¿Recuerdas cuando nos prometían monopatines volantes para el nuevo milenio? Nunca llegaron, pero a cambio, en los primeros años del 2000 aparecieron las apisonadoras del directo.
Foto: Raquel Calvo
Bandas como The Rapture o LCD Soundsystem, emparentadas con chk chk chk en algo más de aquello de ser americanas. Bandas que hacen del directo su santo y seña, que saben exprimir al máximo sus trabajos de estudio para hacer de la distancia corta, una fiesta salvaje de la que ni el más soso pueda escapar.
En el laboratorio neoyorkino, algunos se atrevieron a mezclar algo de Funk con unas gotas de Disco y bastante de Post Punk, fórmula de un sonido feroz que reventaría las pistas de baile de medio mundo. Una micro galaxia donde LCD Soundsystem fueron, son y serán, la estrella más brillante del firmamento.
Pese a vivir a la sombra de James Murphy y los suyos, el grupo de las tres exclamaciones también ha tenido sus días de absoluta gloria allá por 2007 durante la gira de su aclamado “Mythakes”. En esta ocasión, con “Strange weather, Isn’t it?”, el listón ha bajado visiblemente algunos enteros, pero al menos, se mantiene ese desenfreno que alimenta a las mentes calenturientas que gustan de ver a Nic Offer sobre un escenario. Él y sus bailes de lascividad desenfrenada, aptos sólo para amantes del directo más sucio.
Four tet como telonero de lujo, haría las delicias de los pocos sensatos que se encontraban dentro. La presentación en live de su último disco, “There is love in you” bien valía ya al menos la mitad de la entrada. En una sesión de menos a más, Kieran Hebden preparó el terreno a base de samples y beats luminosos de esos con los que es imposible estar de mal humor. Un final de sesión que dejaba el listón bien alto, efectos preciosistas y el ánimo flotando de una sala medio vacía, para un artista que definitivamente merece mucha más atención. Una pena.
Partamos de la base de que su último disco no es todo lo bueno que se esperaba de ellos, que algunos integrantes se han borrado y que para colmo de males, el batería padece un accidente mortal de esos que no sabes si reír o llorar, al caer por el hueco del ascensor. Está claro, Nic va a tener que romperse la cadera esta vez, mostrar sus mejores pasos y calentar las mentes más sucias con esas insinuaciones libidinosas tan inclasificables dentro de una tendencia sexual determinada. Tanto, que mujeres y hombres por igual sienten la intensa necesidad de seguir embobados mientras él disfruta de su base funk como nadie. Comienzan flojos presentando su nuevo disco. No parece convencer ni a sí mismo con AM/FM, y por muchos saltos, subidas y bajadas para jalear al público, la cosa no parece arrancar con buen pié.
Foto: Raquel Calvo
Los nuevos temas carecen de ese “algo” salvaje que les hacía una bomba estallando en cada golpe de bajo, así que hasta el cuarto corte, cuando ya el chico lo había dado todo, va y llega con uno de sus hitazos. ”Must be the moon” que acaba por desencadenar esas ansias de desenfreno por las que se había pagado religiosamente la entrada. Y entonces ahora sí, te invade esa sensación de que cualquier cosa puede pasar. “Steady of sidewalks cracks” y “Me and Giuliani Down by the Schoolyard” continúan con una fiesta que llega incluso a poner en órbita a un público que esperaba mucho menos. “Heart of hearts” y sus diez minutos de bombos, guitarrazos y juegos de luces acojonantes, desatan la locura hasta las últimas filas de un respetable que cuando se da cuenta estaba pegando botes. El bis con “All my heroes are weirdos” acaba por decidirnos a quemar la noche con un colocón de ritmo de los que dejan mella. “Jodido Offer!” pensaba al salir de allí con unas ganas enormes de cerrar el garito más sucio que encontrase, pero francamente sabías a lo que venías.
Setlist:
AM/FM
Wannagain wannagain
The most certain sure
Jamie, My Intentions Are Bass
Must be the moon
Steady as the sidewalk cracks
Yadnus
Me and Giuliani Down by the Schoolyard
Cokie
Heart of hearts
Bis:
All My Heroes Are Weirdos