La Averia Portada

Pasa por el teatro Alhambra de Granada una de las grandes triunfadoras, junto a “Veraneantes”, de los premios Max de Teatro.

¿Es legítimo que, en esta sociedad en que vivimos, luchemos denodadamente por conseguir nuestros objetivos, ascendiendo sobre aquellas personas que obstaculicen nuestro camino, abriéndonos paso a codazos si ello es necesario? Sí, eso no va contra la ley. Pero, ¿es justo?
¿Es legítimo que, llegados a cierta edad, se nos excluya de puestos de responsabilidad, se nos aparte de nuestros trabajos, se nos niegue la integración social? Sí, la Ley no castiga estas acciones. Pero, ¿es justo?

 Con este planteamiento inicial nos presenta la reciente ganadora del Premio Max a la mejor dirección, Blanca Portillo, la obra “La avería”.

La avería

Desde el comienzo de la obra se intuye la majestuosidad del espectáculo, una escenografía muy cuidada, una caracterización de los personajes espectacular y en general, un despliegue de medios técnicos y humanos tan amplio como el, gratamente sorprendente, listado de entidades colaboradoras que aparecen en el tríptico de la obra. Con todo esto, era de esperar que esta obra se llevase más de un Max “técnico”.  (Mejor Escenografía, Mejor Figurinista y Mejor diseño de iluminación)

El montaje, basado en el cuento del escritor Friedrich Dürrenmatt y adaptado al teatro por Fernando Sansegundo, cuenta la historia de Alfredo Traps, representante General de una firma de textiles, que, después de sufrir una avería, se ve obligado a aceptar la hospitalidad de un anciano (Daniel Grao), que vive solo con su ama de llaves, interpretada por la propia Blanca Portillo (originalmente Emma Suarez), en una casa perdida en mitad de la nada. Esa noche se celebra una cena bastante especial con algunos amigos del anciano, interpretados por los actores Fernando Soto, José Luis García-Perez, José Luis Torrijo y Asier Etxeandia (Max al mejor Actor). La avanzada edad de los integrantes del grupo no augura una noche especialmente divertida para Traps, hasta que le ofrecen participar en un inquietante juego…. En las aproximadamente dos horas de espectáculo, reducido respecto a su estreno en Madrid, se mezcla el suspense con el humor, todo dentro de una atmósfera surrealista dada por los propios personajes.

la-averia-1ª

Detrás de todo este juego, hay un análisis a nuestra sociedad, donde el logro de un cierto status es lo que marca las diferencias, lo que importa no es quien seas, sino a qué grupo perteneces, y valores como la solidaridad, el respeto por el otro o la generosidad están a la sombra de la ambición o la falta de escrúpulos.

Destacar el trabajo físico realizado por todo el elenco que deja a la vista la influencia de María del Mar Navarro, experimentada especialista en el trabajo corporal según la técnica de Jacques Lecoq, que logra, no solamente a través de las máscaras, que los actores encarnen a un grupo de octogenarios de una manera más que notable.

En los días que corren, un montaje  como este nos hace preguntarnos, ¿necesitamos repararnos?

Publica tu comentario en Facebook

 

Lo más leído