Comanchera Poster

Título original:  Hell or High Water

Año: 2016

Duración:  102 min.

País:  Estados Unidos

Director:  David Mackenzie

Guión: Taylor Sheridan

Música: Nick Cave, Warren Ellis

Fotografía:  Giles Nuttgens

Reparto: Jeff Bridges, Chris Pine, Ben Foster, Gil Birmingham, Katy Mixon, Dale Dickey, Kevin Rankin, Melanie Papalia, Lora Martinez-Cunningham, Amber Midthunder, Dylan Kenin, Alma Sisneros, Martin Palmer, Danny Winn, Crystal Gonzales, Terry Dale Parks, Debrianna Mansini, John-Paul Howard

Productora:  CBS Films / Sidney Kimmel Entertainment / Oddlot Entertainment / Film 44 / LBI Entertainment / Oddlot Entertainment production

Nota: 8.5

Nada lo hacía prever, pero el meramente ajustado David Mackenzie ha conseguido pasar por encima de su tendencia a no saber apurar al máximo las posibilidades de la idea de partida sobre la que ha basculado alguno de sus films. Comanchera 1COMANCHERÍA es, con diferencia, su mejor obra. En ella se postula como un realizador intensamente astuto, conocedor absoluto de las reglas de uno de los géneros clásicos, el thriller, al que sabe hundir, remozar esencialmente hacia la geografía evocativa del western. Persecuciones, tiros, motines, terrenos, sheriff, forajidos y, sobre todo, soleados paisajes desérticos abundan de modo fascinantemente árido en la evocación juiciosa, fértil, de esa mítica referencia genérica. El film hace de la mixtura su firme razón de ser, logrando que en ningún momento se tenga la sensación de choque de confluencias, de gratuidad yuxtapuesta, sino que su contemplación transcurra siempre precisa, atenta, genuinamente  enérgica, cabalgada de inclemencia expositiva que, en modo alguno, tiene la tentación de mecerse en paralizante nostalgia.

Dos hermanos con problemas para pagar sus deudas con un banco que les quiere desposeer de unos terrenos heredados deciden convertirse en asaltadores de oficinas bancarias, tratando de reunir únicamente la cantidad que les hace falta para cumplir con el requerimiento.Comanchera 2 Un veterano agente de policía se hace cargo del caso y se empeñará en la tarea de adelantarse a los acontecimientos. Con este enfrentamiento de intereses, Mackenzie traza un auténtico volcán de arrojos intuitivos en el que primará la paulatina pincelación de los caracteres de los tres personajes y la captura determinista de la dureza, el desamparo y la sequedad de la demarcación geográfica en la que transcurren los hechos: Texas, encuadrada en toda su fantasmagórica inflexibilidad, cual si de vestigios herrumbrosos, solitarios se tratara.

Perseguidor y perseguidos son observados con el mismo rigor contemplativo. Sin un ápice de enjuiciamiento moral, COMANCHERÍA impone un agreste western contemporáneo, aturdido de consecuencias casi determinadas, sudado de agónicas salvaguardas personales y machacado de tórridez moral. Alimañas condenadas a una redención imposible, siervos de una conciencia desolada y tosca como el ambiente que las caldea, los personajes de COMANCHERÍA devienen en pertinaces creaciones dramáticas, a las que el realizador sabe en todo momento escuchar. Comanchera 3El film, como ha quedado referido, reclama la pertinencia del western, en tanto que paisaje retrospectivo sobre el que emplazar una mirada contemporánea nada exenta de pesimismo, decepción y amargura.

De ese género se nutre la médula espinal de COMANCHERÍA. Mackenzie adorna, vigoriza la puesta en escena con filias y correlaciones  que, de modo constante, vehemente,  apuntan a la vindicación, al influjo de ese mítico corpus fílmico: el vestuario de los personajes, el comportamiento de éstos, la aspereza de los magníficos diálogos, el regusto por los encuadres con aquellos sentados en un poche, la contemplación de los automóviles en movimiento cual si de cabalgaduras se trataran, elementos decorativos como las dos grandes flechas de neón, las bromas entre el veterano agente policial y su ayudante indio. Sin embargo, la película jamás se postula como un ejercicio retrospectivo al hacer mediar una suerte de pátina socioeconómica que la acribilla de astrosa actualidad: los acuciantes problemas pecuniarios del hermano pequeño, la brutal crisis económica a la que hacen referencia carteles, pintadas, anuncios y detalles como esos quejosos ganaderos escapando a un fuego irrumpido en las tierras en donde las reses se alimentan de sus pastos, el mal encarnado por una entidad bancaria… Malos tiempos para la leyenda. La aureola de unos tiempos remotos magnificados por el cine ha dado paso a una sociedad perforada en su supervivencia. Todos los personajes de COMANCHERÍA se saben inscritos en un tiempo sin mítica, ahogado de expectativas, herido con causa fragmentada en pagos pendientes de cumplir. Afligida, indeleble, noble y certera, la nueva película de David Mackenzie irrumpe a ojos del espectador en calidad de íntegro agasajo cinematográfico. Un film erguidamente indispensable.

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