Tras la suspensión de su concierto el 3 de diciembre por un accidente doméstico de Jaime Stinus, el pasado 7 de marzo se presentaba en Valladolid, José María Sanz Beltrán dentro de su gira "A solas".
En esta gira el repertorio se escoge de su discografía en solitario y especialmente de las versiones de poemas que él a hecho canciones. Ejemplo de esto es su último disco en solitario "Su nombre era el de todas las mujeres" donde hace suyos algunos poemas de Luís Alberto de Cuenca, que además de poeta también hay que recordar fue letrista de algunos de los grandes éxitos de la Orquesta Mondragón por los ochenta.
Y es que esto es una de las virtudes de Loquillo, él puede utilizar lo mismo un poema de Luís Alberto de Cuenca como los versos de Benedetti, le da igual la ideología política, el Loco está por encima de esos temas vulgares y es algo que pocos en este país de dos bandos siempre enfrentados han conseguido, que a un concierto vaya gente de ideologías tan diferentes como la derecha más rancia de Valladolid como de colectivos "progres" y que estén sentados a pocas butacas de distancia y que no pase nada, que solo estén pendientes de la actuación, es algo que solo puede conseguir Loquillo.
Y es que solo alguien como él puede hacer la banda sonora de un documental como Mujeres al Pie de Guerra y hablar bien en su última novela Barcelona Ciudad de alguien como Federico Jiménez Losantos y hacerlo sin perder un ápice de su independencia. Otra de las virtudes de Loquillo es saber rodearse de una gran banda como es la que lleva en esta gira como son el anteriormente mencionado Jaime Stinus y que anteriormente iban con él como Laurent Castagnet y Santi Comet se les unen ahora Josu García a la guitarra, Alfonso Alcalá al bajo y contrabajo y Julia de Castro al violín.
Con esta gira Loquillo demuestra que el Rock and Roll no es una cuestión de potencia, decibelios y mucho ruido, es algo más sencillo y se define en una sola palabra: ACTITUD. Algo que muchos otros deberían aprender y que nunca deberían confundir con la pose. a él le sobra actitud, por esa razón lo que en otros sonarían como algo cursi e impostado, él y su banda son algo real y tan fuerte como un puñetazo en la boca del estomago aunque como estamos en un teatro a veces utiliza un guante de seda.
Dentro del repertorio se pueden destacar sus versiones de Brassens "La mala reputación" y de Cash "Voy de negro" Y es que el alma de Cash lo mismo que la de ese rock fronterizo con el folk y el country está presente durante el concierto en temas como "La vida que yo veo" el poema de Bernardo Atxaga o "La belle dame sans merci" de Keats. No se olvida de su pasado rockabilly y para eso saca del baúl "Billy la Rocca" También hay tiempo para la canción protesta como "El año que mataron a Salvador" Aunque lo que hay en el concierto es Poesía, poemas de verdad que al convertirlos en canciones es arriesgarse al peligro sin ninguna protección y donde una vez que te metes si sales con éxito es porque eres un héroe. Pasa en "Los gatos lo sabrán" de Pavese "No volveré a ser joven" Gil de Biedma, con una letra muy apropiada para una gira por teatros. "Transgresiones" de Benedetti. Sin olvidarnos de temas del último disco como "Nuestra vecina" "Cuando vivías en la Castellana" "La malcasada" o esa joya que es "Political incorrectness"
Durante más de dos horas, el animal de escenario que es Loquillo, hizo que los espectadores disfrutásemos de un espectáculo original y brillante a la par que valiente y atrevido, algo que no está a la altura de cualquiera y que demuestra que a un grande no tienen que marcarle el camino a seguir. Él mismo lo construye con la independencia que dan sus años de experiencia y su falta de remilgos para decir lo que piensa y hacer lo que quiere, algo que hay que agradecerle a una de las más grandes estrellas que hemos tenido en la música popular de este país.
Fotos y texto: Toni Delong