La noche del pasado viernes, será recordada musicalmente como la reafirmación como animales de grandes aforos que son Arctic Monkeys que aterrizaron en Madrid en medio de su gira de presentación de Suck it and see.
Sin llegar a llenar el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid (por poco) el cuarteto liderado por Alex Turner arrasó con todo.
Pasados unos minutos de las nueve de la noche, y con una camisa con estampado felino, sale a escena Miles Kane. El ex Rascal y 50% de The Last Shadow Puppets fue el encargado de calentar el ambiente del Palacio, ya que el frío que atizaba fuera no perdonaba. Con un disco en solitario bajo el brazo, Colour of the Trap, el compatriota de los monos nos hizo calentar a base de bien, con temazos como Rearrange o Comes Closer es una tarea bien fácil.
Después del breve paso de Kane por las tablas, aparición de unos Arctic Monkeys con estética “rockabilly”, el tupé y la chupa que lucía Alex Turner dejaba buena muestra de ello. Ese grupo de jovencitos con acné, ha crecido, y es que la joya de disco que traen bajo el brazo (Suck it and see) deja constancia de ello, si bien, la evolución de su sonido y la madurez en sus composiciones se dejaba ver en su anterior largo (Humbug, 2009) en este Suck it and see nos deleitan con canciones atronadoras, llenas de energía y de descaro.
Descaro que no duraron poner de manifiesto en el Palacio, rompiendo el hielo con Don't sit down cause I've move your chair, y dos cañonazos como son Teddy Picker y Crying Lightning. Ésta última es una de esas canciones que nunca me cansaré de oír en directo, esa línea de bajo que te penetra, literalmente, en la corteza cerebral es muy difícil de olvidar. Ya nos tenían en la palma de su mano, ya nos habían puesto nerviosos, de aquí en adelante el setlist fue insuperable, momentos de alta tensión con The Hellcat Spangled Shalalala, Black Treacle, Brianstorm, The View From The Afternoon, I Bet You Look Good On The Dancefloor o Library Pictures que es muy apropiada para volverte completamente loco.
Y ya nos enfrentabamos a la segunda parte del concierto, con momentos en los que tenías que quedarte mirando fijamente a Matt Helder, batería de la formación, con serias dudas sobre si es máquina o persona, todo estas dudas surgen a raíz de la precisión y limpieza con la que ejecuta sus movimientos. Y otros momentos que daban alguna tregua al bueno de Matt, como la preciosa balada She's Thunderstorms que nos permitió ponernos tiernos. Un final de la primera parte con su momento karaoke de la noche en When the sun goes down.
Un poco antes de lo esperado, los monos árticos, ponían fin a un concierto más breve de lo que nos hubiera gustado, pero broche de oro para los escasos ochenta minutos de euforia adolescente (y no tanto). Para cerrar eligieron la canción que da nombre a su último largo, Suck it and see, Fluorescent Adolescent y la magnífica y maravillosa 505 (momento #gafasdellorar) para la que se sumó Miles Kane, al que se le olvidó ajustar el sonido de su guitarra, ya que en muchos momentos ocultaba la voz de Turner.
En resumen, bien, aunque corto, queremos más, sacad otro discazo y volved pronto. Por favor.
