Cronica Editors Barcelona 2013

Un gran plato para el cumpleaños de la Sala Razzmatazz

El pasado sábado, MusicZine se acercó a la sala Razzmatazz para saborear uno de los platos fuertes del magnífico cartel que el mítico local barcelonés ha confeccionado con motivo de su 13º aniversario. Estamos hablando de la actuación de la banda inglesa “Editors”. Previamente pudimos disfrutar de Balthazar como teloneros. Los  belgas desplegaron un pop luminoso lleno de matices y recursos que cumplió su función con creces: calentar la sala a la espera de la actuación de los de Birmingham.

Algunas dudas se planteaban antes del concierto. Una de ellas era como iba a afectar la salida de la banda del guitarrista Chris Urbanowicz así como la entrada de los dos nuevos integrantes Justin Lockey y Elliott Williams. Otra, que después del coqueteo que la banda tuvo con la electrónica y los teclados en su tercer disco “In This Light And On This Evening”, en el que gran parte de su legión de fans quedó decepcionada, Editors han vuelto a las guitarras en este “The Weight Of Your Love” intentado repescar a esa parte de su parroquia amante del post-punk que destilaban sus dos primeros discos. Lástima que todo quede en un ‘bluff´ ya que su cuarto disco carece de esa oscuridad y crudeza del género y en él abundan las baladas, la ñoñeria en las letras, los falsetes a lo Chris Martin y los coros facilones de “Viva la Vida”. Y precisamente esta falta de definición en su identidad es lo que hacía presagiar un concierto irregular en el que no terminan de empastar sus estilos.

Eran algo más de las diez y media de la noche cuando el público del Razzmatazz abandonaba la sala tras unos bises muy efectivos: “Briks And Mortar”, la épica “Nothing”, con toda la banda al frente, y el tema más bailable de su discografía “Papillon”, rozando cotas tecnoides y acabando en muro sonoro. Pero no es oro todo lo que reluce. Y es que el transcurso de su actuación no gozó de esa intensidad y amalgama de estilos bien conjuntados. 

El inicio fue titubeante y con mal sonido en los temas “Sugar” y “Someone Says”. El himno generacional “Smokers Outside The Hospitals Doors” seguida de “Bones” sí que consiguió arrancar a un público que permanecía aun estático. Las ganas del frontman con sus poses gargolescas, su guitarra sobaquera, sus piruetas sobre teclados y sus aspiraciones a ser la pareja de Gwyneth Paltrow, no consiguieron integrar la mixtura de estilos que formaban por un lado temas como “Eat Raw Meat = Blood Drool” y “Two Hearted Spider” con  temas de sus comienzos como “All Sparks”. Tan solo “Formaldehyde” de su nuevo disco, que emanaba sonido de unos The Chameleons o Echo And The Bunnymen, no chirrió en ese empeño por cohesionar cuatro discos -cada uno de su padre-. Incoexión, la que seguiríamos viendo con “Ton Of Love” –digna de unos U2 reguleros- que no casaba con los sinters de “Like Treasure”.  Suerte del acierto de encadenar “And End Has A Start” y “Bullets”. con el receso de la acústica “The Phone Book”, y el combo mortal compuesto por los hits “Munich” y “The Racing Rats”

Así pues, las premoniciones se cumplieron. Cuando “Editors” juegan a hacer post-punk son una banda más que solvente: cuatro discos en el mercado e infinidad de actuaciones a sus espaldas, son mucho más que toda la oleada de post-punk revival que surgió en la década pasada y que se quedó en el camino. Cuando Editors tocan en esa liga son bastante infalibles, sí, pero cuando derivan hacia “Coldplay” o “U2” demuestran sus carencias.

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