Según la Biblia, en uno de esos pasajes que no quiero recordar, el mismísimo Dios volverá a nuestro mundo en su forma humana. El otro día sobre el escenario de Razzmatazz, algunos lo pudimos comprobar. Que se jodan los ateos.
James, oh dios mío, Murphy y su maquinaria del ritmo conocida como LCD Soundsystem, dicen adiós al finalizar esta gira. La cabeza pensante del sello DFA Records asegura por activa y por pasiva, que es su último disco. El cierre de una trilogía antológica que marcará un antes y un después como pionera del movimiento que se empecinó en mezclar el post punk con la música de baile. El ritmo responsable de que se formen hedonistas pogos bajo la atenta mirada de una inmensa bola disco. Un artista tan genial como consecuente, alguien que asegura bajarse del barco porque no se ve capaz de darle una nueva vuelta de tuerca al sonido LCD.
Es tan increíble la experiencia LCD, que multiplica como nadie el efecto del directo. No importa si sus discos no son de tus preferidos para dar un paseo o mientras estas por casa, el día que tienes la oportunidad de verles en directo no lo dudas, y te conviertes al James Murphismo. Desde que me hipnotizara en el último Sónar, no he sido capaz de resistirme a seguirle allá dónde me lo permitiese mi presupuesto. Nada de poses, ni de estilismos estudiados, lo mismo sale con una camisa a rayas que con una camiseta blanca cualquiera, barba de tres días, pelo sudado y listos para brillar en el escenario. James Murphy es una bestia, lo llena todo y yo soy cualquier cosa menos objetivo. Me perdonarán.
Por esto y mucho más, la sala Razzmatazz lució un perfecto sold out en el día en que se inauguraba un décimo aniversario que desde luego, no dejará indiferente a nadie. Dos horas de espera y los nervios a flor de piel hasta que las luces se apagan, el icónico micro está en su lugar y los fotógrafos entran a la carrera en el foso. Nancy Whang, Pat Mahoney y el resto del grupo por fin aparecen y las pulsaciones de repente se aceleran. Comienza a sonar el desacompasado ritmo de “Dance yrself clean” y la locura se adueña de la sala. Muchos sabemos que no es un tema habitual en su setlist y en las primeras filas lucen mensajes que la piden desesperadamente, a lo que el Murphy sonríe cómplice del delirio desatado. Todo está listo y los samplers retumban para que dé comienzo la fiesta de la manera más salvaje, el grupo mete la quinta, y la locura se prolonga un corte más con el post punk de “Drunk girls”, Desde las primeras filas la locura es tal, que apenas podemos respirar y ya no digamos mantener la compostura. Los amigos se pierden y los golpes en todas las zonas inimaginables no evitan que la presencia del neoyorkino se convierta en algo magnético. Es imposible atender a algo más, la forma en que se aferra al micro para dar el máximo en cada juego vocal hace que, al menos en ese instante, no importe nada más sobre la faz de la tierra. Un momento mágico.
Un principio de setlist de ensueño en el que no faltó su primer hit “Daft Punk is playing at my house” o la analgésica “Yr city's sucker” para dar un respiro a los de allí abajo. Una que nunca falta en su show es “All my friends” que pese a todo, es de las más celebradas con esa base que crece y crece sin dejar un respiro. Enlace perfecto con “You wanted a Hit” y su archiconocida “Tribulations”. Éxtasis generalizado y brazos en alto para saltar y saltar como si se fuera a acabar el mundo. “Yeah” y su espectacular eclosión empezaba a cerrar un concierto con un bis que nadie consiguió divisar en el escenario en el que nos regalaron otros dos cortes a los que tampoco nos tienen acostumbrados, “Someone great” y “Home”, que terminaron por cerrar una hora y cuarenta minutos de completa locura.
Encendido de luces y cuerpos sudorosos dueños de caras extasiadas nos devuelven a la realidad. El aterrizaje no ha sido fácil, y la sensación de haber vivido algo histórico, una experiencia salvaje, se adueña de los comentarios que alcanzas a intuir. Y yo, después de todo lo tengo que decir, James Murphy es Dios y yo soy su profeta.
Setlist:
Dance Yrself Clean
Drunk Girls
Get Innocuous!
Yr City's A Sucker
Daft Punk Is Playing At My House
I Can Change
All My Friends
You Wanted A Hit
Tribulations
Movement
Yeah (Crass Version)
Bis:
Someone Great
Losing My Edge
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