Para los no duchos en el tema lo del E3 puede que les suene a último modelo de aspiradora, pero los que siguen el mundo de los videojuegos sabrán que el E3 es la convención de ocio electrónico más importante del mundo celebrada en Los Ángeles cada año.
Organizado por la ESA (Entertainment Software Association) desde 1995, en esta especie de feria mundial las grandes empresas de este sector muestran al mundo en “primicia” sus últimos productos, lo más puntero del mercado, previniéndonos de lo que se nos viene encima en cuanto a última tecnología se refiere a corto-medio plazo, ya sea tanto hardware como software.
Este año esta reunión se ha celebrado recientemente entre los días 4 y 5 de Junio, y qué queréis que os diga, a mi me ha resultado un tanto decepcionante, un quiero y no puedo de las grandes compañías que luchan por conseguir un trozo del pastel que cada vez se hace más empachoso para nosotros, los usuarios, los verdaderos jueces de todo este cotarro.
Si estás leyendo este artículo es porque te interesan los videojuegos, y si te interesan los videojuegos es posible que ya hayas leído los escrupulosos análisis que hay diseminados por toda la web acerca de este evento en las distintas páginas específicas del sector, así que no pienso haceros otra precisa disección de todo esto, simplemente os contaré mi visión más subjetiva de toda esta feria sin aburriros demasiado. Si queréis más información ya sabéis dónde debéis acudir.
Por un lado definiría el E3 con un “Uuufffffff”. Sí, una onomatopeya, un suspiro de alivio al ver que la próxima generación de consolas se hará esperar un año más (eso si obviamos a WiU). Ni Microsoft ni Sony han mostrado sus nuevas máquinas, y vosotros diréis, “¿y eso es bueno?” Pues no, no lo es, pero teniendo en cuenta la actual situación económica tener que desembolsar una cuantiosa cantidad de dinero por una nueva y flamante consola de nueva generación supondría un varapalo monetario para nuestros ya maltrechos bolsillos. Además esta situación le viene de perlas a compañías como Sony que está viendo como su PS3 está empezando a serle rentable desde hace no mucho (incluso PS2 sigue dando beneficios a la multinacional japonesa). A esto hay que sumarle que no están en su mejor momento, con el fracaso que está suponiendo por ahora la salida al mercado de PS Vita. Así que aventurarse en otro rimbombante lanzamiento con todo lo que ello acarrea económicamente no es lo que más conviene a Sony en este momento. Pero no desfallezcáis, ya que, Scott Rohde, uno de los pesos pesados de Sony America, confirmó que ya están en desarrollo juegos para una futura PS4. Aunque no se si alegrarme o ponerme a temblar.
La más beneficiada de todo esto es Nintendo, que se frota las manos al ver la incapacidad de sus enemigas de colarnos otra consola con más y mejores gráficos. Estos si que pueden decir “uuuuffff”.
Como iba diciendo, todo empezó el lunes día 4 con Microsoft como encargado de abrir el tarro de las esencias (que no fueron tantas). De ellos dependía el devenir del resto de las presentaciones, ya que se decía que según lo que mostrasen los de Redmon actuarían en consecuencia las demás compañías, aunque eso nunca lo sabremos.
Empezaron mostrándonos videos y gamplays de juegos como Halo 4, Tomb Raider, Fifa 13… El dejavu con respecto al año pasado era más que evidente. A lo que hay que añadir otros juegos como Gears of War, más Call of Duty, Resident Evil 6, y tiros y más tiros. Si alguien dudaba de que esta era la generación de los shooters creo que quedó más que resuelta.
Hicieron un esfuerzo intentando sorprendernos con una nueva tecnología llamada Smartglass. Nos mostraban como ejemplo un juego de fútbol americano manejado con una tablet… ¿Alguien dijo Nintendo? Pero amigos de Microsoft, a quién queréis engañar a estas alturas. Lo que decía, originalidad menos 20. Y mejor no hablo de esa especie de Angry Birds con castillos controlados con Kinect, Wreckateer se llamaba la criatura.
