Esto fue lo que pasó en la última jornada en Electrónica en abril de La casa encendida de Madrid. Una deliciosa locura.
Foto: Jose Carlos Pérez Gago
Inclasificable, genial, divertido, delirante…Se me hace bastante díficil poner en orden mis pensamientos para poder explicar lo ocurrido en el concierto que Dan Deacon ofreció el pasado domingo 10 de Abril con motivo del Festival ‘Electrónica en Abril’ en La Casa Encendida. Y es que a pesar de estar más que avisado, la actuación de este peculiar showman me dejó perplejo, dibujando una sonrisa en mi cara que duró varias horas, y quedando seguro para el recuerdo de todos los que tuvimos la suerte de asistir a semejante espectáculo.
Foto: Jose Carlos Pérez Gago
Dan Deacon, que venía por vez primera vez a Madrid y esta vez venía en solitario (a diferencia de su actuación en el Primavera sound donde vino acompañada de una gran banda) colocó todo su equipo, compuesto por varios pedales modificados, un micrófono, un generador de ondas y un Casio (además de una calavera luminosa y luces) justo debajo del escenario, animando al personal a acercase a él, hasta el punto de rodearle completamente. Justo antes de empezar la actuación, pidió a todos los allí presentes que cerrásemos los ojos y nos teletransportáramos a altas horas de la madrugada del viernes, generando de esta forma el ambiente propicio para lo que allí estaba a punto de suceder.
Foto: Jose Carlos Pérez Gago
Y es que la fama que acompaña a este pedazo de artista está más que justificada. A base de loops sicodélicos de lo más bailables, creados a base de cortocircuitos e impregnados en de la cultura pop y sin separarse en ningún momento de su micrófono, consiguió poner patas arriba a una Casa Encendida en plena tarde dominical. Un concurso de baile genial, donde el público era absoluto protagonista del espectáculo y se sacaban unos a otros en una pista de baile improvisada, momentos de reflexión palpando cabezas ajenas, histeria colectiva, locura infinita, bailes exóticos, luces de colores y sobre todo mucho humor fue lo que nos ofreció este genio del siglo XXI. Inolvidable.
Foto: Jose Carlos Pérez Gago
A continuación tuvimos la ocasión de escuchar a uno de los último fichajes de sello Warp Records, el británico Hudson Mohawke. Lástima que la sala se quedará prácticamente vacía por momentos, porque este joven artista nos ofreció una sesión de lo más variopinta, donde el dubstep, el funk y el hiphop se entremezclaron con la electrónica más experimental, típica de este sello. Gran sesión de Hudson Mohawke (HudMo para los amigos) que supo leer perfectamente la pista de baile para devolverla (casi) al estado original y con un excitado público acabó bailando cada tema como si del principio del fin de semana se tratase. Genial noche la de aquel domingo, si señor.
Foto: Jose Carlos Pérez Gago
