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Beach House

Bloom

[Sub Pop; 2012]

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¿Qué es la magia? ¿Qué diez canciones tengan un nexo de unión directo con los sentimientos es magia? Volvamos a ser niños, a emocionarnos con la sencillez, a enamorarnos de la ternura, volvamos a la casa de la playa.

Aunque para algunos es como si nunca se hubieran ido, forman parte de sus vidas, como si siempre estuvieran allí esperándonos para refugiarnos en los momentos buenos, pero sobretodo, en los no tan buenos. La banda capaz aflorar los sentimientos más íntimos con la naturalidad de quien prepara una ensalada, vuelve con Bloom, otro canto a la memoria de las emociones y la belleza original compactado en diez canciones, diez nanas sencillas que sólo podrían llegar desde la calidez de la casa de la playa.

Porque de acuerdo, podemos citar a Cocteau Twins, a los The radio dept. más relajados o a la siempre facilona etiqueta dream pop y seguiríamos faltando a la verdad. La verdad de que Victoria Legrand y Alex Scully han llegado al clímax al que todo artista debería aspirar, tener identidad propia. Una identidad forjada tras cuatro discos que sin romper con el pasado no han dejado de crecer como afirman en su entrevista con los amigos de Playground  “si las canciones de “Teen Dream” son como un planeta, estas canciones son como galaxias”.

Unas galaxias de recuerdos, tacto de terciopelo, atemporales pero con una frescura desbordante como en Wild donde desplegan melodías poderosas y giros melódicos al alcance de pocos. Unos recursos inspirados durante una interminable gira que les llevaría a dar con este Bloom directos al estudio de grabación acompañados de Chris Coady, colaborador de TV On The Radio, Grizzly Bear y que también ultimó los arreglos de su maravilloso tercer álbum, Teen Dream.

The Hours recoge el guante dejado por sus anteriores trabajos con punteos de Alex a la guitarra que llueven entre ritmos de batería casi de juguete. El teclado inofensivo de Wishes  o la potencia arrebatadora de Irene y sus casi siete minutos de éxtasis encierran en una gramola genial, la voz de una de las estrellas femeninas de nuestro tiempo. Victoria lo ha vuelto a hacer, el cincuenta por ciento de la belleza de la banda es su voz y lo aprovecha. Nos abraza y nos reconforta con las nanas que nos hubiera gustado que nos pusiera nuestra madre cuando estábamos desconsolados.

Todavía recuerdo la primera vez que escuché Gila, aquella fue mi primera visita a la casa de la playa y desde entonces siempre ha estado allí. A veces te reconforta y a veces te hace vibrar, a veces simplemente te deja derramar las emociones pero siempre, siempre estará allí cuando la necesitas. Déjense llevar por el que será el disco del 2012. La confirmación de que Beach House han dejado de ser una banda llamada a ser, para formar parte de esas letras de oro que se recordarán durante las próximas décadas.

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