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The Vaccines

Come of Age

[Columbia; 2012]

4.8


Si hubiese que dar un titular para el segundo y último trabajo de los Vaccines sería: “Teta y sopa no caben en la boca”. Y es que la banda londinense ha querido seguir en la cresta de la ola, llenando salas y encabezando carteles con su primer y genial trabajo a la par que creaba, grababa y producía su segundo disco, “Come of Age”.

El que le hace la paga, y ellos lo han pagado sacando un disco de corte continuista (tal y como mandan los cánones cuando hablamos de un segundo disco), menos estimulante y efectivo que su predecesor, pero igual de inmediato. No hay más que escuchar los primeros temas del disco “No Hope” y “I Always Knew”, canciones con los mismos patrones que los de su anterior, pero ritmo menos desenfrenado y por ende, menos rockero.

La primera impresión del disco, tras los dos primeros cortes, es la de encontrarnos ante algo que conocemos, o más bien creíamos conocer, pero que el paso del tiempo ha transformado quitándole energía y convirtiéndolo en un producto dietético y por momentos insípido. Si con los Vaccines necesitabas una buena cafetera  para seguirles el ritmo, ahora un mero descafeinado te vale para pasarlos.

Sin embargo “All in Vain” y especialmente “Teenage Icon” nos devuelve a lo mejor de su primer trabajo, no sin dejar un recadito en forma de letra:

“I'm no teenage icon,

I'm no Frankie Avalon,

I´m Nobodys hero”.

Rompiendo un poco con esa línea continuista de su segundo trabajo nos encontramos con “Ghost Town” y “Aftershave Ocean”, siendo especialmente dolorosa esta última pues no hace mas que recordar a los petulantes y poco agraciados últimos discos(por no decir todos) de Red Hot Chilli Peppers. Solo queda esperar que haya sido un mero mojón dentro de los linderos que tiene todo campo y que no vayan por ese camino. Del resto del disco destacar “Bad Mood” con una guitarra impecable y cierto tinte rockabilly.

En definitiva, su segundo trabajo es de un corte mas compacto y unitario que el anterior, prevaleciendo el conjunto y careciendo de hits rompedores a golpe de riffs y batería, pero de comprensión rápida, por lo que la sensación que nos deja es la de cumplir con el expediente cuando podías llevarte matrícula.

Eso sí, al menos The Vaccines no engañan a nadie y seguro que su próximo directo en el Primavera Club hace que nos olvidemos de lo que ha sido un gatillazo en toda regla.

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