Otra giraza de las que esperábamos como agua de mayo
Tienen recién salido del horno su octavo disco, “Unethered Moon”, que se ha publicado en abril (no sacaban ninguno desde “There's No Enemy”, en 2009), y ya sabemos las fechas en que nos lo presentarán en directo. Será el 21 de noviembre en Madrid (Teatro Barceló) y el 22 en Barcelona (Bikini), en una coproducción entre Houston Party y Cloudy Dog, cuando la banda que lidera Doug Martsch nos vendrá a visitar, algo que no ocurría desde septiembre de 2013.
Originarios de Idaho, Built To Spill se encuentran entre los cabecillas del indie rock desde mediados de los 90 (nacieron como grupo en 1992). Plantaron su tienda entre la post-modernidad que preconizaba Pavement y el galope de Neil Young, sin tintes revolucionarios ni eclécticos, más pendientes de hacer música que pide tiempo y no inmediatez. Con su cantante y compositor, el arriba mencionado Doug Martsch, convertido en un guitar hero que ha competido incluso con J Mascis -rival e ídolo al mismo tiempo, su mayor influencia- a la hora de hacerse con ese podio en el mundo alternativo. En estudio estos estadounidenses andan más pendientes del arreglo y de lo intrincado y arty, mientras que sobre el escenario apuestan por lo impredecible y la rudeza. A lo largo de su discografía sus composiciones han ido prefiriendo las tramas abruptas, con melodías que se van fracturando y dan paso a otras, en un continuo reto a la fórmula tradicional de canción. En ese sentido, el flamante "Unethered Moon" funciona como un testamento del perfeccionismo de Martsch (que descartó para su publicación un álbum completo, ya finalizado, en 2012), quien se muestra como un veterano que continúa todavía encendido y profundizando en el mismo tipo de canción con el sentido de la aventura, incombustible, de un hombre joven cargado de curiosidad.