Estábamos cansados tras una primera jornada más que intensa, pero eso no nos quitó las ganas ni las fuerzas para disfrutar del segundo día de Granapop, que prometía bastante.
Así, empezamos con Shining Crane, banda valenciana que nos animó a dar los primeros pasos de baile de la tarde-noche. Esteban y Tracy transmiten toda su energía a cada uno de sus temas, pero, personalmente, destacaría los temas en inglés, con mucha más electricidad. Con todo, fue un gran y divertido descubrimiento.
A continuación, pasamos a algo mucho más tranquilo con el acústico de los ya muy apreciados Pájaro Jack, presentando su disco homónimo. La dulce voz de Jaime, junto a los cuidados acordes de Arturo y la más curiosa actuación de Daniel, hicieron que temas como 'Todo está cambiando' sonaran a la perfección. Por aquí ya conocíamos su talento sobre el escenario y, sin duda, se ganaron al público que venía de fuera y que quizás no conocía tanto al grupo.
Juanjo Rengel, presentador del festival, daba paso a los barceloneses Ruidoblanco, que no “Dineroblanco”, como bromeaba. Con unos escasos días de preparación, ya que se incorporaron al cartel tras la triste caída de Antonio Luque (Sr. Chinarro), nos ofrecieron uno de esos directos a los que hay que ir al menos una vez en la vida. Salva y Cris, con unas voces impecables, solo eran una pequeña parte de la espléndida actuación que conseguían entre los cinco miembros. Temas como 'Octubre' o 'Palabras que apagaron el incendio' no faltaron en el repertorio, un repertorio con temas excelentemente escogidos de su disco 'Midiendo el tiempo con canciones', consiguiendo tocarnos de lleno la fibra sensible. 'Zumo de naranja con vainilla' nos refrescó mientras tarareábamos ese dulce 'parapapapa' junto a ellos, haciendo que esos 35 minutos fueran redondos.
A eso de las diez y media de la noche llegaba una de las bandas más esperadas de esta tercera edición del festival, Izal. Desde el primer momento, el vasco nos hizo saltar con 'Extraño regalo'. Continuaron con 'Continente' y 'Qué bien' hasta llegar a la última, 'Conclusión en Do para ukelele', presentando así su disco 'Magia y efectos especiales'. Todo esto no sin emocionarse ante la respuesta del público, que llenaba toda la sala de cantos y bailes al ritmo que marcaban estos chicos. Tampoco olvidaron (por poco) dedicar a Raúl, que se encargó de la organización del festival, 'La mujer de verde', uno de sus grandes temas en los que mejor se puede contemplar la característica voz de Mikel. Fue un concierto para recordar, de esos en los que saltas, cantas, te emocionas...de esos que no se te olvidan nunca. Y es que la alegría y la energía que transmiten Mikel, Alejandro, Emanuel, Alberto e Iván es memorable, siempre fascina ver cómo un grupo se lo pasa tan bien como su público sobre el escenario. Nos contaron más tarde que se sorprendieron al ver que todos se sabían sus canciones y eso se notaba en las sonrisas que podíamos ver en sus caras. En definitiva, “los Vetusta Morla de Hacendado” (guiño), nos enamoraron a los que ya les conocíamos y cautivaron a los que aún no tenían ese placer.
Y con esa inolvidable sonrisa, tras un breve descanso para recuperarnos de toda la energía que gastamos, pasamos a otro de los grandes grupos de la noche, Dinero. El grupo, formado por Sean, Rubi y Ekain, presentó 'Año perro' con un directo más que potente. La fuerza de la guitarra y el bajo eclipsaron en cierta manera los juegos de voces que caracterizan a la banda. Las melodías pegadizas y bailables hacían que el público, aún cansado, no parara de saltar en ningún momento. Pero el momentazo, sin ninguna duda, llegó con su tema más aclamado, 'En invierno', con el que todos los asistentes se volcaron y pusieron toda su energía para acompañar al trío que con tanta intensidad interpretaba sus mejores temas.
Tras esto, llegó un momento algo más tranquilo, pero nunca sin para de moverse, con la banda proveniente de la capital andaluza, Kenedy. El grupo destaca por la fuerza que desprende sobre el escenario, dando vida a temas como 'Brathe again' o 'See the moon'. Además, se percibe desde lejos el buen rollo que hay en el grupo y eso lo demostraron cuando Íñigo, guitarra en mano, le dedicó 'Wreck' al que “incluso ha puesto dinero” por ellos, Antonio Romero, con motivo de su cumpleaños. Ese momento nos puso a todos los pelos de punta, haciendo que incluso derramáramos alguna que otra lagrimilla a los que conocemos a Antonio. Estos sevillanos prometen mucho, todos los que ya han tenido el honor de disfrutar de su música en directo ya les han hecho un huequito que seguramente se irá haciendo cada vez más grande.
Con esto, los conciertos terminaron para dar paso a los djs de la noche. Pero antes hubo tiempo para que las tuiteras @barbaridades__ y @Grupiescabreada anunciaran los ganadores del concurso que habían organizado a la mejor barba del festival. Así, Davile Matellán resultó ser el ganador del viernes y Cristian (Ruidoblanco) del sábado, con premio y todo, muy detallosas estas chicas.
Y, como en el Granapop no puede faltar de nada, Aaron Arnan, quien se había encargado de hacer todas las ilustraciones para el festival solidario (aún se pueden conseguir aquí , también tuvo su momento, en el que subió al escenario para soplar la tarta de cumpleaños (que fue dos días antes) que le habían preparado.
Llegó de esta manera el momento de los grandísimos Indiecaciones Djs. ¡Y tan grandes! No pudimos parar de movernos y reírnos ni un solo segundo gracias a los temas que pinchaban, siempre sin olvidar al estupendísimo Raphael o a la divertida Marisol, haciendo que Ada Oliver, directora del festival, se desatara como nunca. ¡Queremos su blog de vuelta ya!
Y, sin poder relajarnos ni un minuto, llegaron a los platos los esperadísimos Indiepollas Djs. Al igual que la última vez que pincharon en Granada, no olvidaron sus máscaras blancas para seguir en el anonimato (aunque muchos ya les habíamos visto las caras de gambiteros), uno de ellos acompañándola con una genialísima chaqueta de lentejuelas, que tanto dice de ellos. Ya lo dije la otra vez, y lo vuelvo a repetir, estos chicos saben lo que hacen, enganchan a la perfección un tema con otro para no dejarnos descansar y, por si fuera poco, nos regalaron pulseritas de neón para desatar aún más, si cabe, la euforia en toda la sala. El cierre de la sesión, y por ende, del festival, fue por todo lo alto, con los Indiepollas mezclándose entre los asistentes y los asistentes mezclándose entre ellos.
Por último, solo me queda destacar el gran trabajo de la grandísima técnico de sonido, Elena González, que fue de matrícula, así como de Raúl y Ada, que han hecho que, tan solo unos días después del festival, ya estemos pensando en una cuarta edición tan especial como esta.
Concluyendo, un festival de 10 con un fin aún más grande, pues no olvidemos que todo esto se hace para ayudar al Banco de Alimentos de Granada. Y, la verdad, si todo sale tan bien, ¡encantadísimos de ayudar las veces que hagan falta!
