No hubo lugar para la sorpresa. Se cometió el dislate anunciado. Desde el instante posterior a su proyección en el pase de prensa acreditada, todos los allí presentes, pese a que éste tuvo lugar en el mismo inicio de su andadura (el segundo día concretamente),coincidimos en que FUOCOAMMARE, de Gianfranco Rosi, un documental que habla del día a día en la isla italiana de Lampedusa, luctuosamente conocida estos últimos años por ser el lugar al que arriban miles de africanos huyendo de la miseria de sus países de origen, perdiendo la vida en muchos de los casos, cumplía a la perfección con el tipo de producto que en la Berlinale gusta de ser privilegiado por el presente equipo organizativo. Todos supimos muy pronto qué film iba a ser el vencedor de una gala a la que le quedaba aún nueve días para celebrarse.
Para quien esto escribe, tal circunstancia resulta asaz desalentadora, por cuanto en el artículo publicado ayer en nuestra publicación, ya referíamos que nuestra favorita era otra, el espléndido film de Mia Hansen-Love, L´AVENIR. Sin embargo, el magnífico ejercicio escrutador sobre una mujer de madura edad a la que la vida azota de súbito, debiendo por ello tratar de renacer existencialmente cuando se halla en el inicio de su ocaso vital no cumple con los cánones políticos, de claro compromiso con los aspectos más injustos del presente panorama internacional, a los que el director de la Berlinale, el ínclito Dieter Kosslick (cuánto ganaría el festival si lo relevaran de su cargo: el compromiso con una muy manida lista de realizadores adscritos permanentemente a ser incluidos en un lugar, la competición, que no merecen hace ya bastante tiempo que le está pasando una patética factura), tanta predilección no disimula nada en hacer prevalecer.
Por lo demás, hay que reconocer que el palmarés confeccionado por el jurado presidido por Meryl Streep no puede ser objeto de un reproche generalizado, por cuanto sólo han desbarrado en un premio menor, el de la Contribución Artística. Quizás, desde nuestro subjetivo punto de vista, cause estupor el vacío hecho a MIDNIGHT SPECIAL, de Jeff Nichols (no es su mejor obra, pero sus primeros 70 minutos son los más perfectos vistos en la competición de este años) y, sobre todo, el adjudicado a la hermosa película del veterano cineasta galo André Téchiné, QUAND ON A 17 ANS.
En definitiva, una Berlinale que, aun ofertando títulos nada exentos de interés, dista muchísimo de encontrarse entre las más recordadas de su historia, siendo el año en el que ha sido proyectada la película de más metraje jamás incluida en Sección Oficial alguna de los grandes certámenes cinematográficos, la muy notable HELE SA HIWAGANG HAPIS, del filipino Lav Díaz. Éste ha sido el palmarés definitivo:
Oso de Oro a la Mejor Película: FUOCOAMMARE, de Gianfranco Rosi (Italia, Francia): Completamente injusto. El film de Rosi no tiene ni la valentía que debiera, ni la que acredita la mejor película de este año en la Sección Oficial: L´AVENIR, de Mia Hansen-Love
Oso de Plata - Gran Premio del Jurado: SMRT U SARAJEVU“ (Death in Sarajevo), de Danis Tanovic (Francia, Bosnia Herzegovina): Nos ha gustado mucho el film de Tanovic, pero éste lugar debiere haber sido ocupado por Lav Díaz o por André Téchiné.
Oso de Plata - Premio Alfred Bauer: HELE SA HIWAGANG HAPIS (”A Lullaby to the Sorrowful Mystery”), de Lav Diaz (Filipinas): Irreprochable, aunque el dispositivo escénico pergeñado por Ivo M. Ferreira en la película lusa CARTAS DA GUERRA hubiera sido otro claro merecedor del premio.
Oso de Plata a la Mejor Dirección: Mia Hansen-Løve, por L´AVENIR (Things to Come), (Francia, Alemania). Nada que objetar.
Oso de Plata a la Mejor Actriz: Trine Dyrholm, por KOLLECTIVET (The Commune), (Dinamarca, Suecia, Holanda). Merecidísimo. Era la única que podía arrebatarle el premio a la otra gran creación actoral femenina, la de Isabellle Huppert en L´AVENIR. La gran Trine Dyrholm, con todo, regala en THE COMMUNE el instante más conmocionador vislumbrado en concurso, dentro de la espléndida escena en la que su personaje, lo mejor del film danés, se ve incapaz de continuar adelante con el noticiario que presenta.
Oso de Plata al Mejor Actor: Majd Mastoura, por HEDI (Túnez, Bélgica, Francia): Aunque nos hubiera gustado que los vencedores hubieran sido el par de actores jóvenes protagonistas de la película de Téchiné, el actor tunecino es un intachable ganador de su Oso de Plata, por cuanto acierta plenamente en la hondura casi impenetrable del agarrotamiento, la pasividad y la inusitada celebración que debe exponer su timorato personaje.
Premio a la Mejor Ópera Prima: HEDI de Mohamed Ben Attia (Túnez, Bélgica, Francia). Perfecta decisión.
Oso de Plata al Mejor Guión: ZJEDNOCZONE STANY MILOSCI (”United States of Love”), de Tomasz Wasilewski (Polonia, Suecia): Nos ha gustado ver la inclusión de la osada cinta polaca en el listado de premiados, pero creemos que lo merece mucho más la capacidad observativa desplegada por Wasilewski o el trabajo de fotografía del siempre soberbio Oleg Mutu, colaborador de Cristian Mungiu, que el guión, en el cual se atisban algunas osadías un tanto discutibles. Como guión no hay duda alguna. Ninguno como el de L´AVENIR.
Oso de Plata a la Mejor Aportación Artística: CROSSCURRENT, de Yang Chao (China): Aberrante. La película filipina, la portuguesa o la polaca debieren haber sustituido a este bodrio inenarrable.
