Estamos en la era del Big Data. Lo más valioso que tienen las empresas es la información en sí y gestionar esa cantidad de datos puede resultar complicado.
Cuándo hablamos de analítica web, ¿de qué estamos hablando? Estamos hablando de enfocar nuestra actividad a objetivos concretos y, a partir de ellos, saber qué variables (KPIs) vamos a tener en cuenta para lograr dicho objetivo.
Supongamos que tenemos una página web en la que vendemos chapas personalizadas pero, por algún motivo, los clientes llegan a la cesta de la compra y, de ahí, huyen despavoridos. Si esa web la tenemos enlazada con algún programa de analítica (Google Analytics además de gratuito es el más conocido) podemos sacar información del comportamiento que tiene nuestro usuario hasta que llega a la conversión (compra).
Si en vez de perdernos entre las miles de variables que nos ofrece la analítica nos centramos en puntos concretos, posiblemente saquemos varias cosas en caro. ¿Cuál es nuestro objetivo? Aumentar en un 20% la venta de chapitas. ¿Cuáles son las KPIs que vamos a tener en cuenta para lograrlo? Conocer a tasa de conversión que llega desde cada una de nuestras tácticas y aumentarla a través de diversas acciones.
Por ejemplo, si desde social media se generan el 20% de las ventas y queremos que esto aumente, ¿cómo lo haremos? Primero conociendo, a través de la analítica, cómo son esos consumidores que nos llegan de RRSS, sabiendo de qué redes vienen, cuánto tiempo están en la página, dónde se van después, conociendo qué otras páginas siguen o cuáles son sus gustos y aficioes. Una vez que recopilemos esta información, tendremos que trabajar esas redes e incluso crear nuevas, hacer concursos, buscar nuevos seguidores, usar Pinterest e Instagram (por ejemplo) como escaparate del producto, etc...
Si lo hacemos así, a la hora valorar los resultados podremos medirlos fielmente, sabiendo de dónde partíamos y qué es lo que hemos logrado. Usando toda la información que nos proporcionan las herramentas de medición conoceremos en cuánto han aumentado nuestros ingresos a través de cada táctica. Eso en este caso en concreto, si no vendes nada y ofreces contenido, hay otros datos que la analítica te puede proporcionar.
Yo estoy empezando en el mundo de la analítica web y ¡reconozco que me encanta! Y ya que hemos hablado de Google Analytics un día os contaré los modelos de atribución de Google (o como barrer para casa). Y mientras tanto, ¡conéctate a Sara!