Crystals Castles Portada

Me encantan esas noches en las que no sabes exactamente lo que te vas a encontrar. El sábado gracias a nuestra querida tarjeta Primavera Sound dispusimos de la popularmente conocida como “una de cal y otra de arena”.

Foto: Alex Bellart http://www.flickr.com/photos/alexbellart

Complicada empezaba la noche con unos Crystal Antlers con poco que ofrecer más que el postureo de grupo de la costa Oeste a la última. Y lo de a la última debería entrecomillarlo ya que alguien debería comentarle a Jonny Bell, cantante del grupo, que eso de imitar hasta llegar al ridículo a Kurt Cobain no es lo que se entiende como algo novedoso. Mención aparte se merece el percusionista  del quinteto, que ya tiene narices que sea el mayor reclamo del directo de esta gente con su actuación completamente “perjudicado”. Las percusiones del sujeto en cuestión eran lo de menos, apenas se podían intuir, échenle imaginación.

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Foto: Alex Bellart http://www.flickr.com/photos/alexbellart

A veces pienso en dejarme el pelo largo, comprar una guitarra y juntarme con cuatro más que den el pego y se acabó eso de despertarse pronto los lunes. Algo parecido debieron pensar estos chavales y para llevar al límite esta premisa debieron pensar también que sería original darle al teclado con la cabeza, seguro que le da un toque muy personal ¿que no?

Abrieron los californianos con su habitual potencia psicodélica de la mano de los dos temas que abren su EP, Until the sun dies (Part 2) y Vexation. Media sala 2 para recibir a estos chicos que poco iban a decir sobre el escenario más que posturas exageradas y demasiada contundencia noise. Un ruido que intentan disfrazar con bucles,  canciones que sin ser demasiado largas cansan hasta al más paciente y que a la quinta vez que retoma el camino de los acordes principales te deja con ganas de huir sin volver la vista atrás.

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Foto: Alex Bellart http://www.flickr.com/photos/alexbellart

Por suerte la cosa mejoró en su parte final de concierto y nos dejaron temas bastante aceptables como “Thousand of eyes” o “Tentacles”, para acabar con los que sin duda son sus mejores cortes “Baby blue” y “Parting song for the torn sky”. Estos dos últimos dieron algo de cordura a 45 minutos de concierto que hasta el momento había sido poco más que ruido sin orden ni criterio.

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Foto: Alex Bellart http://www.flickr.com/photos/alexbellart

Por fin turno para unos Times New Viking que iban a  ser la arena de la noche  (¿o la cal es lo bueno?) dando un repaso a sus discos, sobre todo los dos últimos “Rip it off” y “Born again revisited”.

Sorprende que pese a su juventud no sean precisamente unos noveles con sus cuatro discos desde 2005 y el reconocimiento dentro de la escena actual editando para Matador Records (Sonic Youth, Yo La Tengo, etc). Incluso las similitudes físicas eran más acertadas que sus predecesores sobre todo para el público masculino, ya que Beth Murphy (voz) se gasta un parecido con Chan Marshall pero que muy apetecible. Los de Ohio no dejaron ahí las comparaciones odiosas ofrecieron un directo contundente de Noise Pop con un toque LO-FI muy atinado, la diferencia quedaba patente con ese medio aforo bailando el ritmo mucho más agradable de los vikingos.

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Foto: Alex Bellart http://www.flickr.com/photos/alexbellart

Cuando todos esperábamos que se centrasen en su último disco abrieron con su genial “Teen drama” que encabeza su 3º largo seguido de “Natural resources” y “Devo & wine” de sus primero y segundo trabajo respectivamente. Geniales en la ejecución y sobretodo las voces ligeramente destartaladas de la adorable Beth acompañadas del batería en algunos pasajes. Naturalidad y sencillez en un grupo que no está por florituras y que con tan sólo tres miembros ofrecen un potentísimo directo de una inercia bailable imposible de eludir.

Y así deberíamos esperar hasta el cuarto corte a que estrenasen su último  disco con “Martin Luther King day”. Más adelante vendrían también “City on drugs” o “Move to California” genialmente entrelazadas en un setlist genial que daba una buena muestra de lo que han hecho estos chicos desde 2005. La nota "negativa" del trío fue el altísimo volumen que se gastaron en el concierto. Lo tengo claro desde el último directo de “A place to bury strangers”, ahora para ir de conciertos hay que ir con tapones.

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