Vivian Girls Portada  Sol

Las niñas malas de Brooklyn actuaron en la sala madrileña El Sol en otro de los conciertos de Heineken Music Selector.

Foto:Carla Mir

La mítica Sala Sol madrileña es de esas salas donde cualquier concierto se puede convertir en un ciclón por la cercanía entre público y artista, y este llegando una banda como Vivian Girls no iba a ser para menos.  Las Vivian están presentando su reciente nuevo trabajo Share The Joy que continua la senda triunfadora de sus anteriores Lps. Buen grupo, buena sala y buenos teloneros, éxito asegurado.

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Foto: Heinekenpro.com

Los encargados de abrir la noche, procedentes de Palma de Mallorca, fueron The Last Dandies. Sus cuatro jovencísimos miembros son Toni Cobretti (voz, guitarra, teclados), Dani Spies (bateria, glokenspiel), Carlos Cantalapiedra (guitarra) y Jordi Godzilla (teclados, bajo). Con la sala bastante llena tocaron unos 40 minutos energéticos, con un estilo que recuerda mucho a The Strokes, en mayor medida, por el parecido de la voz de Toni Cobretti a Julian Casablancas, seguro que darán mucho que hablar.

Y llegó el turno de las chicas, Vivian Girls, con sus estilismos, sus tatuajes (algunos absurdos, otros menos) y la sala a reventar de gente, mucho calor y más que nos hicieron pasar porque no nos dejaron parar desde el minuto 1 de su actuación. Empezando fuerte con Never See Me Again, de su primer largo, el setlist fue para dejarnos sin aliento, sin muchas pausas le siguieron temas de sus tres trabajos, entre los más celebrados I Heard You Say, Survival, Out For The Sun, Dance (If You Wanna) o Tell The World.

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Foto:Carla Mir

Con una tímida, Cassie Ramone, que casi se muere de vergüenza al leer una nota que alguien le había hecho llegar en un avión de papel. La bajista Katy Goodman, que además de apoyar vocalmente a Ramone, fue la encargada en la mayor parte del concierto de comunicarse con el público y de pasearse entre el mismo. Y a la batería Fiona Campbell, una fuente inagotable de energía, que no paraba de sonreir y comunicarse visualmente con sus compañeras de formación.

¿Quién dijo que las noches de los martes no son divertidas?

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