Y los Zombies pasaron por Madrid. Posiblemente no habrá una nueva oportunidad para poder disfrutar de esta mítica banda en estas tierras, y ojalá me equivoque.
Pero tras ver la actuación del pasado Miércoles puedo sentirme privilegiado de haber disfrutado de un momento único sobre todo teniendo en cuenta la diferencia generacional entre ambos. Y no es menos cierto que Argent hizo alusión a tal hecho al recordar que alguna de las piezas con las que nos deleitaron a los asistentes fueron compuestas y consiguieron entrar como top, cuando muchos de los allí presentes aún no habíamos llegado a conocerlos, y que decir, algunos ni habíamos llegado todavía aquí.
En Madrid se presentaron con dos de los miembros originales de la banda, Rod Argent y Colin Blunstone, dando inicio a la actuación de forma personalizada e intimista, con solo de piano y voz de solista, comenzando con un nuevo tema, “Let it go”, en un inicio de concierto algo atípico y falto de punch, pero personal y directo a la imagen de los resistentes Zombies. Tras esta entrada dieron paso a la banda al completo, con una formación remodelada con el paso del tiempo, en la que destacaba la presencia de Rodford al bajo, miembro que ha formado parte de otras míticas bandas como The animals o The Kinks, y que con su sola presencia aumentaba el aura mística de los componentes de la banda sobre el escenario.
A partir de este momento comenzaron a sonar temas de forma cronológica y presentados en breves intervenciones de los protagonistas, recordando la trayectoria de los originales jóvenes de St. Albans que allá por los 60 comenzaron a fraguar esta leyenda. Así nos deleitaron con I don’t believe in miracles, I love you, o What becomes of the brokenhearted.
Tras esto llegó el turno de “Odessey and Oracle”, a juicio de los miembros, un disco injustamente tratado en su momento, comenzando con un acústico al piano de A rose for Emily, y continuando con Care of cell 44, This will be our year, y un Time of the season que acabó por levantar pasiones con un final apoteósico y digno de la mejor psicodelia con el solo de hammond a cargo de Argent. Todo un lujo que consiguió retrotraernos más de 30 años, con movimientos de caderas y sensación de libertad.
Llegó la parte final con Whenever you’e ready, Tell her no, consiguiendo la conexión total, y pasando a unos de los momentos estelares de la noche con el final instrumental con teclado y guitarra en Hold your head up, que llevó al deleite absoluto de la afición.
Quedaba aún artillería pesada y nostalgia pendiente, y así Blunstone anunció una de sus favoritas, Old and wise, perteneciente a Alan Parson Project, con solo de guitarra final que acabó por crear un unánime sentimiento de fervor ante esta banda legendaria, finalizando con el mítico y esperadísimo She’s not there, todo un regalo para los admiradores de esta banda, y en general, para cualquier seguidor de los sonidos 60’s.
Tras su finalización la ovación, que en esos momentos se había convertido en generalizada y sincera, pareció llegar hasta el sentimiento de la banda, que no dudó en regalar dos últimos temas, finalizando con Summertime, para lo cual Blunstone sugirió adentrarse en su particular atmósfera y dejarse llevar por la luz y el sonido con el fin de poder disfrutar de esta última pieza, toda una declaración del sonido Zombie.
Punto final a una recordadísima actuación marcada no obstante por la edad de los componentes, pero marcando verdaderos momentos que lograron llevar a los asistentes a otra época musical.
