Tras haberlo dado todo en la jornada del sábado (12 horas nada más y nada menos) y haber descansado lo justo y necesario, el equipo slithersmusiczine saltó de nuevo al ruedo portuense dispuesto a comerse al mono (¿o era a bebérselo?).
La jornada comenzó con dos intentos fallidos, el de ver a The Birkins (cancelados) y el de ver a Airbag (bar El Loco de la Ribera hasta los topes). No problem, esto es el Monkey Week y los planes siempre acaban saliendo bien, por lo que ponemos rumbo a nuestra querida sala Milwaukee, pero al no haber empezado el concierto, hacemos un pequeño desvío al Red Bull Tour Bus, aparcado en la parte peatonal de la avenida de la bajamar y que durante todo el Monkey Week congregó a bastante gente.
Cerveza en mano y disfrutando del fantástico emplazamiento, escuchamos un rato del show de Brutalizzed Kids, que hemos de reconocer que no dejó a la gente indiferente. Muchos se arrancaron a moverse y otros a irse. En nuestro caso, el grupo no encajó con nosotros y como ya se escuchaban acordes de Bikini Red en la sala Milwaukee, decidimos un cambio de escenario.
Estos sevillanos no dejaron la oportunidad que se les brindó y pusieron patas arriba a los presentes. Tablas sobre el escenario, buen sonido y ganas de convencer se mezclaron al buen punto de partida de su If you love me - get out! y nos dejaron como resultado un gran showcase.
Ahora tocaba el turno de la sala Mucho Teatro, sin duda uno de los locales con más potencial para ver unos showcases tremendos, pero que por unos motivos u otros, nunca termina de explotar todo su potencial. Polock saltó al escenario dispuesto a meterse en el bolsillo al público en 3 frases, pero lo que pasó es que el sonido les duró eso, 3 frases, las que tardó Papu Sebastián en dejar de cantar la letra. Lamentable que un grupo tenga que soportar acoples tan brutales y demás problemas de sonido. Aún así, el grupo no se vino abajo y con más ganas todavía que al principio, nos ofrecieron un concierto más que notable, en el que el público supo arroparles y agradecer su titánica lucha contra el sonido, que también sufrieron Els surfing sirles en su showcase, justo a continuación de Polock. Confiamos en que para la edición de 2012, esto no vuelva a suceder.
Una vez terminado el showcase y ante las noticias que nos llegaban desde la sala La Pontona, parte del grupo slithersmusiczine decidió hacer cola para asegurarse la entrada al showcase secreto (desvelado hace días) de Amaral. Aunque estaba programado a las 20.00H, no fue hasta las 21.00H cuando Eva Amaral y Juan Aguirre subieron al escenario para sentarse en sus taburetes, coger sus guitarras y presentar en formato acústico su nuevo disco, Hacia lo salvaje.
Tras la polémica de si Amaral se puede etiquetar como “Indie” (primero habría que ponerse de acuerdo en ¿qué es el Indie?) o no, una cosa quedó muy clara, da igual la etiqueta que se le ponga o si su tipo de música te gusta o no, hay que reconocer que suenan deliciosamente bien. Eva nos deleitó con varios momentos de “grito pelao” sin micrófono, sin trampa ni cartón (ni desafine). Además, en todo momento estuvieron muy cercanos con el público y salvando con buen humor algunos problemas con un altavoz rebelde.
Para cerrar, ofrecieron al público presente su tema Revolución, que fue coreado por toda la sala a viva voz. Sin duda un gran concierto y una gran repercusión mediática para el Monkey Week.
Tras un breve descanso y avituallamiento, nos pusimos rumbo al monasterio de la victoria para vivir la jornada de noche del domingo.
La primera toma de contacto fue Oneida, sonidos repetitivos y estridentes difíciles de asimilar para nuestros oídos. Es una apuesta arriesgada la de estos chicos de Brooklyn, menos mal que Bigott era el que venía a continuación. De la mano de su último álbum Orinal SoundTrack, fue deleitándonos entre movimientos cual muñeco sin articulaciones fijas, con canciones como sus grandes Cannibal Dinner o Le Petit Martien con sus grandes coros. De su anteriores trabajos destacó su impactante Dead Mum Walking, gran actuación que animó al respetable.
Y el ritmo no para en la noche portuense, pues Holloys hacen acto de presencia en el escenario, con dos baterías a falta de una, no fueran a quedarse cortos. Altibajos en una actuación que dejó un regusto raro, quizás más por unas expectativas muy altas que por un mal concierto del grupo. Mucha batería, toques de trompeta y decibelios a raudales, perfectamente acompasados en Lakeland, a opinión de un servidor, su mejor interpretación de la noche.
Y tras un breve refrigerio en las barras, llegaba el momento de la mezcla del doom metal, disco, acid house y Donna Summer (como ellos mismos se definen) de la mano Chrome Hoof y de su amplío repertorio de extras, violín, fagot, luces a mansalva… Sabían a lo que venían y lo hicieron con una nota alta.
Sin duda hay que hacer mención a su look, difícil de definir con palabras, por lo que mejor ver la foto para que cada cual lo defina, aunque seguro que la palabra indiferente no se escuchará mucho.
También una mención especial merece la cantante Lola Olafisoye, que derrochó potencia vocal desde la primera a la última nota y que sin duda da un toque muy Donna Summer a las canciones en las que tiene una presencia principal, en contraposición a las canciones mas contundentes con menor presencia vocal.
Por fin saldaron su cuenta con el Monkey Week, tras la cancelación de su actuación en la edición 2010.
Y con las pilas gastadas gracias a Chrome Hoof, llegó el momento de decir hasta mañana al mono monete, eso si, contentos de los buenos bolos vistos en el día.
Fotos: Jesús Bragado
