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Tercera edición del festival Santander Amstel Music en la Campa de la Magdalena, con un cartel novedoso, pero reducido, cargado de nuevas propuestas musicales.

Foto: Charo Celis

Con un verano y un calendario atestado de festivales veraniegos, nueva propuesta musical en nuestra geografía con éxito dispar, tocaba el turno para esta nueva edición del Amstel Music en tierras Cántabras. Mucho mérito por parte de la organización en la confección del cartel si, como hemos señalado, atendemos a la cada vez más numerosa y atractiva oferta de festivales en nuestras geografía, así como a la no menos incomoda coincidencia de muchos de ellos en fechas, y las no menos abusivas clausulas de exclusividad. 

Este año nos ofrecían un cartel con muchas caras nuevas y propuestas originales, en relación con la anterior edición, mostrando igualmente una clara diferenciación de estilos en relación a al composición de la programación, con un estilo más indie en la jornada del Viernes, así como una clara tendencia a los ritmos bailables y la electrónica el Sábado para culminar un movido fin de fiesta.

La programación no obstante, servía como aperitivo en la jornada del Jueves y en uno de los nuevos enclaves musicales de la ciudad, Espacio Santander, la presencia de tres formaciones de estilos diferentes. Tulsa dieron el pistoletazo de salida en forma de dúo (Miren y Alfredo), en una sesión íntima y reposada con aires folk, ante un público que aún no llenaba la sala. Tras ellos les tocó el turno a Betacam, nueva formación del local Javier Carrasco, que con un repertorio que transcurre desde el pop de estribillos pegadizos hasta el electropop (“Soy minero” incluido), que subió el ánimo de los asistentes, a la espera de la llegada de los Navarros. Fue con ellos, El Columpio Asesino, sin duda la propuesta más esperada de la velada, cuando el tono y la intensidad de esta jornada inicial alcanzaron sus mayores cotas ante un público, que a pesar de la lluvia se dio cita en la nueva instalación de la S-20. Con predominio del sonido oscuro y guitarras intensas, en su último disco se decantan por una mayor presencia de las voces, con especial protagonismo de Cristina, haciendo alarde de una evolución sonora, que hizo las delicias de los asistentes. Se completaba así un inicio de festival que prometía a tenor de lo visto en la noche del Jueves.

Prometía la jornada del Viernes con la presencia de, por encima de todos, los suecos Mando Diao, así como los americanos The Pains of Being Pure at Heart, como principales reclamos, si bien era alta la expectación por formaciones no habituales y con gran interés por parte de los asistentes como Cristal Fighters o Polock. Fueron estos los que tuvieron el honor de iniciar las sesiones de esta jornada, previamente amenizada por DJ Pratullero dando la bienvenida a los asistentes.

Los Valencianos agradaron enormemente a los allí asistentes con las composiciones de “Getting Down the Trees”, mostrándose como una banda fresca y sin complejos, y aparentando una experiencia sobre el escenario no acorde a su corta historia. Sonaron con excelentes arreglos y una instrumentalización que les permitió licencias de muy buena calidad y duración durante su temprana actuación. El público sé mostró especialmente entusiasmado con algunos de los singles como “Sometimes”,High on Life”, “Tangerins and Unicorns” y el existoso “Firework” que cerró su repertorio.

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Foto: Charo Celis

Tras esto les llegó el turno a una de las bandas que aparentemente podía atraer una mayor expectación a tenor de sus últimos trabajos y de la calidad de estos. Los Neoyorquinos The Pains of Bein Pure at Heart se presentaban en Santander con su reciente segundo disco “Belong”, con un mayor protagonismo en la voz de Kip Berman, Basaron la primera parte de su actuación en desgranar su último trabajo, con un inicio bajo en intensidad que fue mejorando a lo largo de la actuación, alternando temas como “Contender”, “A teenager in love”, “Heavens Gonna Happen Now”, o “The Body” de estilo más pop, a ritmos noise como “Come Saturday” o, “Belong”, mostrando un directo que va creciendo en calidad y madurez, con una mayor definición de estilo que con relación al primer disco. Una actuación que para nada desmereció y en un escenario que no les vino grande, si bien ante una afluencia media de público, cerrando entre otras con “Too Tough” al cual imprimieron un ritmo y una intensidad mayor que de lo habitual. Sin duda una gran oportunidad para disfrutar de esta banda, con un directo más trabajado y maduro, aunque se espera aún más a tenor de los trabajos editados.

A continuación vino la segunda sesión por parte de Patrullero, la cual se tornó en una premonición de lo que vendría más tarde, por cuanto la afluencia y las ganas del respetable subía por momentos, a lo cual no desmereció su nueva aparición. Alternando grandes hits de The Strokes, Ash, Le Tigre o Lori Meyers, con temas disco, la intensidad fue subiendo y fue una más que acertado calentamiento para la gran cita del festival. Los nórdicos Mando Diao.

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Foto: Charo Celis

Con un escenario especialmente preparado para la ocasión, como si del salón de un club privado se tratase, y acompañados de un cuarteto de cuerda, los suecos volvían a España presentando su nueva gira (exclusive arrangements), y con fuerzas renovadas tras su “MTV Unplugged – Above and beyone”. El inicio, con solo de piano y aire melancólico, no hizo más que acrecentar la necesidad de verlos sobre el escenario, arrancando con “God Knows” de forma contundente, para delirio de la concurrencia que ya no dejó de corear sus grandes éxitos.

Con la presencia dominante en el escenario de los dos frontman, Björn Dixga y Gustaf Norén, y un estilo elegante y cuidado, la actuación transcurrió con una gran intensidad, y conexión de estos con el público al que animaban a bailar y acompañarles en todas sus piezas, y que posiblemente solo se vio interrumpida por el emotivo recuerdo para las víctimas de Noruega, acompañado de “If I don´t life today”.

Acompañados por un cuarteto de cuerda, y el resto de la banda en muy buena forma hicieron repaso de algunos de sus temas como “Gloria”, “Song From Aberdeen”, “You Cant steel my love”, “No more tears”, “Mr Moon”, dejando para el bis de la noche la electrizante “Dance with somebody”, que se inició de forma suave y melódica, para dar paso a una versión de más de cinco minutos de intensidad, con un público entregado, Björn en estado de exaltación alentando al público a seguir coreando la canción, y Gustaf descamisado y entregado a los acordes de la guitarra. Un final de actuación que mereció la pena saborear y que acabó con los integrantes al completo agradeciendo a la afición.

Ya entrada la noche fue el momento de ritmos más movidos, y para ello salieron al escenario Crystal Fighters, que con una mezcla de ritmos electro-pop, con folk, y aires próximos al hip-hop, mantuvieron una alta intensidad durante la actuación, con la interpretación de “Star of love”, no faltando temas como “Solar System”, con el que abrieron la actuación, o “I love London”, haciendo uso de su inconfundible Txalaparta durante la actuación. Una aceptable sesión que sin embargo no tuvo la adecuada continuación de El Guincho, que cerró la jornada del Viernes entre otras con sus indispensables “Palmitos Park” y “Bombay”, pero que no llegó a conectar del todo con los que allí quedaban.

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