La tercera edición del festival organizado por el foro “Exiliados” recogía una clara y entrañable premisa: la de rendir tributo, en el día de su cumpleaños, a uno de sus más carismáticos miembros, Juanjo a.k.a Urriel, fallecido a finales de Enero de este mismo año.
Foto: María Sales Navarro
Con ese propósito en mente, los organizadores escogieron una sala por la que el homenajeado solía dejarse ver con su chica y algunos amigos; [la2] de Apolo.
El cartel, conformado por Strómboli no, Siberian Railway, los valencianos Twelve Dolls, Maspoperra Dj, Fish&Chips Dj y Dj Coco, se perfilaba como una propuesta más que interesante para un festival de tan humilde origen.
A las 21:30, el primer grupo invadía el escenario con un pop experimental que tan cerca se encuentra de Standstill como de Radiohead. Strómboli no se están abriendo camino en la escena indie catalana y eso se nota; el escenario estaba vestido de gigantes esferas pintadas con motivos tribales y en la pantalla se sucedían unos visuales de tono psicodélico que denotaban que el grupo quiere ir más allá de lo amateur.
Foto: María Sales Navarro
En segundo lugar los asistentes pudimos disfrutar del primer live de Siberian Railway (foto de portada), el proyecto musical de Aimar Molero, quien calificaba el show de la siguiente manera: “Se trata de algo concebido para hacer en casa, así que llevarlo al directo es algo extraordinario... Bueno, extraordinario para mi; para vosotros será una puta mierda”.Pero lo cierto es que se equivocaba. Sus valiosos temas, nacidos del IDM y del glitch y que suelen desembocar en un sonido propio del post-rock o el ambient, sonaron sorprendentemente bien en la sala, a pesar de los constantes ladeos de cabeza, muestras de reproche, del artista.
Cabe resaltar el buen saber de boca que el último tema; Host, acompañado de la voz de Nuria Tamayo, dejó en el público.
La propuesta más consagrada del cartel, Twelve Dolls, saltó al escenario haciendo gala de sus ya reconocidas tablas. El grupo, que pasa por ser uno de los más punteros del panorama valenciano, está a punto de presentar su nuevo disco, Graso, con el cual anuncian un “cambio de rumbo”, y con algunos temas del mismo y otros de sus anteriores entregas puso fin a las actuaciones en directo del festival con un pop-rock sencillo pero efectivo.
Foto: María Sales Navarro
Tras este punto, le toco el turno a los Dj's y, con ellos, a los momentos más emotivos de la noche.
Aquellos a quien no les es ajeno el foro de Exiliados saben que tener a Maspoperra Dj ante los platos era, sin duda alguna, la mejor manera de recordar a Juanjo. Así, su sesión se basó prácticamente al completo en una sucesión de temas que hubieran echo saltar las caderas del susodicho por los aires. ¡Pop, pop y más pop para el recuerdo!
Fish&Chips Dj, por su parte, supo hacer del festival una fiesta definitiva. En su cabeza no hay lugar para las distinciones entre diferentes géneros musicales: le es tan sencillo pasar de Weezer a The Offspring como de AC/DC a Eels, y, señores, así es como se consigue hacer botar al público.
Por último el Dj residente de [la2], Coco, puso el broche de oro a la noche con su experiencia y sus mezclas pop del mejor y más bailable indie actual.
En definitiva, una noche mágica para un festival que, nacido de la humildad y la ilusión, va tomando forma año tras año, convirtiéndose en una ocasión única para que la familia de Exiliados junte sus cuerpos al son de la música.
