Concurría de nuevo este año el Santander Amstel Music Festival, y ya van tres, abriendo la temporada de conciertos en Santander.
Foto: Óscar Mulero
Se presumía un fin de semana intenso, o al menos lleno de emociones a tenor del novedoso cartel que presentaba este año la organización, y así fue. Un cartel, que desde mi punto de vista nada tiene que envidiar al de otros festivales, ahora tan numerosos y en muchos casos algo vacíos y faltos de atractivo, que se rodeaba de lo más florido del panorama indie nacional, y que aportaba sus dosis de rock foráneo con la calidad de bandas como The White Lies, The Dandy Warhols, The Wave Pictures, Vive la Féte, y como no, uno de los grandes reclamos y posiblemente unos de las bandas más añoradas por la península, como es el elenco de músicos y voces comandado por Stuart Murdoch. Hablamos de Belle&Sebastian.
Foto: Óscar Mulero
Con una organización, que salvo pequeños detalles ha rayado y superado el evento con nota alta, y un marco tan in igualable para su desarrollo, durante esos días se ha podido disfrutar en la bahía de Santander de la alternancia de estilos y bandas que han hecho disfrutar a los asistentes, y han dejado un regusto que anima a la organización de una cuarta edición, o así lo piensa el que suscribe. Un horario accesible, con rápidas transiciones entre actuación y actuación, precios muy razonables y ambiente muy animado propio de melómanos con ganas de disfrutar. Y como no, con mucho estilo en cuanto a los asistentes, mucho estilo.
La programación comenzó el Jueves en la sala BNS, con una tanda compuesta por los locales Sparkpet, los bilbaínos We Are Estándar, y amenizado con las sesiones de Mystique y Plastic Adict dj’. Los bilbaínos siguen paseando por estas tierras los cortes de su último trabajo que tan buenas críticas está recibiendo tanto a nivel nacional como internacional, incluso con incursiones en el lejano oriente.
El Viernes el cartel se trasladaba a la campa de la Magdalena con la presencia de bandas como Delafé y las flores azules, presentando las canciones de su nuevo disco tras un periplo de ausencia, The wave pictures que siguen mostrando su alegría contagiosa y su ritmo pegadizo de concierto en concierto, y convencidos del buen cartel que tienen por aquí, y a continuación asistimos al que para algunos, y casi la mayoría, era el plato fuerte del festival. El regreso de Stuart Murdoch y el resto de integrantes de Belle&Sebastian, que tras un periodo de descanso e incursiones musicales por separado en el caso de Murdoch, concurrieron en Santander con una formación de lo más florido. Hasta once músicos llegaron a estar sobre el escenario, incluyendo un cuarteto de cuerda y las más variadas combinaciones de instrumentos, tal y como venían haciendo en la mayor parte de sus actuaciones. La expectación no defraudó y los escoceses dieron un recital de lo más variado a su repertorio, desde viejos trabajos hasta la presentación de su nuevo single, todo aderezado con la interacción de Murdoch con el personal, invitaciones de baile sobre el escenario, felicitaciones por el mundial, y todo tipo de loas a la concurrencia. Así mismo premiaron al público con varios bises, donde la afición pudo disfrutar hasta el final de la vuelta de esta banda a la que ya estamos deseando poder ver de nuevo cerca de aquí.
Foto: Óscar Mulero
La noche se cerró con Delorean transmitiendo atmósferas ambientales y sonoras que invitaban a mover los pies y a continuar la noche hasta bien entrada la madrugada, consiguiendo una conexión directa con el público y elevando la tensión y las ganas de baile, para dar paso a Vive la Fete que cerraron esta noche la jornada de Viernes.
Foto: Óscar Mulero
El Sábado se presumía diferente ambiente por cuanto el grueso de la misma venía cargado de grupos patrios, provenientes de diferentes festivales de la geografía nacional, La habitación roja, Dorian, Sidonie, con muchos kilómetros a cuestas pero con muchas ganas de agradar. Y así fue. Los valencianos cargaron con el peso de abrir la jornada, aún con poco público, pero que poco a poco fue accediendo al recinto y acompañando su repertorio cargado de momentos cruciales en la carrera de estos desde sus inicios. Reconocieron su nefasto papel como pitonisos en “Nunca ganaremos el mundial”, e instaron a la afición extranjera a prestar atención al mensaje, e hicieron incursiones en su nuevo trabajo, en todo momento acompañados de un público no muy numeroso pero fan y conocedor de sus cortes. Un buen inicio y una más que correcta entrega de estos ya veteranos.
Foto: Óscar Mulero
A continuación entraron en escena los catalanes Dorian, con algún problema de sonido que motivo leves interrupciones, pero con una gran carga de sonido y letras directas que entretuvieron a los asistentes y a los muchos devotos de la banda venidos de forma expresa para deleitarse con la presencia de la banda sobre el escenario. Repasaron las nuevas canciones de su último disco, y finalizaron con su hit “A cualquier otra parte” coreado y bailado por todos los asistentes, dando muestras de la conexión patente de este corte.
Tras estos concurrieron en el escenario grande los londinenses The White LIes, a los cuales, y a sabiendas de algunas críticas desfavorables que habían cosechado en sus últimas actuaciones en nuestro país, hubo que prestarles la atención merecida. Tengo que decir, que junto a Delorean, y debido a las críticas no agradables que había recibido de sus últimos trabajos, supusieron dos de las grandes sorpresas del festival, si así pudiesen considerarse, y que la actuación de los ingleses me recordó a bandas americanas por un sonido compacto, sobrio y directo. Sin gestos para la galería desempolvaron su último trabajo además de presentar nuevas canciones, y en todo momento brillaron por su actitud y profesionalidad, contagiando a un público reacio inicialmente, y que al finalizar la actuación con “”Death” se encontraba entregado para satisfacción de la banda. Una grata sorpresa, y creo que injustamente tratados.
Foto: Óscar Mulero
Ya se iba cerrando la jornada pero todavía faltaba la aparición de los festivaleros por excelencia. Unos Sidonie cargados de kms y ganas, pero algo faltos de fuerza. Actuación muy animada, ambiente de fiesta, último disco desgranado casi por completo,…y mucha fiesta. Y cerraron los americanos The Dandy Warhols con una actuación seria y sin concesiones, ambientes oscuros y cansancio en el personal.
Un fin de semana cargado de buenas actuaciones, con un ambiente de lo más apropiado para este tipo de eventos, lejos de las masificaciones y agobios de otras citas, y totalmente accesible el público en general, y a la afición a la música en particular. Una cita que invito a la organización mantenga en el calendario, a sabiendas de las dificultades del momento actual, y que por supuesto recomiendo a todos vosotros conocer, por el marco, la ciudad y las fechas en que se desarrolla. No se lo pierdan, mola!!!
Beers, music & love!!!
Mellboy
