Strange Weather Isnt It 2

Tras la pérdida de uno de sus miembros en lamentables circunstancias, una de las bandas con uno de los directos más rompedores y efectivos que se recuerda vuelve con su cuarto largo. Rescatamos una reseña realizada por un compañero en Keep The Dream Alive.

Tras tres años de silencio precedidos de un grandísimo 'Myth Takes', en que la fórmula de baile se hacía aún más seña de identidad en esta banda que cada escucha hacía que encontraras un sentido al enigmático nombre que los identifica.

Con este nuevo trabajo, la fórmula no se desvanece, no es la misma pero a la vez, no cambia. Lo que a grandes rasgos si demuestra este álbum con respecto a su anterior es algo más de luminosidad en los temas, al menos los iniciales, cosa que en ocasiones estaba totalmente ausente tres años atrás pero que hacían las canciones muy directas, con objetivo claro de evitar la estaticidad en cada escucha. Aquí, aunque ciertos aspectos se mantienen e incluso señas de identidad como el rasgar del bajo y guitarra hacen rememorar en temas como la carta de presentación con 'AM/FM' o 'Wannagain Wannagain' a aquello realizado tres años atrás, aunque este tema en concreto se podría atribuir a The Gossip sin ningún rubor, parece faltar esa chispa que prenda la mecha. Temas que muestran esa luminosidad que hablamos serían buenos exponentes 'The Most Certain Sure', con cierto regusto 'disco' traído a la actualidad o 'Steady as the Sidewalk Cracks', que invita a un movimiento de caderas en que se podría mencionar un acercamiento a los ritmos exóticos.

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Y aunque a pesar de una fórmula a grandes rasgos similar a la usada con efectividad años atrás, presentan temas que se intentan acercar a ese misticismo frenético pero que se quedan en su gran parte en temas de dudoso mérito sobre la mesa de casa. 'Hollow' posee un ritmo tan enlentecido que se hace pantanoso e incluso de pobre relleno en lo que intenta ser un nexo en las dos partes del disco, algo complementado con la presencia de 'Jump Back', en que la voz de Nic se mantiene en un extraño segundo plano, como durante todo el disco, pero que la grandeza rítmica que marca Justin Vandervolgen al bajo hacen que el tema crezca en potencia y que el clímax se alcance con 'Even Judas Gave Jesus a Kiss'. Pero sin duda, donde mayor acercamiento llega a lo elaborado antes es con 'The Hammer', tema en la recta final del disco que presenta un estallido rítmico marca de la casa americana donde en directo debe verse completamente desbordado, entre instrumentos enfurecidos y efectos endemoniados que marcan la pauta para que los huesos de Nic se desencajen en el directo.

Tres años de silencio han sido rotos por una banda que se les esperaba con los brazos abiertos, pero entregan un disco que quizás colma expectativas, pero que no llega a ser tan redondo como su anterior trabajo, al menos mientras un servidor lo escucha en su casa, sin poder negar que la grandeza en directo hará callar más de una crítica negativa que pueda surgir. El tiempo está raro, pero ha llegado cierta carga eléctrica tras un trieno de calma que esperemos pronto se traslade a los escenarios.

Escrito por Andrés Salasgher. Si te ha gustado no dudes en visitar: http://somecigsandalcohol.blogspot.com/

La reseña: Pincha aquí

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