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La fiesta de los pobres

Las primeras veces que escuché a D. Gómez, Yung Beef y Khaled (estos dos últimos cuando aún militaban en Kefta Boyz) nunca me imaginé que acabaría en un concierto suyo. A veces la vida te sorprende. Y es que, en tan sólo medio año, PXXR GVNG se ha convertido en el grupo de rap del momento, y lo dicen los cientos de miles de reproducciones en Youtube, las entrevistas en diferentes medios, y la repercusión en las redes sociales. El trap más duro de Waka Flocka, el estilo melódico de Drake o Lil Wayne y la estética glitch 90’s de Yung Lean son llevados al terreno de la juventud barriera de nuestro país, en el que las letras sobre sexo, drogas y conseguir dinero y respeto son las temáticas básicas, y entre las que a veces se atreven a jugar con ritmos latinos como el reggaetón o la bachata. Un cóctel que, desde el momento que vi que “Los Pobres” venían a Valencia, no podía perderme en directo. Bendita curiosidad la mía.

La cita del 6 de febrero empezaba pronto para las decenas de chavales entre 15-18 años que hacían botellón por las inmediaciones de Jerusalem Club. No parecía entusiasmarles mucho la idea de ir a ver cómo Somadamantina, abanderada del trap afincada en Valencia, abría el concierto. Yo, tampoco lo estaba, así que me quedé en la calle, apurando el medio litro. Más tarde, en la cola, pude ver el elenco de gente que mueve el conjunto de Barcelona: desde chavales de 16 años, pasando por raperos hipsters, hasta diferentes elementos del colectivo “kinki” llenaron la sala hasta los topes. Mestizaje callejero en toda regla.

PXXR GVNG 2

Una vez dentro, no tardaron en salir LO$ ZAFIRO$, dúo formado por Big Jay y Viciou$ (Corredores de Bloque). Éstos, junto con Pxxr Gvng, forman Los Yumas, grupo nacido a partir de la reciente maqueta que han sacado conjuntamente, convirtiéndoles en los compañeros de bolo perfecto. Durante su actuación, se pudieron escuchar temas como Cookin’ Drill o Trap it, pertenecientes a su última maqueta Pink n’ Black. Los de Madrid supieron caldear el ambiente, pero el punto de ebullición aún estaba por llegar.

Tras un corto descanso, las primeras notas de la instrumental de Pxxrin’ hicieron que la locura se desatase en Jerusalem Club. La gente se agolpaba en las primeras filas para darle la mano a Los Pobres. Cuando vi esa escena, con toda la gente coreando sus letras, supe que la cosa iba en serio. Temas como Burgundy, Exxdrugdealer o Gracias Madre de D. Gómez sonaron en lo que ellos insistían que era: Una fiesta. Prueba de ello, el remix medio-latino de I’m in luv wit da Momo, que empezaba a aumentar la temperatura, haciendo subir a más de una “niña” al escenario a lucir cuerpo.

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Las colaboraciones no faltaron tampoco. Por una parte, Lo$ Zafiro$, que en ningún momento se bajaron del escenario, cogieron el micro para cantar Duele, tema incluido en la mixtape de Los Yumas; y por otro lado, Somadamantina interpretó Bentleys & Rolls Royce, bien acompañada por Yung Beef, “cubriéndole las espaldas”. Uno de los momentos más destacados fue cuando el propio Beef cantó A.D.R.O.M.I.C.F.M.S. Toda la sala quedó expectante ante uno de los temas más aclamados y explosivos del de Granada.

La temperatura siguió subiendo a lo largo de la actuación, pero el desmadre llegó con Maldades. El tema de reggaetón por excelencia de los Pobres desató un torbellino de personas sobre el escenario. Mención especial a todas las chicas ansiosas por su minuto de “perreo” y “roneo” con los artistas. Al final, la presión de la gente subida a la tarima, junto con la del personal de la sala, hicieron terminar el concierto. Pero la noche no acababa ahí, ni mucho menos. Una vez desalojada la sala y el backstage, Pxxr Gvng salió a la calle a cumplir con los fans (que no eran pocos) que se habían quedado esperando a charlar, a hacerse fotos o simplemente a fumarse un porro con ellos.

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En resumen, mis expectativas, y supongo que las de la mayoría de la gente que asistió, quedaron cumplidas. Un espectáculo animado, no apto para puretas del género. Pxxr Gvng, amados y odiados casi a partes iguales, son de esos grupos de los que hay que oir y ver más allá de la música para entender lo que hacen y cómo lo hacen. Al fin y al cabo, son gente que se busca la vida como puede, y en este caso haciendo lo que más disfrutan, persiguiendo un objetivo, y a raíz de ello, conmocionando el panorama.

A lo mejor todos deberíamos ser un poco pobres. Así veríamos las cosas con otra perspectiva, y entenderíamos muchas cosas. Respeto y support para ellos.

más fotos en:
flickr xus arcas

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