El Gran Cuaderno 3

Título original: A nagy füzet

Año: 2013

Duración: 109 min.

País: Hungría

Director: János Szász

Guión: János Szász, András Szekér (Novela: Agota Kristof)

Fotografía: Christian Berger

Reparto: András Gyémánt, László Gyémánt, Piroska Molnár, Ulrich Matthes, Ulrich Thomsen, János Derzsi, András Réthelyi, Orsolya Tóth, Péter Andorai, Krisztián Kovács

Productora: Coproducción Hungría-Alemania-Francia-Austria; Hunnia Filmstúdió / Intuit Pictures GmbH / Amour Fou Filmproduktion / Dolce Vita Films

NOTA: 5.5

De obra completamente desconocida en nuestro país, el veterano director magiar János Szász, para su decimotercera obra, decide abordar la nada fácil adaptación cinematográfica de EL GRAN CUADERNO, primera parte de una magnífica trilogía literaria a cargo de su compatriota Agota Kristóf, que en nuestro país la editorial El Aleph tiene publicada con el nombre de “Claus y Lucas”. La escritora aporta en ella una descarnada, atípica  visión de esa repetida lacra bélica que padeció el siglo XX, conocida con el nombre de 2ª Guerra Mundial.

Siguiendo de forma bastante respetuosa el texto original, el film nos traslada hastala conmocionada Hungría de ese infausto periodo. La familia de un militar magiar está a punto de desintegrarse. Los padres, ante lo incierto de los tiempos venideros,  deciden que sus dos hijos acudan a vivir a casa de su abuela para apartarlos de los esperables riesgos que la urbe posee de ser bombardeada. Se da la circunstancia de que los pequeños  son gemelos.

Lo más destacable de la película es lo bien que el realizador sabe capturar la originalidad que presta el entorno geográfico y humano dentro del cual van a sucederse todos  los acontecimientos.  El traslado hasta el confín apartado, agrícola y de escasa población que caracteriza al lugar en el que vive la abuela sitúa a la historia en los márgenes escasamente vistos en pantalla grande de los núcleos alejados del frente de batalla.

El paisaje se convierte en el aliado del elemento ambiental más perseguido por la cámara: la impiedad, severísima, con la que los niños son aceptados en ese nuevo “hogar”. La pérdida de la inocencia como necesidad y como arma mediante la que contestar aviesamente a las amenazas de alrededor. El malestar ambiental como densidad exterior significativa de la maldad inminente en el espíritu de los gemelos.

EL GRAN CUADERNO narra las tesituras morales que van a ir germinando en la conciencia superviviente de los dos esquinados protagonistas. el-gran-cuaderno-1El film es inmisericorde tanto en el retrato de ambos como en el de resto de personajes. A la dureza del acontecimiento global se le unirá la aspereza, la dificultad y la insanía dirimida por la total ausencia de ternura o de compasión emplazados en la dificultosa existencia de los dos protagonistas en aquel ámbito. A tal efecto, cabe destacar la impronta miserable, dura, inmisericorde y absoluta con la que queda inscrito el mejor personaje de toda la película: esa abuela gorda que no gastará cariño alguno en esa obligada acogida.

Con todo, pese al atractivo de una propuesta tan alejada de lo previsible, EL GRAN CUADERNO no alcanza la solidez que su empaque sí posee debido a unas imperdonables resoluciones narrativas que, sobre todo, en su tercio final lastran la verosimilitud dela resolución. Se acumulan una serie de decisiones que se suceden de forma atropellada y caprichosa. El misterio se torna incoherencia y el film pierde la forjada contemplación lograda hasta ese momento.el-gran-cuaderno-2

Al film, además,  le pesa lastimosamente el escaso atrevimiento con el que el realizador acomete la tarea de trasladar a imágenes la prosa prestada. Da la impresión en todo momento de que aquel, sabedor de la potencia dramática, enfermiza y cruel de los hechos encuadrados, se rindiese al mero cumplimiento dela exposición. Más allá de la fuerza inevitable del entorno y de los acontecimientos en él desarrollados, se echa en falta un arrojo desestabilizador en el trabajo con la cámara: EL GRAN CUADERNO peca de academicismo y, por lo tanto, de cierta frialdad. Se ve literalmente la novela porque la imagen no adquiere la garra necesaria para lograr el vuelo autónomo. En manos de, por ejemplo, un Roman Polanski, el itinerario hacia la maldad superviviente que configura esta historia hubiera desembocado en un film muchísimo más afilado, espinoso y coherente.

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