LUCY DACUS
FOREVER IS A FEELING
Geffen Records
Nota: 6.5
Comentario:
Frente a un disco sin grandes pretensiones, afable, que sale al mercado sin hacer mucho ruido, y otro petulante en su ambición, que se anuncia como la octava maravilla y cuyos insoportables excesos se disfrazan con el adjetivo de “rompedor”, siempre preferiré el primero. Y es que Forever is a feeling es un álbum que no molesta, no esconde grandes hallazgos, las pistas contienen pocas variaciones, pero es lo que es. No trata de engañar a nadie. No se puede decir lo mismo de otros trabajos que ya se han analizado aquí, así que, considero romper esa lanza en favor de Lucy Dacus.
Dicho esto, lo primero que encontramos aquí es una sección de cuerdas, probablemente sintéticas. Sirve como agradable preludio (ya lo dice el título, Calliope prelude) a Big deal, conformada por una batería, una guitarra acústica y unos arreglos electrónicos. La letra habla de desamor. Se deja oír, a pesar de los escasos cambios. Ankles es un tema de amor. Sugiere la gente que lésbico, no sé qué diferencia hay o en qué afecta a la canción. Las cuerdas marcan una base de staccato, mientras que una guitarra acústica y otra eléctrica hacen arreglos al compás de una batería.
Limerence contiene una introducción a piano. En lo lírico, se emplea el flujo de conciencia para tratar el tema de la obsesión, un recurso interesante y más explorado en la literatura que en la música. Modigliani comienza a capella. Al poco, se dobla esa voz y aparecen arreglos de sintetizador y cuerdas que provienen del mismo instrumento. En Talk, salvo por la guitarra, predomina, nuevamente, lo electrónico para los arreglos, la armonía y el ritmo. La letra reflexiona acerca de una relación en la que no existe la comunicación. For keeps es una canción corta que versa sobre la incertidumbre intrínseca a los inicios de cualquier relación de pareja, en la que interviene exclusivamente la guitarra.
El corte homónimo consta de varios arreglos de teclado, un bajo sintético y un ritmo secuenciado. La letra, por su parte, trata sobre las emociones en general. Come out, en otro orden, se estructura únicamente con la guitarra de Dacus para hablar de la añoranza. Best guess se puede asimilar, por contenido, al séptimo tema. En este caso, suenan una batería y una guitarra eléctrica. En la siguiente pista, Bullseye (sobre lo efímero del amor), aparece, como invitado, el cantante Hozier, quien inundara las emisoras internacionales con su éxito Take me to church en la década pasada. Ambas voces se complementan bien. Most wanted man, el tema más movido y dinámico, es otra curiosa reflexión sobre la vulnerabilidad de los miembros de una pareja. Encontramos dos guitarras con bastante ganancia y la batería. Finalmente, Lost time versa sobre el arrepentimiento. Figuran aquí la guitarra, la batería y una pandereta.
Lo mejor que se puede decir de Forever is a feeling es que varias de sus letras son muy sólidas, y sus estructuras, inteligentes. Lástima que no podamos afirmar lo mismo en el terreno musical, en el que sobra mucha electrónica y falta variedad; armónica, rítmica y sonora. De todas formas, en parte, esta monotonía, así como ciertos arreglos desatinados, se ve compensada por la agradable voz de Lucy Dacus. De modo que este puede ser un pretexto para llegar hasta el final de su escucha.
