Capitan Phillips Imagen 10

Título original: Captain Phillips

Año: 2013

Duración: 135 min.

País: Estados Unidos

Director: Paul Greengrass

Guión: Billy Ray (Libro: Richard Phillips, Stephan Talty)

Música: Henry Jackman

Fotografía: Barry Ackroyd

Reparto: Tom Hanks, Barkhad Abdi, Mahat M. Ali, Barkhad Abdirahman, Faysal Ahmed, Michael Chernus, Catherine Keener, David Warshofsky, Corey Johnson, Chris Mulkey, Yul Vazquez, Max Martini, Omar Berdouni, Mohamed Ali

Productora: Michael De Luca Productions / Scott Rudin Productions /Trigger StreetProductions

Nota: 8

CAPITÁN PHILLIPS, ante todo, supone el reencuentro con los tiempos mejores de un gran cineasta que parecía estancado en las mieles de su arrojado brío. Tras posibilitar un aliento novedosamente realista, artesanal, corpóreo al canon onerosamente artificioso del cine de acción, mediante el díptico conformado por sus dos aportaciones ala saga Bourne(EL MITO DE BOURNE y EL ULTIMÁTUM DE BOURNE), Paul GreenGrass dio muestras de un evidente atasco creativo en la digna, pero decepcionante GREEN ZONE.

En esta última, el británico no salía bien parado en su empeño por aplicar los hallazgos que había puesto en práctica de forma tajante y arriesgada en las otras dos obras antes citadas. En GREEN ZONE el aliento denunciativo, la impronta pseudohistórica, el afán periodístico, todos ellos sometidos al imperativo de una gramática escénica impecablemente calcada de aquellas, daba como resultado un producto ejecutado con máxima profesionalidad, pero que, adscrito a la trayectoria de su realizador, se antojaba confuso, alicorto, reiterativo. Daba la impresión de que Greengrass no sabía qué hacer consigo mismo, con un “modus operandi” intransferible que, no obstante, parecía constreñirle la contundencia en la pegada.

Afortunadamente esa contundencia aparece rescatada, de principio a fin, en todas y cada una de las imágenes que son descerrajadas enla presente CAPITÁNPHILLIPS.En ella, quizás consciente de esa encrucijada creativa expuesta, el director intenta solucionar el atolladero imponiéndose la tarea de enrolarse en una aventura creativa, dentro de la cual reivindicar sus innegables logros estilísticos, pero poniéndolos al servicio de los intereses narrativos que caracterizaron sus magníficos inicios como cineasta. En otras palabras, CAPITÁN PHILLIPS permite que retornemos al cineasta urgente de BLOODY SUNDAY y UNITED 93.

Como en estas dos, CAPITÁN PHILLIPS parte de un hecho real dramático que cae presa del poderío capturador que Greengrass dictamina para la indagación de su cámara. En este caso, nos remontamos hasta el año 2009, cuando en la costa de Somalia tuvo lugar el asalto de un carguero norteamericano a manos de unos piratas de ese país.capitan-phillips-imagen-5 El Maerks Alabama se convertía en el primer navío estadounidense asaltado desde hacía más de doscientos años. El asunto copó las cabeceras de los informativos tras derivar en el secuestro del capitán Richard Phillips en solitario, junto a los cuatro piratas, dentro de un pequeño bote con el que aquellos trataron de llegar hasta la costa para exigir un fuerte rescate por su vida.

Como cabía suponer, la destreza naturalista de Greengrass le calza a la perfección a la premura que le exige la narración de los hechos acontecidos durante los cuatro días que duró el secuestro. El británico halla en el asunto espacio idóneo sobre el que abalanzar su acreditada capacidad para transmitir autenticidad, nervio y angustia con sus planos. Cualquier atisbo de alharaca, capricho ou ornamentación estilizante queda proscrito por la conquista de una considerable verdad.

Además, como ya hizo, por ejemplo, enla magnífica BLOODYSUNDAY, el sesgo quasidocumental que logra imprimir a las imágenes no se torna objetivo en sí mismo, sino que se impone como metodología mediante la que escudriñar en la abrumada personalidad de sus personajes y en el cierto dramatismo en el que estos se hallan envueltos. El dato histórico, la fiabilidad de las acciones dejan paso, apresan la cruda inquietud que irrumpe, zahiere y sobrepasa al personaje convocado.capitan-phillips-imagen-8

En ese sentido, Greengrass sale muy bien parado de su intento por hacer confluir en su film varias líneas de interés narrativo.  A la consabida e inevitable plasmación del famoso acontecimiento, se le unen el interés por propiciar una cierta reflexión –escueta, pero no superficial- sobre el estado de las cosas en la colérica, humillada, pobre, sometida y aguerrillada África (la contraposición de las dos secuencias iniciales: la del capitán conversando con su esposa de camino al aeropuerto y la que tiene lugar en el poblado en el que viven los piratas), el mimo en evitar la emergencia de un dañino maniqueísmo (el retrato de los somalíes es muy efectivo, complejo y riguroso: la soberbia interpretación de los intérpretes africanos ayuda noblemente a ello) y el encauzar al relato adoptando los modos de una moderna cinta dramática de aventuras (impresionantes las dos largas secuencias de las lanchas intentando asaltar el barco).

Además, cabe decir que el material escrito que da soporte a la operación emprendida por Greengrass tras la cámara tiene la habilidad de ir centrándose en los personajes amoldándose a la tesitura que imponen los acontecimientos.

Mientras en la primera mitad del film lo importante es la plasmación del asalto,capitan-phillips-imagen-15 cuando tiene lugar la huida en el bote con Phillips dentro, la singular demarcación espacial que propina la convivencia en un ámbito tan cerrado y exiguo es aprovechada para que se repare tanto en la personalidad de los asaltadores como enla de Phillips.Aspectoscomo las distintas reacciones de los primeros o la premonición sobre el destino de éstos, que tanto angustia al capitán (humilde, humano, preciso, verosímil hasta el aliento Tom Hanks) reconducen el interés narrativo hacia una credibilidad dramática cuajada, respirable, angustiosa y, a pesar del conocimiento de la resolución real de los hechos, implacablemente incierta.

Greengrass ha vuelto por donde solía. El panorama cinematográfico actual lo echaba de menos. Habilidad para la recreación de intrahistorias como la suya, por desgracia, hay pocas. El cine alejado de la espectacularidad estilosa de los héroes provenientes del cómic tiene muchos aplicados que lo saben empaquetar. El que hunde las garras en las situaciones que más nos conciernen, en manos como las suyas, sabe hacer valer su necesaria contundencia.

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