Después de la gran noche vivida de la mano de Pony Bravo y sus invitados Za!, Lisäbo y Gipsy Aliens en la Jagermeister Opening Night, todo el equipo Slithersmusiczine estaba con mucho mono del Mono Monete.
Pero para poder aguantar las largas horas que se nos venían encima, era necesario cargar el depósito de gasolina, marcándonos un homenaje en el Mesón del Asador (un 1 en la quiniela Slithers en el Monkey Week). Con las pilas ya cargadas, nuestra jornada arrancó en la Sala Milwaukee escuchando Son & the Holy Ghosts.
A continuación, nos dispusimos a hacer la primera parada en la Plaza de Alfonso X, un escenario que nos encanta. Gran afluencia de público desde primera hora de la tarde, mientras en el escenario sonaban The Wheel and the Hammond, banda finalista del circuito joven pop-rock de andalucía, rock desenfrenado cantado en un aceptable inglés que confirmaban buenos pronósticos, el primero que el escenario mayor era el que mejor iba a sonar y que este año el circuito iba a tener mucho nivel.
Napoleón Solo congregó a bastante público en una sala que habitualmente no acoge conciertos, lo que se notó desde el minuto 1. Un sonido que no terminaba de afinar, hasta el propio Alonso bromeó con que "el ruido iba es parte de nuestras vidas y cosas así", una sala con una complicada acústica y el poco tiempo destinado a la prueba de sonido lastraron la actuación del grupo, que interpretó en la primera parte de su actuación una selección de temas de corte más íntimo. La segunda parte puso el pie en el acelerador y comenzaron a sonar los temas más conocidos de sus dos discos, Napoleón Solo en la ópera y su recientemente publicado Chica disco. Por desgracia, las ganas del grupo por hacerlo bien y las filigranas hechas desde la mesa no sirvieron para quedarnos templados por lo que pudo ser y no fue, mal programados, esa es la sesanción final. Tras la actuación los granadinos demostraron lo profesionales que son, regalando fotos y charlas con los que se quedaron.
Deprisa y corriendo nos trasladamos al Cielo de la Cayetana para ver la actuación de Los Alimentos. El local, muy amplio, presentaba poco ambiente al principio, aunque el goteo de asistentes fue constante durante todo el concierto (es lo que tiene la variadísima oferta del Monkey Week, muchos artistas y poco tiempo). Buena actuación de los cordobeses, que supieron aprovechar hasta el último milímetro de un escenario demasiado pequeño (en contraste con el local tan grande) para dar a conocer su música en el gran escaparate que supone el festival del mono monete. Una actuación que versó sobre su nuevo Lp que está por llegar, el pop con alma granadina y tilde cordobesa funciona y llega, letras íntimas, melodías pegadizas y frontman carismático deben bastar para que la banda tenga todo el viento a favor, los embajadores de la Puerta de Osario tras cuatro Eps están a punto de despegar.
A la vez que parte del equipo estaba asistiendo a Los Alimentos otra parte fue a ver el rock vibrante y sudoroso de Miraflores, con componentes que han pasado por grupos como Sr. Chinarro o Salieri, engrandecieron el pequeño local del Mondongo y eso a pesar de un pequeño corte de luz que hubo. Gran debut el de estos sevillanos que hará que empiecen a sonar en nuestros oídos de aquí en adelante.
Sin tiempo que perder, ponemos el punto de mira de nuevo en la mítica Sala Milwaukee para ver la parte final del concierto de Maga, que cerraron su actuación con su tema El ruido que me sigue siempre, con una sala a reventar apretaba de lo lindo hasta que los sevillanos regalaron versión de Creedence Clearwater Revival, en lo que fue un karaoke de primer nivel para el público más maduro y rockero.
El equipo Slithersmusiczine tiene muchos dichos, pero uno de los más repetidos en el Monkey Week es, ante la duda, a la Plaza Alfonso X y para allá que nos fuimos a ver a un grupo venido del País Vasco, llamado Grises. La apuesta no podía haber salido mejor.
Grises venían presentando su primer disco, titulado El hombre bolígrafo (Origami records, 2011), una mezcolanza de indie, pop, tintes electrónicos y mucha energía positiva, que hizo bailar a buena parte del numeroso público congregado en la plaza del castillo. A destacar sus temas Parfait, Plástico eléctrico y el tema que da nombre a su disco, El hombre bolígrafo.
