Cazorla Blues 2016

La vigésimo segunda edición del Blues Cazorla daba el pistoletazo de salida el pasado jueves engalanando las calles de la capital del parque natural jienense de todos los carteles que han formado la historia del festival. Es justo ah, donde uno comprenden que esto no es fruto de la casualidad, con unos inicios modestos la cita blusera por antonomasia ha crecido de manera sostenible a lo largo de estos veintidós años. Más de dos décadas de música que han servido para consolidar una cita que muestra como una de las estrellas de este “Jaén En Julio” y además para hacer algo que muchos festivales sueñan, implementar de manera impecable el festival en la ciudad. Todo el pueblo vive y se vuelca con la cita, así se podía disfrutar de productos típicos de la zona como el AOVE, o tapear hasta bien entrada la noche en cualquier rincón de Cazorla.

Este año además el Blues ha estrenado un circuito de bandas emergentes durante toda la semana en la localidad para acabar de poner la guinda al pastel Un modelo que funciona y triunfa, que convence y renta y sobretodo que sigue teniendo respaldo de un público que sale encantado.

El encargado de abrir el festival fue nada menos que James Hunter , el británico que repetía en el festival con una banda de esas que es difícil de olvidar y un sonido nítido, menudo repertorio de este Van Morrison soulero de piel blanca con una voz cálida y capaz de poner al público comiendo de la mano dándole constantemente participación en el show. Una guitarra que sonaba de manera impecable ya fuera a golpe de pellizco o de rasgueo, uno de esos nombres que mantienen la esencia del festival intacta y que además aportan un toque más accesible para los profanos del Blues que acaba por convertirlos en adeptos, he aquí uno.

De segundas, las notas de una armónica lejana daban paso a “Palo Cortao” y presentar a uno de los platos fuertes del festival aún sin ser una banda de blues. El festival viene repitiendo la fórmula de programar en su primera jornada músicos afines pero sin ser de la paleta sonora más purista, como Fito o Calamaro, este año el privilegio fue para la gira XX aniversario de los granadinos 091.

Vaya por delante que  091 forma parte de la banda sonora vital de muchos, con su música nos hemos enamorado, hemos tomado nuestro primer sorbo de cerveza, dada la primera calada a un cigarro o hemos recordado nuestra primera pelea. 091 son mucho más que un conjunto de canciones, es algo que llevamos dentro como Camarón, Los Planetas, Morente o David Bowie. Así que se me hace imposible arrancar esta mini crónica sin decir que tiene mucho mérito que el mito no se coma a la realidad, poder viajar en el tiempo con esta decencia, no solo sin caer en la vergüenza ajena como otros muchos sino aportando tanto y con un valor musical para el que escribe incalculable es de agradecer.Cazorla Blues 2016 Portada

Es cierto que esperábamos un repertorio más adaptado al festival pero el horno tampoco está para bollos, una metralleta de hits salieron de la voz de “El Pitos” como si un último concierto fuera. Con algo de eco despacharon míticas como “El Lado Oscuro de las cosas” o aquella que tarareabas mientras mirabas a los niñatos del instituto y sus “Zapatos de piel de caimán”. Esta Maniobra de Resurrección ha sido una resurrección a lo grande, solo así se entiende que en momentos como “La Noche Salió tarde” “Tormentas Imaginarias” y la extrañamente contemporánea “Este es nuestro tiempo” emocionen tanto. Curioso momento el de esta última porque parece haberse convertido en un himno generacional actual en los tiempo políticos convulsos que vivimos y ese “Este es nuestro tiempo debe haber tradiciones, gritos y silencios” se cantó en buena parte de la Plaza de toros desde el alma.

Por su puesto no faltaron a la cita las más esperadas, “Torre de la Vela” “La Calle del viento” “Qué fue del Siglo XX” y un cierre, tras un generoso bis, a lo bestia con el público coreando la parte final de “La vida que mala es” pusieron un cierre de matrícula a un concierto sobresaliente, 091 en Jaén juega en casa, la sabían y lo aprovecharon, volved pronto. 

El cierre de nuestro jueves, que no de la jornada, vino de la mano del torrente de Aurora and the Betrayers, una fiesta que va desde el Soul al funky, desde el rhythm and blues a la fiereza rockera de una Janis Joplin de color caoba que con una banda tan amplia llena y dota a su directo de una potencia y una vida que se agradece cuando se encara la madrugada.

Más de una hora de concierto en donde se demostró que con tan solo dos discos “Del Amor al odio” y “Vudú” se puede tener un repertorio más que suficiente para poner patas abajo una plaza de toros. Especialmente bien sonaron canciones como “Fire” esos teclados aún los tenemos metidos en el cabeza. Una banda que aparenta tener uno de los recorridos más amplios de la música de nuestro país.

Tras Aurora y los suyos, las armónicas de Seydel Harp Attack, tomaron el escenario, pero la exigencia laboral con la hora, hizo que fuera imposible para nosotros disfrutar de más, lo dejamos para otro envite. 

El Blues Cazorla, funciona, porque no hace trampas, mantiene las trazas de pureza que lo hacen una cita auténtica, dando ciertas concesiones al gran público, una mezcla que hace de este festival una de las mas interesantes de nuestro país. Larga vida a Cazorleans.

 

Fotos tomadas del Facebook del Blues Cazorla.

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