Ámerica estuvo un poquito más cerca de Madrid el pásado sábado
La Raya es el término para designar la frontera entre España y Portugal que es una de las separaciones entre los dos países. Otras cosas que nos separan son el desconocimiento y el poco interés en saber lo que ocurre en el país vecino (pregunta al típico listillo cultureta por cinco grupos indies portugueses y lo dejarás callado durante toda la noche) Y aunque tampoco somos tan distintos y los problemas que tienen en la actualidad ambos países son muy parecidos, son muy pocas las situaciones donde se pueden ver nexos entre ambas naciones.
Una de ellas ocurrió el viernes pasado en Joy Eslava de la mano de dos grupos que basan sus estilos en el folk anglosajón, que van desde esas viejas canciones de taberna que canta la gente mientras se emborracha a la Americana. Un amplio abanico donde resuenan los ecos de voces conocidas que van desde Leonard Cohen y Tom Waits a Neil Young o Nick Cave sin olvidar a bandas como The Band o The Handsome Family. No esta mal para unos muchachos de Coimbra y Pucela.
Para empezar la noche y mientras la gente iba entrando y se acomodaba se presentó encima del escenario Angel Stanich, uno de los miembros de lo que se ha llamado por parte de la prensa local de Valladolid como “New Pucela Sound” La verdad es que el muchacho va cogiendo tablas y se lo notó seguro durante su actuación donde además de tocar alguna de sus canciones se atrevió con una versión de “El Río” del granadino Miguel Ríos o como él lo llamó de un modo más correcto Mike Rivers.
Los siguientes en salir eran A Jigsaw un grupo portugués que me ilusionó desde la primera vez que los vi en el Europa Sur. Se presentaron en formato de trío y a Dios gracias, porque un problema con el alternador de la furgoneta casi no les permite llegar a tiempo para su actuación, de hecho no hicieron prueba, así que este concierto tiene mucho más mérito tanto de ellos como de Miranda, su técnico de sonido. La traducción de Jigsaw es el de sierra caladora y así es su música como una sierra que te va perforando poco a poco hasta que el final acabas rendido a sus pies.
Durante su actuación Joao Rui y sus secuaces dieron cuenta de su habilidad con diferentes instrumentos guitarras, banjo, teclados, armónica, autoharp y la percusión y por encima de todos se escucha una voz profunda e hipnotizadora en un inglés que suena real, para nada impostado, algo que mis oídos agradecen. Durante el bolo dieron muestra de sus dos discos el primero Like The Wolf tiene la esencia de la América profunda y redneck, el segundo Drunken Sailors And Happy Pirates con una reminiscencia más tabernaria, aunque ambos altamente recomendables y con canciones que te llegan muy profundo como “The Strangest Friend” “ My Name Is Drake” o “Like The Wolf” En el concierto también hubo tiempo para versiones; una de un grupo que nada tiene que ver con su estilo como “London Calling” de The Clash o “Shiralee” de Arizona Baby. En ambos temas supieron como llevarlos a su terreno y hacerlos suyos, exactamente lo que hay que pedir a una versión para que sea genial. Y todo lo que les cuento ocurrió en solo una hora de concierto, una pena porque es de las actuaciones que te gustan que no se acaben nunca.
Para cerrar la noche era el turno de Arizona Baby con cambios en la formación (Guille Aragón sustituía a Hermosilla) y la ayuda por momentos de Alex Izquierdo, hay que decir que Javier Vielba y el Señor Marrón siguen y que venían con ganas a presentar su nuevo EP The Truth, The Whole Truth And Nothing But The Truth
La verdad es que no defraudaron a nadie, Javier Vielba se ha soltado definitivamente y encima del escenario ha creado un personaje mitad predicador, mitad charlatán que ha conseguido enganchar al público, mientras el Señor Marrón sigue a lo suyo a demostrar maestría y saber mientras toca la guitarra y agita su larga melena. Guille Aragón además de su trabajo con las percusiones, ayuda con los coros.
Respecto a las nuevas canciones como “Rock and Roll Messiah” “If I could” “The end of the line” decir que encandilan al público como las más conocidas de sus anteriores discos y que también desfilaron durante su actuación sin olvidar las versiones como “The Model” el clásico de Kraftwerk que ya empezaron a tocar en la anterior gira o la respuesta A Jigsaw que fue un “My Name Is Drake” acelerado. Para acabar con “Shiralee” y “The Truth”
Una pena que la rigidez tanto de la normativa del Ayuntamiento de Madrid como de la sala impidieran que el concierto hubiera durado más porque los allí presentes nos quedamos con ganas de más, de mucho más.
