Lorimeyers Cuando El Destino

Lori Meyers

Cuando el destino nos alcance

[Universal Music Spain / 2010]

Cuando el destino nos alcance es el cuarto álbum de Lori Meyers, grabado a inicios de 2010 en Los Ángeles, concretamente en los estudios Castle Oaks Productions. Allí se pusieron a las órdenes del exitoso productor Sebastian Krys, lo cual ha levantado no pocos prejuicios y suspicacias sobre las jugosas novedades que los de Granada han plasmado en este gran disco de pop. Los Grammys obtenidos por el productor argentino con trabajos para otros artistas mainstream parecieron ser suficiente argumento para los radicales del indie de nueva hornada y su gatillo rápido disparando la bala hueca del “se han vendido”.


Conscientes o no de estas posibles críticas, la grabación del disco fue toda una experiencia para el grupo, y así lo han reflejado en cantidad de material visual que se encargaron de ir publicando para deleite de sus fans en ese indispensable medio que es a día de hoy las redes sociales. El buen hacer de ambas partes resultó con el mejor argumento para afrontar cualquier crítica: once buenas canciones que, guardando la esencia lorimeyeriana, aportan nuevas formas hasta ahora no encontradas en sus anteriores discos.

Así, el disco empieza con Mi realidad, el avance que provocó las primeras reacciones opuestas -quién sabe si buscadas a conciencia- debido a su estilo rápido y directo, un single bailable donde los sintetizadores tienen absoluto protagonismo. El corte ¿A-ha han vuelto? va en la misma onda, pero esta vez con un llamativo teclado más ochentero, como no podía ser de otra forma con ese título. También en la primera parte del álbum, Corazón elocuente nos presenta otra de las características llamativas de este álbum: ese ritmo tan pegadizo que se han encargado de poner tan de moda grupos como The Strokes -o mejor dicho, como ya se encargó de explicarnos el propio Sebastian Krys en esta publicación, con influencias de ilustres nombres como Bo Diddley, Tom Petty o Iggy Pop-.

Tras la carta de presentación de las nuevas habilidades de Lori Meyers que suponen estos tres temas, comienza el grueso del disco con Castillos de naipes. Otro de esos medios tiempos tan característicos de Lori Meyers en el que Noni desarrolla el tema en torno a una desoladora e inspirada frase: “que en mi vida no ha cambiado nunca nada / que cambio siempre sólo bastos por espadas”. Composición de gran calibre tras la cual llegan los temas más continuistas del álbum, Rumba en atmósfera cero (con alguna línea de guitarra peligrosamente parecida a la exitosa Luces de Neón del anterior Cronolánea) y Nuevos tiempos. En este último encontramos otro de los mejores cortes de este álbum, en el que además Noni saca su mejor versión como letrista, conjugando algunas de sus mejores armas: el romanticismo más naive (Ahora vienen nuevos tiempos / el amor está en el aire / es momento de escribirle / y con más pasión que antes / dile que no tienes miedo / que estarás antes que nadie) para pasar al cinismo más ácido (Tienes que autoconvencerte / de que tú eres el culpable / haz visitas a videntes / y ver un cura los martes).

Ventura supone un break en el ritmo del disco, con aires Americana, tras lo cual vuelve el protagonismo de los teclados en Religión, pero en esta ocasión con un ritmo más actual. Estupendo tema en el que, eso sí, volvemos a encontrar el pesimismo que impera en el disco -y que tan bien queda reflejado en la portada del mismo, obra de nuevo de Vanessa Zafra- en esta ocasión con una letra muy orwelliana. Este momento álgido del disco se extiende con Explícame; en esta ocasión es Alejandro el que describe esa otra realidad que atormenta la cabeza de estos chicos en un corte bonito y a la vez potente, continuando así con sus ocasionales pero siempre acertadas aportaciones a los discos como compositor.

En el cierre del disco encontramos Condicional hipotética, quizás la canción que más gane después de varias escuchas con respecto a la impresión inicial, y en el que de nuevo sacan a relucir el ritmo garagero de marras. Enhorabuena eres el que tiene más merece un aparte, Alejandro plasma una crítica anticonsumista en una suerte de chirigota-folk (lo siento por acuñar este termino, desde que se me vino a la cabeza no he podido evitar la necesidad de escribirlo) con una letra fácilmente coreable en un tono irónico sobre un sencillo rasgueo de guitarra.

Si hay algo que a estas alturas hay que tener claro acerca de Lori Meyers es que son músicos en constante evolución y sin miedos ni prejuicios para llevar su música por el camino que su inquietud musical les indique. Así, han pasado desde el pop-rock más maquetero de Viaje de estudios, pasando por un disco casi conceptual como Hostal Pimodan, o el salto a las primeras filas del panorama nacional con Cronolánea hasta las particularidades de este último álbum. Eso sí, hay una constante en sus discos: bonitas melodías, cuidadas armonías vocales y riqueza instrumental.

Canciones destacadas: Castillos de naipes, Religión, Explícame, Condicional hipotética.

Escucha el disco en: Spotify.

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