DIIV
Oshin
[Captured Tracks; 2012]
7.1
Asistimos a uno de los debuts del año, la banda DIIV nos enseña su cobarde Opera Prima, sí cobarde, porque se ha escondido en un montón de sonidos que están pegando fuerte ahora mismo y claro el riesgo que han corrido al hacer el disco ha sido ínfimo. No por su calidad sino porque esto ya lo hemos oído.
DIIV es un claro ejemplo de la música actual, un refrito pop, un revival de esas voces ahogadas que tanto se llevan, paisajes de estrellas, canciones luminosas con toque surf, un Déjà vu, lo que pasa es que DIIV han dado en buena parte de su disco en el clavo.
Desde el principio, DIIV es una banda que está formada por músicos de otras bandas y su líder es el guitarra de Beach Fossils, otro de esos grupos que beben de la misma fuente que Real Estate aunque está vez las dos guitarras en vez de dejar momentos definidos, nos regalan espirales de punteos que bien podrían recordar a Deerhunter (salvando las distancias).
El disco abre con una bonita intro instrumental “(Duun)” para dar paso a lo que es un disco que no esconde nada desde “Past Lives”. Durante todo el disco cuatro son las líneas que lleva el disco, la percusión y el bajo que forman una línea bastante homogénea, llamando poco la atención, tal vez su momento más importante sea el comienzo de “Air Conditioning” y de “Doused” donde el punteo de bajo marca la línea de las guitarras, tomando el mismo protagonismo.
La segunda línea independiente es la voz, una voz ahogada, a modo de susurro al más puro estilo shoegaze, bien acompañada por unos coros planeadores como en “Earthboy” y sobretodo “Oshin (Subsume)”. Aunque la línea que hace diferente al disco es el camino que en cada canción toma cada una de las guitarras, esta es la diferencia entre DIIV y otras bandas de su estilo, su gran arma son esas espirales luminosas en las guitarras, “Follow” o la surfera “Human” dejan constancia de ello.
A medida que el disco va avanzando vamos encontrando los mejores momentos tanto en complejidad como en composición, así la ya comentada “Doused” martillea de manera impecable como hit, aunque el mejor momento del disco llega con la emotiva “Home”. Con unos arreglos mucho más orquestales, una delicia que acaba por convencerte. A pesar que hay muchos grupos que ya barren este estilo, DIIV han sabido aportar algo nuevo, un disco redondo, un debut interesante a la par que fresco y una canción eterna.