Other Side Hope 1

Nota: 9.3

Kaurismäki, ese flemático pertinaz en la sabiduría del lado preciso de las cosas. El mismo insistidor en el delirioThe Other Side Of Hope 1 atónito de la ingenuidad. Cual mago desconcertado al verse salido de la chistera al final del truco, tras LE HAVRE, inasequible al aliento de la consternación,  sigue empeñado en dar  su versión sobre el cruento panorama sociológico que, en Europa, está dejando el flujo de refugiados que hasta ella van llegando escapando del horror instalado en sus países. Obviamente, tratándose del autor de UN HOMBRE SIN PASADO, huelga decir que esa versión dista mucho de la que pudiera compendiar otro realizador inmiscuido en la crónica realista, en la frontalidad dramática, en la transparencia documental. Si a Kaurismäki le diera ahora por ponerse Dardenne, el conejo le exigiría no salir del fondo roído del viejo sombrero de fieltro. El autor de NUBES PASAJERAS, a estas alturas del truco, ya no está para mutar un ápice de lóbrego candor a la sombría credulidad desde la que imparte la maestría de su desconsolada magia grandullona y finlandesa.

Acaso mucho mejor compendiada que su obra anterior, THE OTHER SIDE OF HOPE nos confiere el regalo de un cineasta capaz de, inmutablemente, no rendirse en la aplicación de su genuino proceder escénico, adaptándolo de modo implacable al asunto de fondo sobre el que su obra gravita. El último film de este finlandés escueta, lúcida y armoniosamente convencido de la pureza narrativa, concebida ésta como  despojamiento irónico y diáfano de toda estridencia formal, como  abstracción sensible,  como  pulso demandado a la ingenuidad expositiva que conquistaron los maestros del cine mudo en la década de los años 20, viene a persistir en su insondable hegemonía para la extrañeza desvariada y la solidez primigenia.

THE OTHER SIDE OF HOPE propone un esquema narrativo fundamentado en el seguimiento paralelo de dos líneas dramáticas llamadas a entrecruzarse y, a partir de ese momento, desarrollarse de forma aliada. The Other Side Of Hope 2El relato principia con la presentación de Khaled, un refugiado sirio, que llega a tierras finesas oculto en un enorme navío mercante. Tras serle denegada su petición de asilo, decidirá escapar de la policía para intentar quedarse allí de forma ilegal con la esperanza de recibir alguna notica del único miembro vivo que le queda de su familia: su hermana. De otro lado, allegamos también hasta la drástica decisión vital de Wikström, un comerciante de camisas y complementos de ropa de caballero, que, tras abandonar a su mujer, decide iniciarse en el negocio de la hostelería, asumiendo el mando de un restaurante en crisis, gracias a un dinero que ha logrado ganar en una partida de cartas. Evidentemente, el guión provocará el encuentro entre ambos, propugnando una alianza entre los dos, en la que tanto uno como otro tratarán de sacar su objetivo personal adelante.

Como ya ha quedado referido, el creador de NUBES PASAJERAS depara una intensa fluidez narrativa tanto al seguimiento de los dos personajes por separado, como al relato consecuente a su admirablemente urdida confluencia. The Other Side Of Hope 3Lo más grato de esta sobresaliente obra es disfrutar de la satisfacción espectadora que supone constatar cómo las dramáticas singularidades de la historia son apuradas al máximo de sus posibilidades, gracias a la pericia, la sagacidad y la sorna imperturbable con la que Kaurismäki despliega toda su socarrona ligereza contemplativa, sin que en ningún momento la hondura humanista desencantada desde la que ha construido siempre su discurso mengüe la triste aspereza dela historia, decantándola hacia el ternurismo impostado. Ternura, verdad y alumbramiento concurren siempre en sobria sinonimia, ungidos con excéntrica piedad ladina.

En THE OTHER SIDE OF HOPE no hay trampas ni menoscabos. Hagamos enumeración: tenemos a un sucio refugiado que surge tras el entierro de un camuflador montón de material negruzco,  esto es, tras la cosificación degradante, tras la total pérdida de la dignidad, en calidad de mercancía oculta; a la exasperante injusticia de una legalidad que no quiere asumir sus responsabilidades con respecto a la gravedad de un asunto vergonzante y desgarrador; a un control policial encargado de depurar las calles de estos expatriados andantes, a  grupos de violentos que se toman el destino de éstos como brutal justicia impartida por  manos llenas de odio y ansias de infligir dolor; a seres humanos hacinados en escasos metros cuadrados, separados de sus familias, Other Side Hope 5sin noticias de éstas, desperdigados por un mapa de fronteras que los repele. Kaurismäki, como puede comprobarse, no reniega ni atenúa la magnitud de la tragedia sobre la que se fundamenta el ágil entramado argumental. Sin embargo, como no podía ser de otra forma, para que éste mar de fondo pudiere ser inscrito  de modo intuitiva, ávida y provocadoramente genuino, el cineasta finés impone su innegociable, insolente, sencillo, cáustico pasmo escrutador como única metodología mediante  la que sacar la empresa adelante. Huelga decir que lo consigue.

THE OTHER SIDE OF HOPE supone el encuentro con el particular universo creativo de su autor, todo él emplazado con la determinada soltura  relatora y el limpio, borracho cinismo averiguador de sus mejores momentos. La maestría para esa cromática gelidez solitaria de los espacios interiores (bares, estancias de moradas, casinos ilegales, oficinas burocráticas), para el encuadre sencillo y paciente, para el estallido de la comicidad surrealista, para el gag impío (ese metro para medir la altura del refugiado, el cobro de la “tasas”, el anillo en el cenicero, la transformación en local de comida japonesa, etc.), para la concretización de la apariencia de sus personajes (los tres trabajadores del restaurante), para el diálogo súbitamente surrealista (la confesión de viajar a Méjico por parte de la clienta) y, como no, para la imposición de una oscura, frágil bonhomía existencial confluyen en una obra simplemente imprescindible. Los sueños de la tristeza producen la impotencia de la razón. Kaurismäki, o el cariño solitario de quien sabe a cierta ciencia que todo es desesperanza.

 

 

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