Ya se que este software no es precisamente una novedad, pero aprovechando que está rebajado en la tienda virtual de Nintendo (eShop) hasta el 9 de enero a unos 15 euros, no quería dejar de contaros las virtudes de este “peaso” de juego. Así que aún estáis a tiempo para pedirles una última cosilla a los Reyes Magos.
No suele fallar, que si descargas una demo y te encandila, lo lógico es que el juego completo multiplique esa sensación, me pasó con Mutant Mudds y me ha vuelto a pasar con este juego de Capcom, y más con una saga que tenía abandonada desde que se convirtiera en un shooter en tercera persona. Pero hete aquí que esta “maravillosidad” me ha manteniendo enganchando sin salir a la calle y sin hablar con amigos durante una temporada, y es que las más de 80 horas de juego (si, soy completista, que le vamos a hacer) que le he dedicado a Residentet Evil Revelations no pasan en balde. Ahora os cuento por qué.
Este juego se nos mostró en su día como unos de los buques insignia de la nueva consola portátil de Nintendo, y así lo fue cuando apareció en enero de 2012, cosechando unas críticas bastante positivas, ante las cuales yo me mostraba bastante cauto. Máxime desde que dejé de lado una de mis sagas favoritas a raíz de Resident Evil 4, un gran juego, no digo lo contrario, pero que a mi no me gustó. Se dejaron atrás los zombis, que pasaron a llamarse infectados, se olvidaron de los lugares claustrofóbicos (esos angostos pasillos), ese cambio de cámara, y sobretodo y ante todo, lo que terminó de matarme fue su sistema para apuntar con el segundo stick analógico, del que no soy muy amigo.
Y ahora diréis, pero si este juego sigue la misma tónica, ¿qué te ha hecho cambiar de opinión? Pues ni más ni menos que el estupendo sistema de detección de movimiento de 3DS, con el cual, apuntar se convierte en lo más intuitivo del mundo. Veamos, el juego nos ofrece un logrado apartado de personalización, podemos apuntar con el propio stick analógico (pero no podemos mover al personaje a la vez), podemos usar ese cacharro enorme que se le acopla a la consola para otorgarnos un segundo stick (el Circle pad pro), podemos pasar a primera persona cada vez que apunta, etc. Pero yo he encontrado la horma de mi zapato con el sistema de movimiento, me parece realmente sencillo y cómodo de usar, pero insisto, más que nada intuitivo. Y no esperéis que tengáis que hacer grandes aspavientos para apuntar a las hordas de enemigos que nos acechan, con un leve movimiento es suficiente para disparar de un bicho a otro, y mas teniendo en cuenta que la gran mayoría del juego sucede entre intrincados pasajes, como los antiguos juegos de esta saga. Aunque en alguna ocasión reconozco que debo moverme más de lo que me gustaría, pero son pocas veces.
Este juego pasa a ocupar el segundo puesto en mi lista personal de juegos de esta franquicia, por delante del largo y apasionante Code: Verónica y justo por detrás de mi añorado Resident Evil 2. Y es que claro, era el primero de la saga que jugué, y encima tan grande como éste, que compré en su día junto a mi vieja Playstation.
Como iba diciendo, esta pequeña joya que se ha sacado de la manga Tose, la desarrolladora tras el juego, ha sido portado posteriormente a otras plataformas como Xbox 360, Wii U, PS3 y PC en versión HD. La dirección corre a cargo de Koushi Nakanishi, cabeza que estaba detrás del mencionado equipo de Tose, una compañía muy desconocida que lleva muchos años en la sombra y de la que probablemente tengáis algún juego en vuestras estanterías sin saberlo. Para que os hagáis una idea, es la creadora de la saga Super Butouden de Dragon Ball de Super Nintendo.
Bueno, ya os he soltado lo que más me ha gustado del juego, que en realidad, no dejar de ser un shooter, más que un survival horror, pero que se acerca un pelín al planteamiento de los primeros “resident”, con algún pequeño puzzle (pantalla táctil mediante), o esos documentos que te vas encontrando por el camino que arrojan algo de luz acerca de la trama, algo que siempre me ha gustado bastante. El aspecto gráfico, basado en el motor grafico de Resident Evil 5 es admirable, y saca gran partido a las posibilidades de la consola, posiblemente los mejores de 3DS de lo que yo haya visto. Sin contar el sonido, muy en la línea de anteriores trabajos, que saben ambientar cada situación a la perfección, con mención especial al doblaje al castellano, que no está nada mal.
Otra de las cosas que me han gustado ha sido el modo Asalto, una suerte de modo Mercenarios similar al de otros juegos de la saga que se me antoja muy divertido y que podemos jugar acompañados vía local o wifi, aunque solo consista en ir de un punto A a un punto B por distintas localizaciones del modo Campaña (el modo historia, vaya). Pero ir superándolos poco a poco con sus tres niveles de dificultad y obteniendo las máximas puntuaciones me han tenido bastante entretenido durante muchas horas. Y más si tenemos en cuenta mi afán explorador, que me incita a rebuscar en cada esquina, de cada habitación, de cada cajón, en pos de ese ítem raro que hay en cada juego. Eso sin contar con el Genesis (no es la Mega Drive ni nada bíblico, no), esa especie de escáner, exclusivo del modo campaña, que utilizamos para rastrear aún más si cabe los recónditos rincones del barco, que no sé si lo he dicho, pero casi todo el juego transcurre en un transatlántico que bien podría recordar al Titánic.
El juego desentrama una historia que no está nada mal, con varias organizaciones gubernamentales entre medias de un grupo terrorista biológico, en fin, no os voy a contar mucho, que eso es cosa vuestra. Además el juego está estructurado por capítulos, como si fuera una serie televisiva, además al empezar cada capítulo os endiñan un “previously” recodando lo acaecido en el anterior. Un detalle curioso. Por cierto, empezad el juego en modo normal, nada de modo fácil, que es demasiado sencillo, a no ser que seáis novatos… Además el modo campaña no es muy largo, unas 10-12 horas.
Ahora es cuando viene el momento de mis elucubraciones. Me imagino un juego de la franquicia con este mismo control, en esa tercera persona, apuntando con la mira láser (o incluso apuntando automáticamente, cómo en los antiguos “resident”, por qué no) volviendo a la estructura antigua, con estrechos pasillos, balas justitas, enemigos contados, con zombis como los de antes, con esa máquina de escribir antigua para salvar partida, con sus baúles,… Ay, cómo me gusta soñar.
En fin, hasta nuevo aviso, para mí se convierte en el mejor juego de la consola. Creo que con eso está todo dicho.