Massive Attack Copyright Warren Du Preez Nick Thornton Jones

Las grandes estrellas del cartel

Después de un primer año en la nueva ubicación de Sónar de Día y con la lección aprendida de los fallos o errores que hubiera, hay grandes esperanzas para la edición de 2014. Y las hay porque el cartel de este año presenta unos nombres que conjugan un equilibro perfecto entre veteranía y juventud. En un momento en el que la precocidad en esto de la música está a la orden del día, Sónar no puede ser ni es ajeno a ello y nos encontramos con un elenco de rookies que prometen hacernos vibrar como el más veterano del lugar. Se ha decidido apostar por el acto y no por el nombre en muchas ocasiones. Prueba de ello son muchos de los cierres de Sónar de Noche, reservados habitualmente a los pesos pesados de la electrónica. Todo ello no es más que la evolución lógica y natural de un festival que se adapta y reinventa a medida que pasan los años. Renovarse o morir, que suelen decir.

Ahora bien, que Sónar no se olvida de los grandes nombres es algo que todos podemos tener claro. Tenemos muy claro que si hay una actuación que destaca por encima de todas las demás esa es la de CHIC con Nile Rodgers. Leyenda viva de la música, Nile vuelve a estar en el candelero gracias a su colaboración con Daft Punk en su último trabajo. Genio incansable, su capacidad innata para crear temas y su influencia en la disco music y posteriores géneros nacidos de ella y su energía sobre un escenario son motivos suficientes para aguardar el momento de su actuación con ansia. Si además recordamos su actuación en 2006 en el propio Sónar, los adjetivos para describir a CHIC y su directo se nos antojan insuficientes.

Massive Attack regresan una década después al festival y lo hacen estrenando un show totalmente nuevo en el que escuchar sus clásicos sea algo parecido a escucharlos por primera vez. De la alianza de Robert del Naja con el cineasta Adam Curtis ha surgido un hermoso espectáculo audiovisual que unirá música, arte y política en un momento crítico de esta última.

Otro de los grandes momentos del festival correrá a cargo de un clásico de la casa como es el canadiense Richie Hawtin, que nuevamente actuará como Plastikman. Y lo hará presentando “Objekt”, su último proyecto que presentará en exclusiva por primera vez en Europa.

Woodkid ha generado una increíble expectación con su debut musical “The Golden Age”, un trabajo lleno de electrónica emocional que mostrará en Sónar con un show creado por él mismo, pues el francés ya ha dirigido vídeos para varios nombres destacables de la música. Emoción es algo que siempre ha buscado el danés Trentemøller en sus producciones cargadas de épica. En su madurez, ha ido relegando el show digital para terminar configurando una banda que traslade sus creaciones a algo físico y más emotivo.

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James Holden es, desde hace años, por méritos propios uno de los dj’s más reputados. Su talento para la creación y su habilidad a los platos hacen que sus apariciones siempre levanten expectación. Esta vez no será menos, pues pondrá en escena un live en el que mostrará en todo su esplendor “The Inheritors”, su último trabajo. Y otro genio como es Four Tet hará lo propio por partida doble. Live el viernes y dj set el sábado. Por su parte, Caribou, el proyecto más longevo de Dan Snaith, será otro de los momentos especiales. ¿Volverá a reinventars de nuevo? La respuesta la tendremos en su directo en el que presentará sus nuevas creaciones.

2manydj’s podrán tener 80 años cada uno y seguirán siendo una garantía a la hora de montar un buen jaleo. Los tenemos de nuevo este año, aunque ya destacamos en otro especial que lo realmente atractivo será su proyecto con James Murphy (otro que también ofrecerá un set) llamado DESPACIO. 18 horas de locura, recuerdos y baile.

Por su parte, Bonobo llega a Sónar con un live en el que su sonido optimista, denso y abierto será la banda sonora perfecta para el atardecer. Moderat están de vuelta, algo que muchos llevaban esperando desde 2009. Su directo promete ofrecer aquello que hemos encontrado en Apparat y Modeselektor: electrónica emocional y techno desenfadado.

Por último, algunso de los momentos más gamberros y bailables llegarán de la mano de Boys Noize, que mantiene un nivel altísimo en sus producciones y que sigue gozando de una popularidad notable a diferencia de muchos de sus coetáneos, engullidos por el final del nu disco y similares; de Flux Pavilion, que es otro al que eso de que el dubstep también haya muerto le da igual. Electro, dubstep y bass para encandilar a las juventudes británicas y americanas. Y el fenómeno de Pretty Lights, que está creciendo en Europa pero que en USA es una realidad y sirve como contrapunto a la bacanal hipervitaminada de esa cosa llamada EDM y sus múltiples expresiones. Pretty Lights rescata el buen hacer del sampling, el hip hop instrumental, los abstract beats, el soul, el funk... y le añade bases contundentes para armar un sonido sin fisuras grabado en directo por un grupo de músicos y tratado posteriormente por él mismo. 

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