DORI CAYMMI
UTOPIA
Biscoito Fino
Nota: 8.75
Comentario:
Hace ya mucho tiempo que se toma a Dori Caymmi (82 años) como un artista serio, único y, sobre todo, independiente de su genial figura paterna, Dorival Caymmi. Y si esto es posible, en parte es por discos como el presente. Para grabar Utopia Dori se ha rodeado de compañeros eminentes, como el formidable Ivan Lins o los grupos MPB4 y Boca Livre. Los primeros colaboraron, en su día, con Chico Buarque y Toquinho ; mientras que los segundos hicieron lo propio con Milton Nascimento, Caetano Veloso, Gilberto Gil y Edu Lobo. Además, también participan la cantante Mônica Salmaso (con quien ya trabajó hace escasos años) y Sérgio Santos. Un álbum, por lo tanto, plagado de parcerias, de colaboraciones.
El primer corte, Búzio azul, inicia con un silbido y la guitarra de Caymmi. Al poco se suman el piano, el bajo y la percusión. En esta exaltación al mar (de casta le viene al galgo) destacan las afinadas armonías vocales y la riqueza de los arreglos. O nome da moça consta de los mismos elementos musicales, además de un clarinete. La moza -en concreto- es nada más y nada menos que la canción, que se representa mediante la metáfora de una casa humilde. Por otra parte, la mayor parte del tema la interpreta la mencionada Salmaso. En otro orden, Viageiro, constituida por el piano, la guitarra, la batería, el bajo, una viola caipira (instrumento similar a la guitarra, con diez cuerdas pares) y un acordeón, narra la historia de un caminante.
Pelas mãos do poeta –una de las composiciones más interesantes del álbum- versa sobre la palabra y sus posibilidades líricas y comunicativas. Suenan el piano, la guitarra, el bajo, la percusión y los dos nuevos instrumentos anteriores. Sozinho de nascença habla de un desconfiado eremita. Es, como la próxima pista, austera en cuanto a instrumentos, tan solo figuran la guitarra, el piano y un violoncello. Utopia, por su parte, consta de guitarra, bajo y cello. Aquí se describe la historia de un navegante que viaja por las costas de Angola, India y Portugal. Y como no podría ser de otra manera, se hace alusión a Fernando Pessoa. Creo que no hace falta añadir nada al respecto.
En Isabela, canción de tema amoroso, colabora Ivan Lins. Está compuesta de guitarra, piano, batería y flauta. Ambas voces, como era de esperar, funcionan muy bien juntas. Ninho de vespa cuenta con dos saxofones, alto y tenor, que ejecutan frases próximas al be bop. De este frevo (ritmo festivo de Pernambuco) también destacan las armonías vocales, a cargo de MPB4 Y Boca Livre. En Filete d’água, sobre el dolor provocado por la desdicha amorosa, se incorpora la flauta, así como un triángulo, a la guitarra, el piano, el bajo y la batería. Finalmente, en Filigrana vuelve a aparecer el clarinete. En esta canción se describe, muy bellamente, a una mujer mediante diversas imágenes y símbolos.
Utopia es una muestra más del buen gusto, la elegancia y la musicalidad de Dori Caymmi. Dorival podía estar orgulloso de su prole; Nana, Dori y Danilo, pues todos han resultado ser grandes músicos, cada uno con sus virtudes, estilo y universo. Las armonías son complejas y ricas, los arreglos están muy bien pensados y las colaboraciones hacen justicia al disco. Y todo esto aderezado por la voz grave y evocativa de su creador, que, asimismo, ha conseguido fusionar con coherencia y habilidad los géneros tradicionales de la música popular brasileña con los sonidos actuales. Fenómeno que no se veía desde el magistral Meu coco de Caetano Veloso. Ahora, que si alguien puede hacerlo, esos son los músicos brasileños.