Al día siguiente tocaba la puesta en escena de Sony. Ante la ausencia de nuevo hardware que mostrar qué puede calmar la sed de los escépticos usuarios: pues nuevas y frescas franquicias. De esta forma pudimos ver juegos como Beyond, De Quantic Dream (Heavy Rain) y The last of us, lo último de Naughty Dog. Además nos mostraron otras cosillas de la casa como una nueva entrega de God of War y ese Smash Bros de Sony, Play Station All Star Battle Royal.
En cuanto a PS Vita la cosa no estuvo muy fina, la verdad, y el asunto empieza a ser alarmante para esta consola portátil, aunque no quiero hablar antes de tiempo.
En líneas generales podríamos decir que la conferencia de Sony fue moderada y sobria, sin sorprender, pero tampoco sin llegar a decepcionar.
Y antes de pasar a la que estaba llamada a ser la reina del E3, Nintendo, me detengo en la que le arrebató el título, Ubisoft. La compañía francesa trajo bajo el brazo un suculento número de productos y alguna sorpresilla que no esperábamos, desde los ya anunciados Rayman Legends (este juego me encanta, lo reconozco) para WiU o Assassins´s Creed 3, pasando por Far Cry, Splinter Cell (si, más shooters). Y ahora viene lo bueno, las sorpresas a las que me refería, Watch dogs, una especie de sandbox con toques tecnológicos y ZombiU, una primicia para la nueva consola de Nintendo que parece que explota bien las características del innovador pad de la compañía de Kioto, una especie de survival horror que me ha llamado la atención a pesar de ser un shooter en primera persona (si, qué pasa, no me gustan los shooters).
Y por último esa empresa que va a su aire, Nintendo. Aunque era la última en presentarse no perdió la oportunidad de dar un golpe de efecto días antes, justo antes de que diese comienzo el E3 distribuyó imágenes y datos de WiU en un “memorable” video con Iwata, el presidente de la compañía, dando muestras de su “glorioso” inglés en un discurso que no se si lo he dicho ya, pero fue “memorable”…
Pues eso, que tras mostrar un mando clásico y alguna que otra zarandaja más en forma de video para WiU quisieron desviar un poco la atención del E3, al menos hasta que ellos aparecieran en escena. Se esperaba mucho de Nintendo, ¡¡¡demonios, presentaban consola nueva!!! (mejor dicho, re-presentaban consola nueva) y la verdad es que desilusionó. Todo el mundo esperaba con ansias grandes franquicias de la compañía, como Zelda, Metroid o algo así, pero lo más parecido que vimos a eso fue un resucitado Pikmin con su tercera entrega y unos gráficos remozados. Otro Super Mario en 2d (otra “gran novedad”), Mass Efect 3, Batman Arkham City, a no, espera, si estos juegos ya salieron hace tiempo. Menos mal que estaba ahí Ubisoft para mostrarnos ese ZombiU que parece estar dispuesto a explotar todas las posibilidades del revolucionario mando con pantalla táctil de WiU. Esto creo que es algo positivo, todas (o casi todas) las desarrolladoras que han mostrado su trabajo para WiU están dispuestas a sacar rendimiento de todas las bondades del mando táctil, cosa que no estuvo tan clara (y así se vio) con los juegos de Wii y su control de movimiento en su día.
En cuanto a 3DS ni me preguntéis, nada que no conociéramos antes, salvo ese Castlevania Mirror Fate, que reconozco que me hace la boca agua. Además ni rastro de esos rumores que pronosticaban la aparición de una revisión de la portátil, aunque eso no lo descarto a corto plazo.
Poca cosa más que destacar del Wi U, bueno, quizá no estaría de más nombrar Miiverse, una suerte de red social con la que pueden establecer comunicación los usuarios de Nintendo y Nintendoland, una aplicación con la que el gigante japonés pretende seguir explotando los juegos casual, para no perder de vista ese jugoso y apetecible mercado que ha reportado tan pingües beneficios a Nintendo.
Y esto es lo que ha dado de sí el E3 de 2012. En conclusión decepcionante, en el que las buenas y frescas ideas brillan por su ausencia, en la que las compañías no se atreven a arriesgar lo más mínimo ante la crisis que nos azota, y donde a falta de nuevos y potentes hardwares mantienen guardados en un profundo cajón pensamientos revolucionarios y planteamientos originales. Menos mal que siempre nos quedarán los juegos indie para darnos ese soplo de aire fresco.