Beady Eye
BE
[Beady Eye Records; 2013]
Calificación: 5/10
Escúchalo en: Spotify
Será autoconvencimiento o igual posición ultradefensiva. Sea lo que sea, hay algo que no puede negarse de Liam Gallagher y es que, haga lo que haga, clama a los cuatro vientos que el grupo en el que él se involucre es el mejor del mundo hasta dar la cara por mucho que se desmorone. Hay muchas cosas que pueden reprochársele, sí, como por ejemplo, no saber valorar hasta que punto sus palabras pueden ser tomadas como bravuconadas de un cuarentón que desde la veintena sigue creyéndose el ser más afortunado por haber sido poseído por el espíritu de John Lennon.
Es su obsesión. Ya lo era cuando se mataba con su hermano en Oasis y ahora con Beady Eye lo reafirma incluso con la incorporación del discurso de Jean-Paul Marat en ‘Flicker of the Finger’; ¿tenemos nuevo working class hero en la oficina? Tampoco hace falta más que ver la (estúpidamente polémica) portada de su segundo trabajo, obra de Harri Peccinotti, para corroborar que mirar a las épocas pasadas no es solo con el fin de componer. Pero sí, esto da incluso para sacar un segundo disco que en líneas generales mejora lo obtenido hace dos años, ese experimento de mezclar varios estilos a toda prisa con la clara idea de decir “aún estamos aquí pero sin ese tipo de la guitarra”.
Puede que parte de culpa es esto la tenga dejar que Dave Sitek ponga las manos en la producción. Y si ni se dice, su sello queda patente con ese sonido de viento que tanto rememora a TV on the Radio en dos de las mejores composiciones, quizás no solo del disco sino de la corta vida de Beady Eye como ‘Second Bite of the Apple’ o la propia ‘Flicker of the Finger’. Aunque por mucho que trastoque para bien, las composiciones son las que son y esa promesa con cara de mala hostia de ‘álbum de rock and roll’ se ha quedado en, una vez más, venta de humo.
Buscando algo más trascendental, melódico o romántico, Liam parece sentirse cómodo escribiendo temas como la notable ‘Soul Love’ o la musicalmente intrascendente ‘Don’t Brother Me’, que solo gana leve interés por unas declaraciones nada esperadas (sic) a un año vista del vigésimo aniversario de ‘Definitely Maybe’ (“Hay asuntos pendientes. Volvería a reunir Oasis por nada, pero si alguien pone una puta cantidad de dinero también lo haría por eso (…) Estaría bien hacerlo por lo que está por venir, después regresaría a Beady Eye y Noel a sus cosas. Podríamos enterrar el hacha por una vuelta de honor rápida”). Mientras eso llega, también el poder de la escritura le hace colar la influencia de ‘1969’ de The Stooges en una acertada ‘Shine a Light’.
Ese es el gran defecto de esta banda y quizás de todo lo que rodea los Gallagher: el estar tan encorsetados en sus influencias que buscan sonar como ellos y el fichaje del ex – Kasabian Jay Mehler incorpora a otro miembro con esa lección bien aprendida. Tampoco hay que indagar mucho para ver que ‘I’m Just Saying’ es una mero plagio de su propio ‘Hello’ o que ‘Face the Crowd’ sea un quiero y no puedo de ‘Four Letter Word’; pero no quita que puedan sacar un puñado de temas más que aceptables como son ‘Iz Rite’, ‘Soon Come Tomorrow’ o ‘Ballroom Figured’. Otra cosa es que la maltrecha voz de Liam que tan pulcra suena en disco aguante estoica una gira y destruya la magia que algunas puedan tener.
Siempre teniendo los pies en el suelo y ya visto lo que quieren ofrecer, este ‘BE’ (Beady Eye Records, 2013) parece tener un propósito más claro de disco en sí que de composiciones al tuntún empacadas para contrarrestar la amenaza solitaria de Noel. No conseguirá el propósito de Liam de superar a Oasis, pero igual lo mantendrá entretenido hasta ese momento en que vuelvan para hacer caja con el directo de sus mejores discos como hicieran sus contemporáneos tras proyectos que en su mayoría no terminaron de funcionar. Por ahora, los requisitos se van cumpliendo a rajatabla.