Ante la larga noche que se nos venía encima, aprovechamos la transición en el escenario de la Plaza Alfonso X entre Grises y La suite bizarre para el momento avituallamiento nocturno, volviendo a nuestra posición en la plaza justo a tiempo para disfrutar la actuación de La suite bizarre (a los que parte del equipo Slithersmusiczine ya tuvimos la ocasión de escuchar en el Festival Bahía Mar), desgranando al público su disco Sex is medicine. En la Plaza se mezclaba muchos asisitentes al festival y mucho curioso que pasa por allí ve un "sarao" y se queda a tomarse una cerveza, así que no siempre es fácil salir a tocar allí. Pero claro, si buscas un "jaleo" no diga eso, diga "Suite Bizarre", menuda desfachatez divertida lo que el respetable se encontró allí, ritmo, Funk, baile y fiesta para cerrar las actuaciones al aire libre.
Cambio de escenario, en esta ocasión a la Sala Mucho Teatro, para disfrutar de tres platos muy fuertes del festival.
La noche en la Mucho Teatro la abrieron Hola a todo el mundo, ese grupo que nos sorprendió a todos y nos dejó en un limbo musical hace un par de años, en esa misma sala, con su propuesta Hippie, flower power y pacifista a partes iguales. Pues bien, quienes acudieron a ver la segunda parte de aquella historia, no acertaron en absoluto.
El grupo, que presentaba su tercer disco titulado Ultraviolet catastrophe, ha dado un giro radical a su música, mucho más cerca del estilo electrónico que del flower power de antaño, del que apenas quedan vestigios. La actuación de HATEM dejó patente dos cosas, primera que HATEM son unos músicos excelsos, y segundo que viven de las modas, esta segunda es una cualidad peligrosa.
Si hace unos años se decía que eran los Arcade Fire españoles, ahora podríamos decir que de esa influencia y de ese movimiento orquestal no queda nada en los madrileños, ahora la tendencia es un dream pop de fuego lento, algo así como Beach House o los M83 originales, pero menos inmediato. La adaptación es una gran cualidad del grupo pero puede obligarte a deshacerte de tus anteriores canciones porque no casan en tu nuevo repertorio y esto obliga a la banda a vivir en el alambre, el nuevo disco, funciona muy bien, pero al grupo le falta encontrar el equilibrio entre el primer y tercer disco, olvídandose del flojísimo "Estela Castiza".
Con el tiempo justo para tomar una cerveza tranquilamente, volvimos a nuestras posiciones de combate para presenciar la actuación de la coruñesa Jane Joyd (Elba Fernández) y su banda, de la que solamente teníamos unas breves pinceladas, pero que apuntaban buenas maneras. Y se vieron confirmadas en su actuación vocal e intimista que lució, y mucho, en la Sala Mucho Teatro.
Y tiene mucho mérito, pues el comienzo de la actuación estuvo marcado por el gran ruido reinante en la sala y los múltiples cuchicheos entre los presentes (muchos de ellos "artistas"), que luego no se cortan un pelo a la hora de pedir respeto (cuando interesa). Feo gesto, que por suerte no logró ensombrecer la actuación. una artista de los pies a la cabeza a la que no perder la pista.
Y llegó probablemente uno de los nombres más conocidos del festival, Xoel López (ex cantante del conocidísimo grupo Deluxe), que ya había actuado por la mañana en el Teatro Pedro Muñoz Seca.
Pese a que Xoel López venía presentando su disco Atlántico, era complicado no ver en el escenario a Deluxe y soñar con oir alguno de sus himnos. Pero no era el día de soñar. Xoel se dedicó a desgranar uno por uno los temas de Atlántico, disco producido y grabado en Sudamérica, con sonidos muy propios de aquellos lares y, todo hay que decirlo, con un buen acabado. La puesta en escena fue correcta, aunque sin grandes alardes y la ejecución de los temas no defraudó a los presentes.
Una buena actuación, pero no nos gusta la moda de los artistas de renegar cuando les interesa su pasado, sabemos que Xoel no lo hace, pero se empeñó en meternos en vena "Atlántico" y debió de regalar alguna vesión de su pasado para acabar de poner un broche perfecto a una jornada intensa y muy variopinta del MW. Durante el concierto de Xoel y durante toda la noche, el nombre más repetido entre los asisitentes era el de Lorena Alvárez, el sábado tendríamos que ir a comprobar qué tiene de especial esta chica.
Tras Xoel, hora de volver a casa y cargar las pilas para la jornada del sábado.
Si asististe como público búscate en nuestra galeria (Flickr)