Vigésima edición del Festival Womad, uno de los eventos más importantes de la escena de las músicas del mundo en España y con un cumpleaños muy destacado.
El festival se enfrenta a importantes decisiones que tomar para que en las siguientes ediciones Womad siga siendo un acontecimiento cultural o se convierta en un macrobotellón y en eso tiene que tomar parte tanto las instituciones públicas, la organización y el propio público que asiste y que este año ha sido multitud, en los tres días que ha durado. Es una pena que vuelva a pasar lo que ocurrió en tiempos no tan lejanos donde los escenarios se trasladaron a zonas lejanas del hábitat natural del Womad como fueron la Plaza de Toros o el Hípico. Sería una pena que por culpas de algunos e irresponsabilidades de otros, ocurriera algo así.
Y tras esta pequeña reflexión-introducción comenzamos con lo que es la crónica de estos 3 días de fiesta. El jueves 12 fue la toma de contacto con el festival, con conciertos solo en el escenario de la Plaza mayor y el día que pudo ser y no fue. Felisa Vega, fue la encargada de iniciar este Womad ante un público más pendiente de sus botellas y bolsas de hielo que de la música que sonaba, flamenquito, que intentaba llegar de cualquier manera y hasta lo intentó con una versión del “Corazón partío” de Alejandro Sanz, como ven el concepto “espiritú del Womad” no es un término homogéneo y con igual significado para todos los que asisten y participan. Tras ella fue el turno de Domu Afrika Dub Squad, una banda de reggae caboverdiana que empezó a animar a la gente que iba llenando la Plaza Mayor. Tras ellos y sustiyuyendo a Imelda May el grupo Ska Cubano una banda que aunque es una banda bien considerada dentro de la escena world music no estaban a la altura de la cantante irlandesa, cuya actuación era muy esperada por los amantes de este festival y que una inoportuna lesión de espalda nos privó de su presencia en Cáceres y en este punto es donde la organización del Womad tiene que demostrar que 20 años de experiencia dan para tener la suficiente soltura para solucionar un problema como éste y sustituir un cabeza de cartel por otro grupo de igual calidad.
El viernes 13 empezó la segunda jornada con Barrunto Bellota Band una banda extremeña cuya actuación era muy esperada y que puede ser considerada como una de las revelaciones de esta edición y que se ha merecido su participación en el Womad de Charlton Park en Reino Unido.
Tras ellos un descanso, recoger a los amigos en la estación de bus y preparar todo para estar listo a la hora de alguien que lo mismo te toca en un festival indie como en el Womad y es el zaragozano, Francisco de Borja Laudo, más conocido como Bigott uno de los músicos que ha encontrado su espacio propio y su disco “This is the beginning of a beautiful friendship” ha sido uno de los mejores publicados el año pasado en España y con un temazo como es “Dead mum walking” y durante su concierto demostró su calidad y es que Bigott es un tío guay, con luces y luminarias en la cabeza, bien acompañado por músicos como Paco Loco y Clara Carnicer que además de bajista de la banda es su musa particular.
El concierto fue algo para recordar y que hizo que la Plaza de San Jorge se quedase muy pequeña. Durante su actuación además de canciones hubo tiempo para un poco de taichí, mimo y tontadas varias para animar al respetable. Vuelta a la Plaza Mayor para ver a uno de los grupos bandera de la francofonía la Orchestra National de Barbes, uno de esos grupos que en esta época de intolerancia y xenofobia que recorre Europa con cierres de fronteras y los gobiernos hablando de integración. Y como ejemplo de integración este es uno de los grupos que pueden dar lecciones, salidos de Montmartre y de diferentes países de origen hacen una de las mezclas más efectivas que se pueden escuchar en la actualidad.
Tras ellos en San Jorge el turno de uno de los pinchazos del festival Don Letts con un set que no convenció a la mayoría de los que allí estaban escuchando, se esperaba más de lo que dio. Y para cerrar la jornada una leyenda de la música negra del siglo XX Candi Staton que nos deleitó con su experiencia, su gran banda y su mejor voz para que mientras duró el concierto una parte de la Plaza Mayor bailase su selección de soul, góspel, funk y rythm and blues, en la memoría colectiva quedaran canciones como “Stand by your man” que la combinó con un maravilloso medley con “Stand by me” sin olvidar 2 bellas versiones de Elvis que fueron “Suspicious mind” y el peligroso “In the ghetto”
Sábado 14, tercer y último día y el más abarrotado de gente, donde en momentos la sensación de agobio y la imposibilidad de moverte con facilidad se hacía más que patente, La Plaza Mayor, se convertía desde tempranas horas en zona donde la gente quedaba para comenzar a hacer botellón, llegó un momento donde la sensación era extraña y parecía que mucha gente había venido al Womad solo por el mero hecho de poder beber en la vía pública sin ningún problema, es más, para ciertos niñatos y también treintañeros y mas viejos sus cartones de vino o botellas, hielo y refrescos eran más importantes que la posibilidad de la gente para caminar e ir de un escenario a otro, para ellos el espíritu del Womad no tiene nada que ver con el respeto y la empatía, simplemente el alma del Womad es la posibilidad de poder pillarse un buen pedo en la calle. Después serán los mismos que maldigan porque existan rumores y posibilidades de que el Womad cambie de ubicación en la ciudad o desaparezca y nombren al espiritú del Womad.
Fue imposible llegar a San Jorge para el concierto de los senegaleses Takeifa así que esperamos hasta el concierto de los portugueses A Naifa en la Plaza Mayor, una grata sorpresa la que nos ofrecieron este grupo luso, en el que se mezcla y se combina fado, pop y electrónica, en otras palabras meter en la misma coctelera Amalia Rodrigues, Mariza y The Gift y la mezcla es un exquisita majar para los oídos, genial el tema “Esta depressao que me anima”. Me fui del concierto antes de tiempo y tuve suerte de ver a Chapellier Fou componente de Third Eye Foundation, aunque tanto en su concierto como en el disco, el bueno de Louis Warynski es bastante menos tenebroso que en sus colaboraciones con Matt Elliot.
El concierto tuvo bastantes problemas con el sonido, y los menos importantes fueron los acoples, deficiencias que deberían cuidarse más en un festival tan longevo y a los que estos tipos de problemas no les pillan de sorpresa. Vuelta a la Plaza Mayor para ver el concierto con más fuerza de este año Dobet Gnahore, la cantante de Costa de Marfil demostró que es un animal de escenario y durante toda su actuación no para de moverse, bailar y mostrar su potente voz. Un descanso, bocadillo de jamón ibérico, cervecita y listo para el último concierto del festival que este año tan especial recayó en un alguien también especial Kiko Veneno que llegó con ganas de liarla parda y lo consiguió, toda una Plaza Mayor abarrotada disfrutó tanto de sus grandes éxitos como de las canciones de su último disco “Dice la gente” donde la influencia africana tiene mucha importancia.
Como todos los años en último concierto siempre nos pasa lo mismo, nos quedamos con ganas de más. Aunque, esperamos que para próximas ediciones entre todos (instituciones públicas, organización y público) cuidemos esos detalles que pueden hacer que el Womad pase de un festival mágico y encantador a algo cercano a una pesadilla festivalera.
Fotos: Antonio Moreno
