Título: Searching for Sugar Man (Searching for Sugarman)
Año 2012
Duración 85 min.
País Suecia
Director Malik Bendjelloul
Guión Malik Bendjelloul
Música Sixto Rodríguez
Fotografía Camilla Skagerström
Reparto Documental, Sixto Rodríguez
Productora Coproducción Suecia-Reino Unido; Red Box Films / Canfield Pictures / Passion Pictures
Valoración 6.9
Reciente ganador del galardón al Mejor Documental en la última entrega de los Oscars, SEARCHING FOR SUGAR MEN resulta un curioso ejercicio en el que la fuerza de la historia narrada, el incuestionable atractivo de la figura protagonista y la calidad de la música creada por éste se tornan elementos aportadores de un interés superior, que sabe suplir la poco compleja puesta en escena con la que Malik Bendjelloul, su realizador, soluciona el envite. El film es uno de esos productos en los que el atractivo emocional de los ingredientes emplazados acaban imponiendo un interés ante el que se rinde el trabajo de un realizador que, sólo con no entrometerse en la valía de aquellos, ya hace bastante por lograr la efectividad global de la causa.
El documental indaga en un hecho musical del todo atractivo, pues aborda los curiosos acontecimientos que giraron en torno al surgimiento, la rápida desaparición mediática y comercial, y el inesperado posterior relanzamiento de un cantante llamado Rodríguez. El film parte desde este último acaecimiento, esto es, analizando los pormenores de las inesperadas vicisitudes que tuvieron como consecuencia el extraño suceso que investiga el film en lo que se constituye como el meollo central de todo el film.
Las primeras imágenes de SEARCHING FOR SUGAR MEN nos trasladan a la sudafricana capital de Ciudad del Cabo. Allí se nos presenta al propietario de una tienda de discos que se declara admirador de un cantante que durante la década de los setenta se convirtió en todo un mito para la población de aquel país: para la negra sometida por el Appartheid y para la blanca que no era partidaria de la barbarie xenófoba que fundamentaba el mandato del gobierno que lo sostenía.
Lo curioso del caso es que esa fama vino gestada por una cinta copiada de un original que una turista norteamericana llevaba durante un viaje a ese país. El paso de una mano a otra desencadenó el fenómeno, pues las noticias sobre el cantante que era escuchado en la grabación eran muy trágicas. Al parecer éste se había suicidado en público tras haber fracasado estrepitosamente en su país con ese álbum. SERCHING FOR SUGAR MEN aborda la historia de un doble descubrimiento. De un lado, el de dos jóvenes sudafricanos que, por azar, dieron con el paradero de Sixto Rodríguez, y, de otro, el de éste último al ser sabedor de que había sido un mito para millones de personas sin él haber sido consciente de ello.
Lo más interesante de la propuesta es el modo empleado por el realizador para narrar los acontecimientos que tiene entre sus manos. De alguna manera, podríamos catalogar al ejercicio como un biopic construido con soporte no ficcional, esto es, como un film biográfico de ficción, atacado desde los parámetros de una investigación documental.
El seguimiento a la historia de un músico retirado, poseedor de una formidable leyenda músiico-social totalmente ajena a la vida cotidiana que tuvo que empezar tras abandonar su carrera artística al ser despreciado por el público y la industria musical de su país, está hecho mediante la inserción de las imágenes y confesiones del cantante en la actualidad, las declaraciones de quienes provocaron su búsqueda desde Sudáfrica, los comentarios de las hijas del primero relatando la vida junto a su padre y, por supuesto, los documentos audiovisuales de la época en la que sucedieron los acontecimientos.
El documental aborda su investigación situando en primer término, de forma poco disimulada, el punto de vista fascinado de los dos ciudadanos sudafricanos que tuvieron noticia de que Rodríguez no estaba muerto. Desde esa fascinación están narrados todos los hechos. En ese sentido cabe decir que la concatenación de todos ellos está conducida con un notable sentido de la dosificación de las revelaciones. Ésta se convertirá en el recurso narrativo más efectivo de todo el metraje, pues no serán pocas ni menores las que se inscriban dentro de él.
Uno de los atractivos principales de la propuesta se fundamenta en lo bien aprovechada que resulta la comparativa entre las imágenes del cantante en la actualidad y las que remiten a su elevación como mito en la Sudáfrica de los setenta. Está encuadrada con profundidad la serenidad, la sapiencia con la que el cantante asumió el fracaso de su excelente música en aquel momento, después de haber sido descubierto en Detroit en 1970 por los directivos de una discográfica que lo vieron actuar en local de dicha urbe.
De toda esa yuxtaposición de tiempos, develamientos y hallazgos emerge un film sugestivo, narrado con soltura, muy ordenado, ágil y emotivo, en el que, no obstante, queda la sensación de que determinados aspectos no son abordados con la hondura requerida: el hecho de que las noticias de la falsa muerte no fueran esclarecidas en su momento, las causas de esa conformidad, las inquietudes y los recelos de falsedad que originó la noticia de la llegada a Sudáfrica del cantante años después de su boom son aspectos que, junto a otros, aparecen meramente enumerados sin que se aperciba el más mínimo amago de indagarlos, pues el interés por la narración total parece evitar ese detenimiento. El film es, quizás, demasiado convenido para abordar un asunto extrañamente excepcional que, da la impresión, parece exigir un punto menos de racionalidad y de clasicismo narrativos.
Con todo, el hecho de que gracias a él se haya producido el rescate de un músico extraordinario ya basta para que alabemos su intentona. SEARCHING FOR SUGAR MEN nos da de bruces con un puñado de temas que sólo pueden ser calificados de excelentes. La película emociona porque le brinda a Rodríguez la oportunidad de una justicia profesional que le fue negada en su día. Insistimos, la calidad de los temas escuchados es altísima tanto en el aspecto compositivo como en el sonoro. En el próximo Primavera Sound, por cierto, quienes tengan ganas de conocer al artista en vivo, encima de un escenario, van a tener el privilegio de comprobar si es cierta la grandeza que apunta SEARCHING FOR SUGAR MEN.
Los momentos en los que la cámara se detiene en la calma sabia, juiciosa e inescrutable de Rodríguez, en los que se analiza el modo en el que supo vivir el rescate de su memoria cual si del protagonista de un cuento como el de la Cenicienta y su carroza/calabaza mágica se tratara, o en los que escuchamos las impresiones de los albañiles que, de pronto, conocen el pasado artístico de su compañero de trabajo, dan buena cuenta de ese terreno impreciso, nostálgico, reivindicador, analítico sobre el misterio de la identidad humana, sobre lo que pudo haber sido y no fue, sobre lo que fue pero no fue sabido.
El film es mucho más interesante en las fisuras que permite los recovecos del asunto abordado que en los esclarecimientos que asume como objetivo. Ahí radica el sencillo encanto de esta exitosa propuesta.
