El viernes, de esta nueva edición del Contempopranea, se presentaba como el día más interesante, musicalmente hablando.
Tras una jornada intensa pero despoblada, el segundo envite nos iba a dejar los momentos más álgidos del fin de semana. El calor había sido la nota dominante de la tarde en Alburquerque pero la noche iba a venir con refresco de la mano de los murcianos Klaus & Kinski. Que siguen demostrando su variopinta propuesta de música e himnos, “Nunca estarás a la altura”, con humor de la mano de “Ojo por diente”.
Tras Maga, que el hambre se llevó por delante, llegó uno de los platos fuertes de la jornada, los granadinos Niños Mutantes volvían a su casa para presentar su último disco “Náufragos”. Y nada mejor que abrir con “Caerán Los Bancos”, idónea canción para tener al público en el bolsillo de una manera honesta y contundente. La primera clásica que se pudo escuchar fue la apertura de su “Mano, parque, paseo” de título “Veneno – Polen”. El set mezcló un par de canciones de su último Lp con un clásico, así tras “Dame Mi mano” y “La Puerta” llegó “No puedo más contigo”, eterna canción de los mutantes que dejaban constancia de lo grandes que son.
Pero fue el final, con un sonido muy notable, cuando el Paseo se vino abajo con la canción “Errante” más “Te favorece tanto estar callada” y el cierre con “La Voz” para dar uno de los conciertos del festival. Genial los Pixies de Granada que daban paso a uno de los cabezas de cartel de este Contempopranea.
La Casa Azul, en forma de trio, con una composición de pantallas en la parte de atrás, vino con un show que es una coreografía que planea sobre su último y mejor disco “La Polinesia Meridional”. “Los Chicos hoy saltarán a la pista” sirvió para romper el hielo y convertir la arena en pista de baile, porque eso fue lo que vimos, baile a raudales con “Colisión Inminente”, “La fiesta Universal”, “No más Myolastán” y hasta dio tiempo a ver al tímido Guille sobre los mandos del teclado. Momento que aprovechó para pedir disculpas de las dos pantallas que no se veían. Todas las canciones vinieron acompañadas de imágenes acordes con lo que el bueno de Guille cantaba.
Tras bailes, coreografías virtuales y con Milkway ya despojado de su estrambótico a la vez que futurista casco llegó el acabose con la “Revolución Sexual” para acabar de sudar lo que nos quedaba. Sin dejarla caer nuestros compañeros del Gallo verde Dj animaron el cotarro saliendo a por todas con un remix de “la ciudad de medianoche” de M83, muy acorde con lo vendría después. We Are Standard con un Backline de grandes citas iban a acabar de quemar las naves.
La propuesta de los bilbaínos no puede ser más brillante y más efectiva, música analógica con tintes electrónicos, repaso a todos sus hits contenidos en su primer disco, homónimo, aunque también hubo tiempo para dar a conocer las canciones de su Ep “Great Escape”, canciones como “7:45” mucho menos zapatilleras y más elaboradas, We Are Standard dieron los momentos más “bailongos” de todo el fin de semana con un frontman que cada vez se gusta más, con dos baterías síncronas hasta la saciedad y con un público que disfrutaba de las ventajas de estar poca gente.
En las Antípodas, la propuesta de Reina Republicana, posiblemente el grupo peor ubicado del festival, la banda del inquieto Israel Medina tienen un disco debut que es una delicia y su “nueva” frontwoman Maite no pudo causar mejor sensación, entre el violín y su vestido vaporoso fue un auténtico imán para todos. Defendieron de manera muy decente su corta discografía y a pesar de esa maravilla que es “La Reina” el público pareció, en su gran mayoría, estar a otros menesteres, y es que bien entrada la madrugada el pop luminoso no es su mejor ubicación.
En cambio Chinese Christmas Cards sí que parecían cumplir con lo que el personal necesitaba. Ritmos acelerados y pop electrónico al más puro estilo Two Door Cinema Club pero que no acabó de cuajar, tal vez falta de potencia o que las bases electrónicas sonaron bajas, concierto serio pero sin demasiada chispa.
Los Chicos Malos Djs cerraron una gran noche a golpe de Xuxa, Bon Bon Chip, Duro de pelar y demás clásicos atemporales, un una sesión bastante sinvergüenza (en el estilo más positivo de la palabra). Gran segunda jornada para el Contempopranea previo el desembarcado de fans de Amaral que llenarían el recinto solo 24h después.
Fotos: Toni Delong
