Título Original Hævnen (Civilization) (In a Better World)
Año 2010
Duración 110 min.
País Dinamarca
Director Susanne Bier
Guión Anders Thomas Jensen
Música Johan Söderqvist
Fotografía Morten Søborg
Reparto Mikael Persbrandt, Trine Dyrholm, Ulrich Thomsen, William Jøhnk Nielsen, Markus Rygaard, Bodil Jørgensen, Toke Lars Bjarke, Camilla Gottlieb, Satu Helena Mikkelinen
Productora Danmarks Radio (DR) / Film Fyn / Film i Väst / MEDIA / Memfis Film / Nordisk Film- & TV-Fond / Sveriges Television (SVT) / Swedish Film Institute / Trollhättan Film AB / Zentropa International
Valoración 7.75
Susanne Bier es una de las mejores narradoras cinematográficas con las que cuenta el panorama actual del cine europeo. La avala ya una sólida trayectoria en la que pueden admirarse obras como las notabilísimas Te Quiero Para Siempre y Después De La Boda. Bier posee un estilo propio, que viene definido por una enorme capacidad para observar tensamente el fondo dramático que suele sustentar sus propuestas. La danesa, como muy pocos de sus compañeros de profesión, muestra siempre una firme templanza ahondativa para acercarse al dolor humano sin caer nunca en la alharaca desorbitada del exceso. Su último ejercicio, En un Mundo Mejor, da potente cuenta de ello.
En un Mundo Mejor inicia su andadura mostrando la labor de un médico danés en un poblado africano. El espectador asiste a lo precario de las condiciones en las que éste trabaja, al abnegado tesón que demuestra ejerciendo una labor imprescindible en medio de un universo devastado por la penuria, la carencia y la guerra fraticida. A continuación, el film traslada su foco de interés a una plácida localidad de la costa de Dinamarca. Allí llega, acompañado de su padre, a casa de su abuela, el joven Markhus, un adolescente completamente abatido por causa de la reciente desaparición de su madre. En su primer día de colegio, observa cómo un grupo de alumnos insultan y zarandean a otro menor que ellos. Markhus sale en su defensa y es golpeado. Los dos chavales entablan una sincera relación de amistad. El defendido se llama Elías. Es el hijo de Antón, el médico que se nos ha sido presentado con anterioridad.
Lo que el film va revelando, poco a poco, mediante una incisiva puesta en escena que describe a la perfección los distintos espacios, las diferentes reacciones y los muy bien explicados comportamientos de todos los personajes empleados en la tela de araña emocional dirimida, es una oportuna y radical radiografía sobre la violencia humana. Bier establece un logrado paralelismo entre la violencia ejercida como imposición tiránica dentro del caos de una sociedad sin ley, degradada y caótica como la africana, y la violencia urdida cerebralmente dentro de la sociedad del bienestar sobre la que se organiza el mundo moderno. La realizadora impone un cuidado extremo en no hacer derivar la narración por los derroteros más tentadores de un esquematismo de tesis. En un Mundo Mejor no es jamás un panfleto, ni una suerte de exhortación facilona sobre las gravosas diferencias socioeconómicas que conviven, ahora mismo, sobre la faz de la Tierra. Bier se muestra empeñada en plantear este dilema, pero imbricando una nutrida observación de malestares
La trama de los dos niños, por ejemplo, va perfilando un sugestivo análisis sobre la imposible abolición del comportamiento violento del individuo moderno. La cultura, el orden, la educación y la prosperidad de Occidente no bastan para hacer entrar en razones al ser humano dolido, al rudimentario o al prepotente. La inercia maquinativa y vengadora por la que se arroja el devenir de estos dos personajes da buena cuenta de la seriedad dramática –no ideológica- con la que Bier observa el transcurso de los oscuros hechos en los que los dos chavales – impresionantemente interpretados por los dos desconocidos actores que los incorporan- van a ir adentrándose. Es por eso que, quizás, la única objeción que cabría hacerle al film es el cariz excesivamente conciliador con el que se concluye todo el entramado argumental que acaece alrededor de ellos.
Mínimo reproche, no obstante, a un film que sabe definir claramente las premisas de su postulado. De semejante análisis, En un Mundo Mejor acaba revelando una pesimista derivación. La violencia es inherente a la especie humana. Nadie está libre de la furiosa ponzoña de su inoculación. Beligerante, lúcida, honesta e inminentemente veraz.
