En SlithersMusicZine empezamos el fin de semana con fuerza. ¿Y qué mejor manera de hacerlo con un par de conciertos? Pero, antes de nada: ¿Eres caballito o eres poni?
Foto: Nieves Solano
Una hora después de que abriesen las puertas de la madrileña sala Rock Kitchen, hacían acto de presencia los barceloneses Hidrogenesse con la particular vestimenta que les caracteriza. Entre gorras, transparencias, lentejuelas y tacones abrieron su show con "Caballos y ponis" de su genial Animalitos (2007), seguida por 'Hidroboy' y 'Dos tontos muy tontos', para después animar al perplejo público con "una de baile".
Así introdujeron la que fue su primer single allá por el año 2000, 'Así se baila el siglo XX'. Entre el público vimos de todo: algunos más reacios a dejarse seducir por el frikisimo y el humor absurdo del espectáculo, y la mayoría (entre los que nos incluimos) con ganas de pasarlo bien con "Mao Tse Tung y con el feminismo".
Entre letras desternillantes, comentarios inesperados y bailes grotescos se escondían en algunas ocasiones altas dosis de ironía que soltaba el dúo en cada una de las nuevas canciones que nos mostraron. Así tocaron temas como el cuestionable estado del mercado musical con 'El artista' ("...promete dejar de crear si recibe un millón de euros"), seguido de "otros que nunca hacen nada" ('Los perezosos') o una toda una oda a la vejez, 'A los viejos', que supuso el descojone general de los presentes con perlas como "la juventud está sobrevalorada; los viejos son el futuro".
Sin parar ni un segundo, Carlos y Genís no se dejaron nada en el tintero, incluyendo su singular versión de 'Tazas de té' de Carlos Berlanga, 'Eres PC eres Mac' y el que se ha convertido en un auténtico himno del moderneo-mamarracha 'Disfraz de tigre' con la consecuente coreografía e histeria colectiva que se apoderó de la sala en segundos. Si a esto le sumamos un final de concierto tocando seguidas 'No hay nada más triste que lo tuyo' (nos nombraron ponis, oficialmente), 'Estafa' ("el artista está fatal") y 'Échame un kiki, amor' ("esta es la canción más Delorean que tenemos"), el resultado es más que bueno. Aplausos y carcajadas para despedir a Hidrogenesse, que constituyeron un principio de noche extremadamente divertido.
Foto: Nieves Solano
Poco a poco, la pista de baile se empezó a llenar hasta niveles insospechados para recibir al supuesto plato fuerte de la noche. A las 23h llegaron Delorean para rematar la faena y hundir la sala en una atmósfera de baile sin tregua llena de samples y ritmos hipnóticos. Con una ejecución prácticamente impoluta pusieron patas arriba la Rock Kitchen, que se convirtió durante su (corta) actuación en lo más parecido una fiesta veraniega.
Abrieron con 'Stay Close' de su disco Subiza (2010) que tan buen recibimiento ha tenido en USA, y en el que se centraron a lo largo del concierto, salvo merecidas excepciones como 'Deli', que, a nuestro parecer, soltaron demasiado pronto. Con temas como 'Real Love' en su repertorio, Delorean se hacen (salvando las distancias) fácilmente comparables a Animal Collective, con la vital diferencia de que los Guipúzcoa ofrecen una variante mucho más sencilla y de fácil escucha sin dejar a un lado la calidad de sus temas.
Foto: Nieves Solano
Merece mención especial el batería del conjunto, elemento fundamental del concierto, que dio una actuación sublime, y su curioso parecido con Neville Longbottom. ¡Qué facilidad y qué derroche de energía, copón!
Con un desarrollo sin sobresaltos (más allá de los salvajes crescendos de los temas de la banda) pusieron punto y final a la noche haciendo botar a los presentes, que sorprendentemente aún teníamos fuerzas después de la intensidad de lo vivido. El fin de semana pudo empezar mejor. ¿Y quién dijo que "el artista está fatal"?
Fotos: Nieves Solano
