Estrenamos nueva saga videojueguil
Como podéis ver el término “Indie” no solo afecta a ciertos productos musicales o cinematográficos, también se extiende a medios como el de los videojuegos, donde el auge de la distribución digital, que resulta sencilla, rápida y económica ha favorecido notablemente al espectro videojueguil, y más concretamente a este tipo de juegos, que han sabido encontrar en smartphones y tablets unos grandes aliados. Sin olvidarnos de los distintos bazares de descarga digital como Steam, PlayStation Network, eShop o Xbox Live; donde conviven felizmente con juegos mainstream de gran presupuesto, o AAA, como se les suele conocer.
Los videojuegos independientes están realizados por humildes equipos de programación de pocas personas (o solo una en muchas ocasiones) que cuentan con un reducido presupuesto y escasos medios, que se traducen en juegos muy modestos a nivel técnico pero terriblemente jugables y divertidos, que suelen contar con mecánicas innovadoras y ciertos conceptos transgresores.
En muchos otros casos se tira de nostalgia para recrear mundos bidimensionales a base de pixeles que nos recuerdan a los videojuegos de nuestra infancia, como es el caso de este producto patrio, Maldita Castilla, un juego que apareció en diciembre de 2012 de forma gratuita para PC (aunque ya está también disponible para Ubuntu y Ouya, la consola Android) y que aún podéis descargar en la página del malagueño Locomalito, esta especie de “artesano digital”, que en sus ratos libres sacó tiempo para crear esta maravilla arcade que bebe descaradamente de clásicos como Ghost´n Goblins. De hecho podemos decir que estamos ante el hijo bastardo de este juego, pero al que su creador ha querido dotar de una personalidad genuinamente castellana, apoyándose para ello en la mitología ibérica y sobretodo en el libro de caballería fantástica Amadís de Gaula.
La aventura nos pone en la piel de Don Ramiro, que enviado por el rey Alfonso VI de León, debe liberar del mal las tierras de Tolomera del Rey, a través de 6 fases deberemos hacer frente a una serie de demonios y demás fauna variada mientras buscamos una serie de piedras que nos abrirán las puertas del Averno.
Como ya habréis advertido, nos encontramos ante un juego de plataformas y acción en scroll horizontal de estilo añejo y ambientación caballeresca de diversión y jugabilidad endiabladas, que no nos dará un solo respiro. Para ponernos las cosas más fáciles disponemos de una serie de power ups como unas botas para facilitarnos el salto, un escudo para resguardarnos, pociones de invencibilidad temporal, o un hada protectora. Vamos, lo típico para este tipo de aventuras. Sin olvidarnos de las armas, todas arrojadizas, como las dagas, que vienen por defecto, las hachas, que infligen gran daño, o las hoces, con efecto bumerang.
Todo ello bien empaquetadito con unos gráficos pixelados y superdeformed que poco tienen que envidiar a antiguas sagas arcades, con un filtro incluido, que nos hará recordar esas arcaicas pantallas de tubo de rayos catódicos. Sobredosis de nostalgia, vaya. A la que tenemos que añadir también una dificultad no menos retro, no os dejéis engañar por la facilidad de los primeros niveles, ya que la cosa se pone chunga, y mucho; en la que los jefes de final de cada fase se llevan la palma, sin dejarnos atrás los subjefes, que también tienen su miga. Menos mal que tenemos continuaciones infinitas, aunque ya os digo yo que el final cambia si abusáis de ellas. Aunque ese no será el único factor que interfiera en los posibles finales…
Y para ponerle la guinda a este magnífico pastel una banda sonora a la altura, escrita por Gryzor87, un asiduo en los trabajos de Locomalito, que no se ha perdido la ocasión de volver a mostrarnos su habilidad para componer emulando el chip Yamaha YM2203, con el que se elaboraban los sonidos de antiguas producciones videojueguiles. Una especial mención para el tema El Alcanzar, me encanta esa composición.
Otro que ha estado presente en anteriores trabajos de Locomalito y que también se hace ver aquí es Marek Barej, con sus ilustraciones y como aporte final Jacobo García con un libro de instrucciones majestuoso, a la altura del conjunto.
Si añoráis los salones recreativos no podéis ignorar este juegazo, que os tendrá enganchados hasta que no lo acabéis. Y sin tener que echar cinco duros…