificatoria bajo el brazo nos ofrecieron una apuesta más pop, en ocasiones con toques caribeños muy bailables. Ya se empezaba a ver como el público se dejaba llevar con temas como Cine Azteca o Ladies Clap Gentelmen. Habrá que disfrutar de ellos en sala, diversión asegurada.
Ya en el Escenario Heineken los argentinos Cápsula estaban dando muestras de su psicodelia garagera gamberra, aunque aún no había gran cantidad de público, tanto Martín,con su momento media chilena al aire para patear una botella de agua, como el resto del grupo repartieron una buena dósis de energía al respetable.
Django Django que, desde el Reino Unido, parecían haberse venido con el pijama dispuestos a hacernos bailar lo consiguieron. Con especial atención a la percusión que dota a los temas del cuarteto de un ritmo al que te resulta difícil resistirte y si además suenan enormes temas como Default o Hail Bop poco más puedes hacer que mover el cucu.
Jugando en casa, Lüger, que siguen demostrando que sobre el escenario son invencibles. Con Concrete Light ya tienen un rodaje más que evidente, pero si además suena la que fue elegida como el mejor tema nacional de 2011 para SlithersMusicZine, Monkeys Everywhere, poco más se puede decir, déjate llevar y disfruta.
Supersubmarina repasaron sus dos discos publicados, Electroviral y Santacruz, así como sus EP. Aunque con una gran afluencia de público, pero que estaban esperando para los grandes reclamos de la noche, el grupo tuvo dificultades para entrar en sintonía con el respetable. Aún así, los que sí habían ido a ver a Supersubmarina, pusieron de su parte para hacer sentir cómodo al grupo. Temas como Santacruz, en mis venas o hermética (todos de su último disco) fueron cantadas a plenos pulmón por los presentes, así como 2 temas de su EP Realimentación, Kevin Mc Alister y Puta vida. Dos pegas se le pueden poner a la actuación, la primera de ellas la ausencia de la canción LN Granada en el repertorio, sin duda uno de los himnos de la banda, y la segunda que su set fue de más a menos. Pese a estos contras de la actuación, estos chicos de Baeza dejaron un buen sabor de boca.
Con la noche ya caída sobre el recinto del Dcode Festival, nos dispusimos a disfrutar de casi una hora de concierto de la mano de The Right Ons. Detrás de su nombre no se esconde un grupo de chavales de Texas o Londres, sino un producto 100% español, pero que gracias a cantar en inglés ha logrado conquistar mercados tan complicados como Estados Unidos o Japón. Como era de esperar, disfrutamos de un concierto intenso, lleno de energía y con ese plus de motivación que supone para una banda tocar "en casa", donde el grupo repasó sus 3 discos publicados (80.81, Look inside, now! y Get Out) frente a un público claramente entregado a la banda y con muchas ganas de pasarlo bien.
Entre los temas más coreados y bailados, por supuesto estuvieron dos de los temazos de su nuevo disco Get Out, Purple neon lights y On the radio, así como Thanks de su Look inside now. Una buena manera de encarar la recta final de este Dcode Festival.
De vuelta al escenario principal, llegamos justo a tiempo, mientras nos rehidratábamos, para comprobar como The Kooks interpretaban una mediocre versión de Pumped Up Kicks de Foster The People ante los mismísimos ojos de Mark Foster, el cual salió a acompañarles al escenario. Menos mal que siempre se pueden sacar de la manga alguno de sus temas facilones para animar al público como Junk Of The Heart o Do You Wanna.
Y ya estabamos preparándonos para el plato fuerte de la noche, The Killers, con un escenario Dcode Fest en el que no cabía ni un alfiler, Flowers y los suyos como si de un partido de fútbol se tratase nos anticipaban que "habían venido a por todas". La verdad es que se hizo esperar un poco lo bueno, como media hora. Los primeros treinta minutos del set de los estadounidenses fue basado casi en su totalidad en "ooooooooooohhs", "eoooooooooeoeoooooooooos" y "oeeeeeeeeeoeeeoeeees" varios. Con momentos de verdadero sopor, en los que a veces se les encendía la bombilla y pensarían "vamos a tocar algún tema bueno, que tenemos" como fue con Smile Like You Mean It. La banda en general estaba muy concentrada, pero Brandon Flowers, en especial, estaba resplandeciente, como una novia el día de su boda no dejó de sonreir en la hora y media en la que estuvo sobre las tablas.
Se aproximaban los treinta o cuarenta minutos de set y sonó For Reasons Unknown y ya empezó a cambiar un poco el panorama, y empezamos a recordar tiempos pasados. Incluso la versión de Shadowplay de Joy Division sonó enorme, pero luego versionaron Forever Young y nos volvió a cambiar el gesto por uno un poco más agrio.
Por suerte, The Killers, nos brindaron un fin de fiesta inmejorable, y es que a quien se le ocurriera enganchar Read My Mind, Mr. Brightside, All These Things That I've Done, con los bises, Jenny Was a Friend Of Mine y When We Were Young, debería estar en un altar muy grande.
Y con el cuerpo de baile se acabó la segunda edición del Dcode Fest, menos mal que no hay dos sin tres.
