La jornada de clausura de Sonorama cae inexorable sobre nosotros, pero antes de recoger tiendas, sacos, fotos y recuerdos nos despedimos a lo grande de Aranda con las actuaciones de Lori Meyers, Brett Anderson, Delorean o The Raveonettes.
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
Al igual que el día anterior, las mañanas tenían dos posibles planes, alternativo y dispar uno con respecto a otro: por un lado nos podíamos quedar “al fresco” mamando la mona del viernes noche; o por otro lado, teníamos la posibilidad de disfrutar de los directos que tenían lugar en los Escenarios Bodega en el centro de Aranda. Por supuesto, estrictamente necesario se hizo ir equipado con gafas de sol( eso sí, último modelo), y no precisamente para combatir el sol arandino de las 1.00 p.m, sino para que no se vislumbrasen esas ojeras mas propias de seres ultratumba que de alguien a quien le late la sangre. Esa es la explicación que le da un servidor ante la fiebre “gafapasta” que tuvo lugar el sábado durante el concierto de los Supersubmarina. Y es que, por momentos, aquello se convirtió en la pasarela oficial Ray-Ban, pues se vieron todos los modelos habidos y por haber. Pero eso es otra historia……
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
Por tanto, se puede sacar en claro que optamos por ver los directos con la resaca del día anterior. Y así, aparecieron los Supersubmarina (no pudimos llegar a las actuaciones anteriores). Los de Jaén se dieron un auténtico baño de masas, pues el Escenario Bodegas registró un lleno hasta la bandera, un lleno como hasta entonces no se había visto. Sacando a pasear su primer disco, los Supersubmarina consiguieron que el público estuviese en todo momento enchufado, coreando y bailando sus temas, especialmente XXI, Ana o Cientocero.
Ya a la tarde dio comienzo la actuación de los Layabouts, grupo del que no teníamos noticias, pero que nos sorprendió gratamente con un sonido contundente, ritmos desenfrenados y mucha fiesta. Con numerosos “hits” al mas puro estilo We Are Standard, pero a guitarrazo limpio, fue la sorpresa inesperada del festival.
Foto: Antonio Moreno Flicker
La siguiente parada en el camino fue la del antiguo cantante de Suede, es decir, Brett Anderson. En un momento de forma vocal extraordinario y con una banda perfecta en todos los sentidos, sin lugar a dudas fue el concierto del festival. Gracias a temas como Hymn o Wheatfields, no hizo falta recordar ningún tema de su anterior formación, y además, consiguió que el poco público que nos reunimos, disfrutásemos de un auténtico espectáculo. Señalar que al final de su directo, el poco público que allí nos congregamos quedó en mucho menos, pues iba a dar comienzo la “bacalaera” de los Sidonie.
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
Mas de lo mismo en Sonorama, locura colectiva por cualquier tema medianamente hilvanado, hits facilotes como El Incendio, y concierto servido. Tras “disfrutar” del trío, pasamos a ver a Hola a Todo el Mundo.
Tocando en el peor escenario posible en cuanto a sonido, Hola a Todo el Mundo supieron salvar la papeleta y animar al gentío allí reunido gracias a temas como A movement between these two o Choose your own Adventure Part 2. Desde aquí la enhorabuena al grupo por lograr solventar en gran medida los problemas de sonido que daba la dichosa carpa.
Con casi media hora de retraso, gracias a los “buenos” de Sidonie, dio comienzo el espectáculo de los Lori Meyers. Conciertazo en todos los sentidos pues no hubo ningún momento en el que el público desfalleciese en el intento de seguir a los de Loja. Con un repertorio en que tocaron casi todos los palos de su discografía, destacaron hits como Mi Realidad, Religión, Dilema o Alta Fidelidad. Especialmente significativo y de agradecer a la formación fue su cercanía y simpatía con el público. Nos volveremos a ver en breve.
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
Tras la locura masiva de los Lori, pasamos a ver The Ettes. Con más gritos que aciertos por parte de su vocalista, el sonido de la banda quedó en un segundo plano. Aspectos esenciales a mejorar en un directo, pues a la hora de grabar un disco quedan perfectamente cuadrados por las maravillas técnicas, pero el directo nos sitúa a todos en la cruda realidad.
Era el momento de ver a uno de los grandes del festival, era la hora de los Raveonettes. Con algunos problemas de sonido al principio, pues pareció que el ingeniero estuvo echándose unas cañas en vez de estar en su lugar de trabajo, conforme iba pasando el directo fueron solucionándose. Siempre con un bajo por encima del resto, nos ofrecieron un directo correctísimo, con mención especial a su vocalista pues igual tocaba el micro, que una guitarra, que la percusión.
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
Tras los Raveonettes, y esperando a Delorean, tuvo lugar en el Escenario Bodegas la actuación de Los Coronas. Con su rock instrumental surfero, amenizaron la velada a todos los allí reunidos. Eran las 2.20 de la madrugada y los Delorean se retrasaban más de la cuenta.
Es mas, tuvimos que esperar casi hora y media para poder ver al grupo. Como días después señalaron mediante la página web de Sonorama, el retraso en su actuación se debió a problemas de sonido ajenos al grupo. Como consecuencia, solo pudimos disfrutar de ellos apenas una hora. Aún así, pudimos gozar con temazos como Stay Close, Real Love o Seasun. En definitiva, un broche de oro a un festival que quedará en el recuerdo, tanto para la organización en lo que a ventas se refiere; como para el público allí reunido, por los directos que pudimos disfrutar.
