La segunda jornada del Territorios iba a dejar los mejores momentos del festival sevillano.
Este segundo envite de la décimo quinta edición de Territorios Sevilla era con diferencia mucho atractivo que el primero, con un cartel mucho más equilibrado y unos horarios que alargaban a las estrellas hasta altas horas de la mañana.
Para ver a Mission Of Burma había que “madrugar”, el trío de Boston alargó todo lo que pudo su comienzo pero ni aun así, consiguió una cifra decente de público para el comienzo de su actuación. Al soltar el primer guitarrazo todo el que pasaba por allí tenía que acercarse a ver qué se cocía en el escenario. Electricidad, Rock, decibelios y todo lo que quieran sumarle, contundentes y animados, chapurreando algunas palabras en español estuvieron presentando lo que será su nuevo disco sin olvidar pildorazos como “That´s When I Reach For My Revolver” que acabó por llenar la gradería y hasta conseguir un pogo juvenil en las primeras filas.
Lástima que tuviéramos que decidir entre los americanos de nacimiento, y los americanos de espíritu. Guadalupe Plata sí abarrotaba el escenario Cadena Ser, donde también andaban de presentación, “La puerta” que sí pudimos escucharla entrelazada con el ya clásico “Jesús está llorando”, exitazo rotundo para los ubetenses, que siguen consagrandose como una banda de directo.
Llegados también desde Jaén, ahora Baeza, Supersubmarina irrumpían en el mayor de los escenarios que se encontraba a rebosar. Las estrellas de La Comarca, se encontraban casi de presentación oficial porque tres días más tarde saldría su nuevo trabajo, el segundo de su discografía. Meteórica carrera de los chicos, que para los directos han incorporado a los teclados a “Javi”, que dota al directo de una mayor entidad. Las imágenes más surrealistas del festival las vivimos con ellos tocando, poco importaba que la guitarra de “El Chino” no se escuchara apenas en todo el concierto (a pesar del cambio) el público fue allí a berrear (literalmente) las canciones del grupo. Si a esto le añadimos la excitación sexual que había en el ambiente (no escribimos lo escuchado por respeto) y que en “LN Granada” El Chino estuvo rapidísimo regalando estrofas a Sevilla nombrando la Giralda o El barrio de Santa Cruz, se pueden hacer una idea de lo que allí pasó. Si ya de por sí las melodías funcionan y se pegan, con bastante gracia jaenera y una soltura en el escenario muy notable, el éxtasis fue mayúsculo.
Supersubmarina son el grupo de moda de la ola Indie (no Indie) masivo que encarna perfectamente lo que necesita un promotor para sus eventos. Pero claro, para los que no nos sabemos las letras de carrerilla, la atracción por ver este espectáculo es algo menor. Las canciones tienden a parecer la misma hasta que llegan cosas como el cierre “Cientocero” que confirmó lo que esperábamos, Supersubmarina fueron los grandes triunfadores de la noche para casi todo el mundo. Enhorabuena al grupo y los que los tengan cerrados para este año, porque estos chicos están para plazas mucho mayores.
Una vez pasado el furor de la juventud, los ancianos del lugar teníamos cita con una parte fundamental de la historia de la música, Iggy & The Stooges iban a dar una masterclass. Iggy saltaba al escenario con su atuendo de guerra, pitillos vaqueros y a pecho descubierto (con el frio que hacia). Iggy sabe que es un mito para mucha gente y explota esta circunstancia, a sus 65 años y su cojera el repertorio de bailes y movimientos es digno de admirar. “Raw power” y “Search & Destroy” abrieron un repertorio espectacular que repasó toda la carrera de la mítica banda de Detroit con la clásica subida de público al escenario durante una canción. Con un comienzo arrollador y dejando para el final perlas como “No Fun” o “I Wanna Be Your Dog” Iggy & The Stooges consiguieron dar la mejor actuación de largo del festival, atronador y nítido sonido para la Iguana que enamoró y siguió siendo mito al menos una noche más.
A Lori Meyers les tocó bailar con la más fea, atrapados en un horario con La iguana en su comienzo y el colectivo !!! en su final, se sobrepusieron a la adversidad sin ningún problema y movieron a buena parte del público hacia su escenario. Los de Loja son unos expertos en el manejo de sus canciones, saben elegir qué necesita el público. Bailando a lo largo de sus cuatro álbumes y con un sonido impecable, asistimos a la enésima demostración de Noni y los suyos sobre unas difíciles tablas, ejerciendo como auténticos cabezas de cartel. Esta vez nos vamos a descubrir ante Antonio Lomas (Percusionista, hombre orquesta, segundo batería), que a pesar que se le cayó una baqueta haciendo filigranas, es un espectáculo por sí solo, capaz de sacar ritmos de un cencerro, timbal o lo que le echen, menudo músico que suma en una banda llena de figuras como es Lori Meyers.
Ver a tu grupo es como hacer el amor con él, por eso diremos que lo que no nos gustó (y no fuimos los únicos) fue la subida al escenario de dos de los miembros de Supersubmarina (estaba pactado también al revés pero Lori Meyers no se subieron al escenario con los Jaén). Asistimos habitualmente a un movimiento endogámico de los grupos, que se retro alimentan y comparten momentos de “compadreo” que al público no parece entusiasmar tanto como parece, porque es una manera de ver interrumpido algo que se está produciendo entre tú y tu grupo. Esta vez diremos que al menos los invitados dominaban “Tokio ya no nos quiere”, que también se agradece. Lori Meyers cerró su concierto con un bis donde sacó toda la artillería, “Aha han Vuelto” y “Mi realidad” dieron paso a la fiesta “territorial”.
Nic Offer y su banda disponían a dar otro golpe maestro al Territorios, !!! tienen la suerte de contar con un frontman como Offer que baila, anima y además canta a unas revoluciones importantes, hasta ha llegado casi a patentar su “Baile del Pingüino”.
A pesar de elegir un Set List bastante raro, salvo algún clásico tipo "Heart of Hearts" no sonó la habitual dinamita de la banda, eso hizo que parte del público se enfriara a pesar del gran bolo de los americanos y cuando todo parecía dispuesto a un bis memorable la banda decidió no salir, una pena que el público no apretáramos más.
El festival lo cerraron Buraka Som Sistema en lo que fue la actuación más hortera y descafeinada del festival, bochorno sobre las tablas incluido el archiconocido “Kalemba”, pero estos no iban a empañar el bestial sábado de Territorios. Enhorabuena a la impecable organización de este año. Hasta el año que viene (crisis mediante).